Noche 4

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"Tim... Tim.... Tim está besándome..." Jason no podía pensar en otra cosa. No quiso hacerlo de todas formas. Se entregaba tan confiadamente que se dio la oportunidad de disfrutar la gigantesca felicidad que nacía en su estómago y que irremediablemente, lo invadía hasta extasiarlo, pero que también lo vulneraba y lo hacía bajar sus defensas.

Tim insistió con su caricia. Se entrometía, se agasajaba, se adentraba hasta donde la impenetrabilidad se lo permitía. Jugaba con la lengua de Jason, la mordía, la lamía, la sujetaba con sus labios, le ordenaba el ritmo de la sesión con sus gestos y sus suspiros. Hechizaba a Jason con sus sugestivos movimientos. Tanto, que obedeció inercialmente cuando Tim tomó sus manos y las llevó a su propio cuello para que Jason lo rodeara. Ni él se dio cuenta de en qué momento había terminado por abrazar al menor.

La tierna y profunda sensación yaciente en sus deseos le dio tanta calidez a Jason que le fue imposible no recordar esas ilusiones que él mismo se había construido. Aquel beso lo transportó a las nubes, a sus sueños, a lo que siempre imaginó y anheló. Estaba finalmente sucediendo y en esos instantes sólo ellos dos existían.

El viento continuó revolviendo sus cabellos. Al sentir el aire en su rostro, Jason se preparó reiteradamente para percibir el aroma de Tim, pero ese otro olor se atravesó de nuevo. No pudo sentir la fragancia de su cuerpo. No pudo.

"No puedo." Pensó entristeciéndose un poco. "¿Por qué no puedo si está junto a mí? ¿Por qué no puedo? ¿Por qué?" Se inquirió afligiéndose, sintiendo cómo la frustración invadía su felicidad. "¿Por qué?" Se repitió dentro de su cabeza.

"Es cierto... No puedo..." Se contestó a sí mismo recordando lúgubremente la contraparte de sus esperanzas. "Y nunca podré... Esto no es real. Tim y yo nunca estaremos juntos..." Concluyó derrotadamente mientras se volvía consciente de esos momentos que compartía con la dicha de su vida, y que en cualquier segundo se esfumarían.

Entonces la manecilla marcó el final del hechizo. Súbitamente, Jason se dio cuenta de que ésa era la única realidad posible para ellos; el jamás estar juntos. Así era y de ese modo acababan todas sus ilusiones e imaginaciones. En cualquier momento, Tim lo golpearía con su rechazo diciéndole que estaba ocupado, que tenía trabajo, que era Conner quien lo acompañaría y no necesitaba de nadie más. En cualquier segundo, Tim le encajaría su indiferencia.

"¿Qué estoy haciendo? Esto no es real. ¡No lo es!" Se dijo Jason en el preciso instante de apartarse de aquel beso. Soltó a Tim sin tartamudeos y retrocedió unos centímetros.

-¿Qué sucede? –Tim preguntó confundido e incluso un poco molesto-.

-¿Que qué sucede...? -Repitió Jason limpiándose discretamente las comisuras de su boca-. Eso es lo que yo debería preguntar. –Completó cabizbajo-.

-¿Qué...? ¿De qué hablas? –Inquirió ya serio en su desenvolvimiento-.

-Hablo de... pues... ¿qué... qué...? ¿Qu-qué se supone que estás haciendo? –Demandó avergonzado, presintiendo el amargo final-.

Tim frunció el ceño. Bufó inclusive.

-¿Qué se supone que estoy haciendo? –Repitió fríamente-.

-Sí... Esto no es algo que harías. Yo... no lo entiendo. Tú no eres así. ¿Qué te traes? –Demandó reacomodándose en el borde para evitar mirar de frente a Timothy-. ¿Por qué haces esto?

-¿Pero qué? –Exclamó mostrándose ofendido-. No puedo creer que estés preguntándome esto.

-¿Qué? ¿Por qué? Tim, de verdad no te comprendo. Pensé que...

Más Allá de la Muerte (TimJay)Where stories live. Discover now