𝙀𝙧𝙧ø𝙧 𝘾𝙚𝙡𝙚𝙨†𝙞𝙖𝙡→Alastor←

III

Cunning and Single-Capítulo tres

—Carajo, ¿Porque eres tan pesado? —Delilah tiro la bolsa con el cuerpo una vez que llegó a un callejón oscuro. —Me costo fingir que no pesabas, todos los depravados pesan. —Estiro sus brazos tronandolos en el acto.

Se agachó rompiendo la bolsa y sacando de su bolso otra del mismo tamaño. Por igual saco unos guantes y una cuchilla mediana.

—¿Que haré contigo? Podría hacer un sacrificio o venderte en partes ya sabes para que te coman —Susurro como si el le escuchara comenzando a cortar el cuerpo.

Por un momento miro al cielo oscuro sin notar que alguien la miraba desde atrás.

—Si, se que se ve feo papá, pero bueno de algo hay que vivir, tras varias vidas le agarre la práctica. —Solto una pequeña risa la cual detuvo cuando escucho algo detrás de ella, giro su rostro sonriendo de lado para luego continuar con lo suyo, aunque si alcanzo a notar una sombra que no era suya.

Por su lado Alastor había golpeado una pequeña piedra cuando intentaba escuchar lo que decía la joven agachada delante de el, para cuando ella se giró el ya se había ocultado en las sombras. Creyendo que la muchacha no lo había notado se acercó con un cuchillo en manos listo para su nueva víctima.

Antes de que pudiera apuñalarla en la espalda se quedó estático notando como su propia sombra parecía retenida por otra.

—¿Es divertido seguir a damas indefensas para matarlas? —Delilah se levantó quitando los guantes ensangrentados de sus manos, para luego girarse y mirarlo de frente. —Es una mala locación para asesinar, al menos espero que planearas cortarme la garganta, para evitar gritos indeseados.

—Que astuta, querida —Le respondió el hombre, entonces Delilah le miro con interés.

—Astuta y soltera. —Ella tomo su bolso del suelo para luego tomar así mismo la bolsa con el cuerpo dentro.

—No me interesan esas cosas. —Le respondió de inmediato.

—Que pena, eres atractivo. —Admitio dándole una corta sonrisa. —Pero te hace falta práctica en el negocio del cuchillo... Ya entiendo porque Husk me bota del bar tan temprano, se preocupa por mi, que tierno.

¿Acaso Husk no sabía el tipo de chica que era? Definitivamente no era una dama indefensa, ahora tenía muchas más ganas de clavarle el cuchillo en la yugular.

—No pareces ser una dama indefensa. —Hablo mirando su sombra mientras se sacudía.

—No lo soy, el hombrecito radio debería planear bien sus asuntos. —Delilah había reconocido la voz del muchacho el cual solía escuchar por la Radio. —O al menos tener algo bajo la manga. —Ella miro su sombra la cual volvió a su lugar sonriendo.

Alastor la observo integrado, sabía que eso era brujería, pues el había comenzado a practicarla, la mujer parecía saber mucho más que el, aunque se veía menor.