clavel

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Hace un par de años, mientras cursaba su tercer año de bachillerato, Taesan había dicho durante su clase de literatura como crítica a un libro romántico que últimamente estaban trabajando que una persona no puede enamorarse de alguien a quien apenas y conoce. Su profesora lo miró con las cejas arqueadas y preguntó el porqué de sus palabras.

En aquel entonces no pudo explicar correctamente acorde a su mente, pero ahora sí puede hacerlo.

El amor es un sentimiento maravilloso, intenso, que se va forjando en la mente y el corazón a medida que se conoce a la persona. No es algo que surge al instante como un interés, tampoco es confuso. Lo cierto es que el amor es sencillo, pero somos nosotros quienes lo complicamos con nuestros temores y lamentos.

Taesan piensa mientras deja de escribir en la libreta que la vida misma sería más fácil si sólo fuese amar y ya. Libremente, sin tener preocupaciones por la repercusión que verdaderamente causaría, amar no debería ser reprendido ni esconderse temblorosamente en un lugar oscuro del corazón. Pero la sociedad es más compleja, más cruel, y nos obliga a ser quienes no somos.

Inevitablemente recuerda cuando ese sentimiento todavía desconocido para él acarició su pecho en una tarde de verano en el taller de composición, en donde él y Jaehyun habían escogido trabajar a la par en un proyecto. Fueron largas horas frente a un computador, pero fue agradable entre risas y bromas tontas, porque ambos se entendían demasiado bien como para aún siquiera ser amigos.

Cuando terminaron, satisfactoriamente más pronto que cualquiera, chocaron sus palmas con grandes sonrisas en sus rostros. Algo se removió en su pecho en aquel momento, algo que enloqueció a su corazón y brilló en sus ojos oscuros. Después de tantas dudas, de tantos sentimientos enredados cuando estaba a su lado, entendió finalmente que se enamoró de él y en ningún segundo tuvo miedo de ello. Porque estar enamorado de Myung no se siente catastrófico, apreciar y amar esa mente libre, esa alegría que posee y su actitud aniñada tan entrañable es afortunado.

Sus pensamientos se ven interrumpidos al abrirse la puerta frente a él y una bellísima mujer de bata blanca y expresión alegre, pese a las muchas horas que lleva trabajando, sale de ella.

—Ya puedes irte a casa, Tae —Informa con una sonrisa mientras se acerca a él para revisar unos papeles importantes que el chico se los acomodó.

Taesan se levanta de la silla en el puesto de recepción y mientras que su jefa firma algunos de los papeles, él ordena sus cosas en la mochila que trajo.

—Doctora Kim, hay algo que quiero pedirle —Suelta, colgando la mochila en su espalda. La mayor le da su atención unos segundo después—. Necesito horas extra.

Yerim frunce sus perfiladas cejas

—¿Lo pensaste bien? Puede llegar a ser demasiado —Cuestiona con un deje de preocupación en su voz.

Es arriesgado, sabe que de por sí no tiene mucho tiempo libre para demás cosas personales, pero necesita el dinero de esas horas extras.

Otra cosa que también se le olvidó es el hecho de que, por más real que se vean las flores, no tendrán el aroma de una y simplemente olerán a su material artificial. Ahora que Sungho accedió a ayudarlo, brindándole una confidencialidad entre sus conversaciones, lo menos que desea hacer es regalar algo que no sea completo. Por eso es que necesita recrear los olores de esos mismos tres tipos de flores, utilizando fragancias para no comprometerse con el polen, y eso le costará un poquito más de dinero.

—Puedo con eso.

Paper flowers ━━ DDINGDONGZ.Where stories live. Discover now