azucena

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Descubrir la alergia de Jaehyun hacia el polen fue algo inesperado, en un momento fortuito.

Fua hace poco menos de un año, durante el torneo nacional de básquet que habían estado luchando por ganar contra un equipo de la cuidad de Busan. Fue emocionante y bastante exhaustivo, pero obtuvieron la victoria por los pases de final.

En ese momento estaban celebrando luego de despedir pasivamente a sus rivales en la cancha, los amigos y familiares bajaban de la tribuna para felicitarlos, algunos fanáticos los acompañaban. Como regalo por su gran esfuerzo recibieron un ramo de flores preciosas de una gama entre amarillas, naranjas y blancas en símbolo de los colores de su camiseta. El problema surgió cuando el mismo ramo fue entregado alegremente a manos del jugador escolta, Myung Jaehyun, quien rápidamente empezó a estornudar y entregó el ramo a un compañero de equipo antes de alejarse de ellos, disculpándose.

Preocupado por lo que había visto, Taesan se acercó a él en la banquilla para ver si se encontraba bien. Se sentó a su lado, observando la punta de su nariz roja y esos ojos lagrimosos. Es ahí donde el mayor le explicó lo que pasaba.

Cuidadosamente, le dijo que a esos granos minúsculos que suelen estar presentes en las flores y plantas, a ese polvo amarillento que se ve dentro de las flores, pero que una vez en el aire se dispersa y se vuelve invisible, su organismo lo detecta como un agente nocivo y su sistema inmunitario reacciona ante él, segregando una serie de sustancias que provocaban esos molestos síntomas. En palabras más simples, le dijo que es alérgico al polen.

Taesan buscó su bolso, sacando de uno de los bolsillos un paquete de pañuelo descartables y los entregó al mayor.

Gracias, Taesan-ah —Dijo mientras limpiaba las pequeñas lágrimas acumuladas en sus ojos. Él le acarició la espalda, acompañándolo.

Fue espontáneo, pero agradece haberse enterado de ese detalle.

Taesan termina de envolver el tallo artificial de la flor, una que decidió hacerla a modo de muestra para saber mejor cómo se verán. La observa detalladamente, encontrando algunas imperfecciones que debe mejorar en su elaboración.

Una cosa que le resulta extraño es el hecho de que algunas personas parecen olvidarse de esa alergia que el pelinegro padece, o tal vez no creen que es importante. Como claro ejemplo puede citar el mismo evento en donde las chicas flechadas por él le regalan flores anónimas después de cada partido. Siendo como es, está claro que Jaehyun sería popular entre ellas.

Dándole un último sorbo a su taza de café con leche y guardando la flor artificial, se levanta del taburete en la cocina y limpia apresuradamente los utensilios que ocupó para luego tomar su mochila y salir de su casa, empezando a caminar por el recorrido que lo lleva hasta su instituto en compañía de sus confiables audífonos.

—¿Hablarás con él porque...? —Hanni deja la pregunta a medias, no terminando de entender lo que su mejor amigo le intenta decir mientras cruzan juntos los portones del establecimiento educativo.

—Alguien tiene que ayudarme a colocar las cosas sin ser atrapado —Taesan aclara, pateando inquieto una piedrita para distraerse.

Cuando se adentran al edificio, el pelinegro se separa de la chica y le pide como favor que le guarde un lugar en el salón mientras él intentará estar ahí a tiempo. Ella sonríe y levanta su dedo pulgar.

Mientras avanza por el pasillo, mira atentamente los número y letras de cada aula hasta encontrar la que busca. La puerta está totalmente abierta, brindándole una vista a todos los estudios que están presentes y facilitando su tarea de encontrar a un grupo en específico de amigos.

Taesan suspira y entra al lugar para dirigirse a él.

Lo primero que lo recibe, o quizás es lo primero en lo que se fija, son esos cálidos ojos cafés que conectan con los acarbonados suyos. Rápidamente la atención de grupo se posa en él.

—Buenos días —Saluda con una respetuosa reverencia hacia ellos antes de mirar a la persona que busca: Park Sungho—. Sunbae, ¿podría hablar un momento con usted?

El chico de hombros anchos y mirada penetrante se muestra un poco sorprendido, mira disimuladamente a sus amigos antes de sonreír gentilmente y asentir.

—Vamos afuera.

Ambos salen del aula y se detienen en el pasillo, un poco más alejados de la puerta.

—¿Qué sucede? —Pregunta el mayor.

—Necesito su ayuda.

Sungho frunce el ceño, confundido acerca de en qué podría ayudarlo. Taesan se acerca al mayor para susurrar sobre su oído parte de su plan en donde lo necesitará mucho, sólo espera que acepte.

Paper flowers ━━ DDINGDONGZ.Where stories live. Discover now