𝙀𝙧𝙧ø𝙧 𝘾𝙚𝙡𝙚𝙨†𝙞𝙖𝙡→Alastor←

XXIV

Cat—Capítulo veinticuatro.

Alastor se había convertido en el hombre más detallista del planeta en los últimos días, Delilah comenzaba a asustarse al tener absolutamente toda la atención del demonio Radio sobre ella.

Si Delilah necesitaba la más mínima cosa Alastor la conseguía, era como si tratara de comprarla, pero Delilah ya había dejado claro lo que quería de el, quería la verdad, que le contara absolutamente toda la verdad del porque estaba en el hotel, ese simple acto haría que ella volviera a confiar en el.

Claro que Alastor no quería decirlo, por ello estaba siendo más detallista con Delilah, hasta el punto de darle un pequeño gato tétrico.

—¿Que mierda es eso? —Husk miro con desagrado el animal color rojo con detalles negros, era un gato muy extraño el que estaba en manos de Alastor mientras se lo ofrecía a Delilah.

—Es horrible. —Declaro la mujer con un brillo en sus ojos, acercó sus manos lentamente al animal que aparentemente también estaba bizco.

—Te encanta. —Alastor sonrió satisfecho al notar el brillo en los ojos de Delilah.

—Me encanta. —Ella lo tomo en sus brazos mientras el gato se movía bruscamente tratando de que lo soltase. —Mira Husk, se parece a el. —Delilah señaló con su mirada a Alastor.

—Es igual de horroroso. —Se burló Vaggie mientras Charlie traía a Keekee para que conociera a su posible nuevo amigo.

Delilah al notarlo dejo a su nueva mascota en el suelo, por su lado Keekee comenzó a huir del otro gato.

—Lo llamaré... —Delilah coloco su mano en su barbilla mirando a su alrededor. —Al, si, se llamara Al. —Dijo con orgullo mirando a Alastor.

—Eres pésima con los nombres. —Husk le miro sin mucha sorpresa.

Claro que Delilah amaba su nuevo regalo, era una mascota después de todo y ella amaba a los animales sin importarle que tan raros se vieran.

El resto de la semana ella paso haciendole pequeños moños para adornar a su gato, tanto así que el animal caminaba por todo el hotel con un distintivo moño en su pecho y de vez en cuando con pequeñas ropas parecidas a las de Alastor, sin contar que cuando todos dormían Delilah logro escabullirse hasta la habitación del demonio Radio y robarse uno de sus pequeños lentes, ahora aquel gato era como la viva imagen de Alastor.