Cap 17 (Puedes correr, pero no esconderte)

6 1 0
                                    

Douma: (gritando en su sueño) ¡No! ¡Shinobu, Daki, Gyuutarou, Hana, Kaito!

En eso, emerge una figura oscura, con una presencia que helaba la sangre.

Muzan: (con una sonrisa siniestra) Douma, Douma... ¿tan fácilmente te dejas consumir por tus peores temores?

Douma: (con voz temblorosa) Muzan... ¿por qué estás aquí?

Muzan: (avanzando lentamente) Vine a visitarte en tus sueños, Douma. Veo que estás luchando con tus propios demonios internos.

Douma: (tragando saliva) No... esto no puede ser real.

Muzan: (se detiene frente a Douma, con una mirada penetrante) Pero es muy real, Douma. Estás rodeado de muerte, la muerte de aquellos a quienes consideras importantes. Tus seres queridos, tus camaradas... todos yacen aquí, inertes y sin vida.

Douma: (sintiendo un nudo en la garganta) No... esto no puede ser verdad. No puedo haberlos perdido a todos.

Muzan: (con una risa fría) Pero lo has hecho, Douma. Y todo por tu debilidad, por tu indecisión. Debiste mantener tu lealtad con migo, aceptar tu verdadera naturaleza. Solo entonces podrás haber evitado todo este sufrimiento.

Douma: (con determinación) No... nunca me volveré a ti, Muzan. Prefiero enfrentar mis pesadillas mil veces antes que sucumbir otra vez a tus deseos.

Muzan: (con una sonrisa maliciosa) Veremos cuánto tiempo puedes resistir, Douma. Eventualmente, te darás cuenta de que no puedes escapar de tu destino.

La oscuridad se cierra alrededor de Douma, envolviéndolo en un abrazo frío y aterrador. Aunque lucha contra sus miedos y dudas, sabe que esta batalla aún no ha terminado. Y mientras sus sueños sean atormentados por visiones de horror, su determinación solo se fortalecerá, alimentada por la luz de la esperanza y el deseo de proteger a quienes ama.

Douma se despierta bruscamente, su respiración agitada mientras sus ojos se abren con horror. El sudor empapa su rostro y su corazón late con fuerza.

Douma: (temblando) ¿Qué... qué fue eso?

Shinobu: (despertándose, notando la angustia de Douma) Douma, ¿qué sucede? Te noto muy perturbado.

Douma: (tratando de ocultar su malestar) No es nada, Shinobu. Solo tuve una pesadilla.

Shinobu: (con preocupación) ¿Una pesadilla? ¿De qué se trataba?

Douma: (evitando el contacto visual) No es importante, solo un mal sueño sin sentido.

Shinobu: (insistiendo) Douma, sabes que puedo ver a través de tus mentiras. ¿Por qué no me lo cuentas? Tal vez pueda ayudarte.

Douma: (suspira, finalmente cediendo) Fue sobre... fue sobre la muerte de nuestros compañeros. Vi a Daki, a Gyuutarou, a Hana, a Kaito y... a ti, todos muertos.

Shinobu: (poniéndose seria) ¿Todos ellos? ¿En tu sueño?

Douma: (asiente, sintiéndose vulnerable) Sí, y luego... luego apareció Muzan. Hablamos, y me dijo cosas horribles, Shinobu. Cosas que no puedo sacar de mi mente.

Shinobu: (poniendo una mano reconfortante sobre la de Douma) Lo siento mucho, Douma. Debe haber sido aterrador. Pero recuerda, fue solo un sueño. Todos están a salvo, aquí contigo.

Douma: (asintiendo lentamente) Lo sé, Shinobu. Pero la sensación... la sensación de pérdida y desesperación era tan real. Me cuesta sacármela de la cabeza.

Shinobu: (acercándose para abrazar a Douma) Estoy aquí para ti, Douma. Siempre lo estaré. Y juntos superaremos cualquier desafío que se nos presente.

Douma: (devolviendo el abrazo) Gracias, Shinobu. Eres mi luz en la oscuridad, mi fuerza cuando me siento débil.

Los dos se quedan abrazados por un momento, encontrando consuelo y apoyo en el calor mutuo de su presencia. Aunque las sombras de la noche puedan traer terrores, saben que mientras estén juntos, podrán enfrentar cualquier pesadilla que se interponga en su camino.

El Aprendiz De DoumaUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum