chiara y violeta - oneshots

Bottoms

Ruslana se secaba las lágrimas de la risa mientras en la tele de Chiara aparecían los créditos finales de Bottoms. Se estiró en la cama de su amiga como si fuera suya mientras la morena se levantaba a quitar la película.

—Buah, un poco nosotras sí que eran esas dos.

—¿Qué dices?— preguntó, dejándose caer en la cama otra vez. Todavía le dolía la cara de lo mucho que había reído.

—Dos lesbianas perdedoras con un crush gordísimo en las más populares del colegio.— la miró con una ceja levantada— ¿Te suena?

Chiara rio, pero negó con la cabeza.

—Primero, tú no eres lesbiana. No te dejamos entrar al club.— Ruslana soltó una carcajada.— Y segundo, tampoco somos perdedoras.

—Amor, estamos en el club de teatro musical.

—Ya.— guardó silencio unos segundos, hasta que ambas estallaron en risas otra vez.— Vale, un poco perdedoras sí que somos. Pero somos buenas cantando.

—Sí, soy bastante buena.— dijo viéndose las uñas.— Tú te defiendes.

Chiara le arrojó un cojín que fue atrapado por la pelirroja, que se asomó por detrás del mismo con una sonrisa.

—Kiki.— la llamó, recibiendo un murmullo por parte de su amiga, ocupada con su móvil.— Tenemos que hacer algo como en la peli.

—¿Un club de pelea?— preguntó con ironía, sin levantar la vista de su pantalla.

—No, idiota.— ella sí acertó el golpe con el cojín, haciendo que Chiara la mirase toda despeinada.— Tenemos que comerles la boca a Violeta y a Samu.

—¿A mí quién me toca?— recibió otro golpe, esta vez con uno de los calcetines de Ruslana. Se rio nuevamente.— Déjate de tonterías, Rus. Ya no vamos a poder ver pelis si luego quieres hacer todo lo que ves.

—Por lo pronto no veremos La Sociedad de la Nieve.— hizo una mueca— Pero de verdad, Kiki. ¿Cuánto tiempo llevas enamorada de Violeta Hódar? Se nos acaba el bachillerato y casi ni le has hablado.

—Y así seguirá por lo que queda.— se encogió de hombros. Ya solo quedaban algunos meses y luego partirían a la universidad.— Además, no estoy enamorada. Para eso necesitaría conocerla una semana.

—Chiara.— la llamó con seriedad, acercándose en la cama para tomar sus mejillas con las manos— ¿Qué más da? Es el último año, luego nos vamos a Madrid y aquí no ha pasado nada.

—¿Pero tú qué quieres hacer?— preguntó con las mejillas aplastadas, viendo la decisión en el rostro de su amiga.

—Yo qué sé. Pero al menos saber que lo intentamos, tía.— asentía como si estuviera dándole una charla de entrenadora.— Imagínate que me lío con ella.

Chiara sonreía divertida mientras Ruslana fingía un desmayo.

—¿Y en una peli quién es sidekick de quién? Porque yo quiero ser Rachel Sennott.—Ruslana se levantó de un salto de su desmayo, sonriendo con ilusión ante la aceptación indirecta de su amiga.

—Si nos organizamos, follamos todos.— canturreó Ruslana, lanzándose para aplastar a la morena en un abrazo violento. En la habitación solo se escuchaban las quejas de Chiara por el humor de Ruslana y las carcajadas de la pelirroja.

Al día siguiente, la pelirroja apareció corriendo detrás de Chiara en los pasillos del instituto. Casi la tira al suelo cuando se colgó de sus hombros, pero por suerte la morena era bastante fuerte y Ruslana pesaba menos que un chihuahua.