Todas mis primeras veces

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Danilo Sánchez

No sabía que hacer con Candela, no podemos estar bien, y no sé porque. Me revienta la cabeza saber lo que me hace sentir, porque nunca me había pasado, y de un día al otro llega una piba que me cambia toda la vida y mis planes. Candela era muy complicada y yo no sabía cómo lidiar con eso, porque la vez que le dije lo que sentía por ella lo ignoró y nunca tocó el tema, sentía que me usaba para olvidarse de sus problemas, pero yo posta me la jugaría por ella, cumpliendo nuestra promesa, pero sabía que a todo esto le tenía que agregar el toque Danilo.

(...)

- ¿Candela? - Dije tocando la puerta de su casa, me estaba arriesgando a que su padrastro fuera el que me abra la puerta.
- ¿Que haces acá? - Me respondió cuando me abrió, no sé qué tenía, pero hoy estaba más linda de lo normal.
- Te vine a ver.
- Yo no te quiero ver.
- Sos re linda cuándo estás enojada.
- ¿Por qué no te tomas nuestras peleas enserio?
- Porque yo sé que si quiero puedo hacer que te desenojes cuando quiera.
- No me sonrías así - Me dijo apoyándose en el marco de la puerta.
- ¿Te pongo nerviosa? ¿No me vas a dejar pasar?
- Entrá - Me Respondió.

Candela Olivera

Me había sorprendido la visita del uruguayo, porque yo me había enojado con el, y parece que se había olvidado de eso. El pibe estaba más lindo hoy, no sé, capaz que se drogue lo hace más lindo.

- No tengo nada para comer - Le dije.
- No vine a comer comida - Me respondió mientras se sentaba en el sillón.
- ¿Y entonces que? - Le dije y me senté al lado de el, la tensión que había era un montón.
- Nunca tenemos tiempo para nosotros, siempre me estás peleando.
- Cómo si vos fueras un santo uruguayo.
- ¿Nos olvidamos de los problemas un toque?
- ¿Y de que querés hablar? Si nomás tenemos problemas.
- No quiero hablar, quiero comerte la boca un rato.
- ¿Te dejé con las ganas? - Le dije con una sonrisa.
- No me vas a hacer la psicologica, tenés quince, yo diecisiete, tengo más años en esto.
- Menos mal que no querías hablar.

Danilo no me respondió y me agarró de la cintura apegandome más a el haciendo que rodee su cuello con mis brazos y que empiece a subirme encima de el, sus manos empezaron a bajar y cada vez nos besamos más profundamente.
Y de un momento al otro las remeras de los dos estaban tiradas en el piso cómo nuestros pantalones, y pasamos al otro nivel.

(...)

- ¿Que conseguiste de la Olivera?
- Nada, no pude hacer nada con la esposa - Le respondió el cochi a un hombre.
- ¿Vos sos imbécil? Tenés que hacer una sola cosa, traerme a la nena.
- La esposa de Olivera está en la capital y no se hace cargo de la piba por lo que sé.
- ¿Entonces con quién está la nena?
- Con su tía Mirta, la esposa de Olivera se la dió cuándo Martin murió, pero la pendeja no sabe nada.
- Tiene que enterarse.
- ¿Que vamo' a hacer con la piba?
- La tenemos que matar para vengar a los Sánchez, a tu familia, y a la mía. ¿Sebastián Sánchez sabe?
- Poco y nada, pasa que el pibe tiene un hermanito, el uruguayo le dicen, y no quiero que se entere.
- ¿Cuántos años tiene?
- diecisiete. Todavía es un pendejo.
- Cochi, nos sirve que sea menor de edad.
- ¿Qué quere' decir?
- Si el wacho llega a matar a la pibita, va a ir cómo mucho dos meses a cárcel, porque es menor de edad.
- Si, pero lo mandan a un instituto de menores.
- No, si su hermano se hace a cargo de el no.
- Sebastián está quemado por la falopa, no vamo' a poder.
- Vos contale todo al pibe, porque no te olvides que Catalina Olivera también quiere su venganza.

(...)

Estaba encima de Danilo acostados en el sillón, pero no estábamos haciendo nada, habíamos terminado de hacer todo lo que teníamos pendiente.

- Me voy a cambiar - Le dije.
- ¿No te pode' quedar así? Me gusta esta vista.
- No, porque mi casa no es un club nudista - Le sonríe sarcásticamente.
- Viste, te doy un toque de amor y te pones boluda.
- Vos también vestite uruguayo, dale.
- ¿Te puedo preguntar algo? - Me dijo más serio.
- ¿Que cosa?
- ¿Fue tu primera vez?
- Si... - Le respondí nerviosa.
- Bueno, escúchame, ahora te tené' que tomar una pastilla, porque no usamos proteccion.
- ¿Que pastilla?
- Tranca, yo te la consigo, pero te la tené' que tomar.
- Bueno, está bien.
- Gracia' por dejarme ser tu primera vez wacha, pensé que te ibas a tirar para atrás.
- Gracias por cuidarme uru, aunque no parezca, o vengamos medio complicados, te quiero un montón.
- Yo también te quiero wacha, no soy bueno pa' mostrarte lo que siento, pero si tengo que perder por vos pierdo, y si tengo que ganar, gano.
(Solo por vos ; trueno)

- Bueno wacha, me voy a mi casa porque ya veo que vienen tus viejos y se encuentran con que hice mujer a su hija.
- Si, mejor andá porque ya me la veo venir - Danilo se levantó, se puso su ropa y se fue hasta la puerta.
- Nos vemos uru - Le dije dándole un abrazo.
- Nos vemos wacha - Me dijo correspondiendo.

(...)

Danilo Sánchez

Era madrugada, me despertó el ruido de alguien golpeando la puerta.

- ¿Quién e'? Ahí abro - Dije dormido.
- Hola uruguayo - Era el cochi.
- ¿Que hace' acá?
- Quiero hablar con vos un toque - Hice que pase y los dos nos sentamos en la mesa.
- ¿Es de mi hermano? - Le pregunté.
- No, no, es de otra cosa - Me respondió.
- ¿De qué?
- De Candela.
- Cochi ya te dije que la cortes con Candela.
- No uruguayo, yo no te quise contar antes, pero ahora sí, hay algo que tenés que leer - El cochi me dió un periódico viejo para que lea.

"Martin Olivera, uno de los narcotraficantes más buscados últimamente, fue matado por sus cómplices, la familia Sánchez, luego de haberlos traicionado y hacer que la policía los descubra, yendo presos y teniendo qué dejar a sus dos hijos abandonados, y quitarse la vida en la misma comisaría"

- ¿Qué? - Dije sorprendido mientras terminaba de leer la noticia.
- Si uruguayo, tus viejos no murieron en un accidente. Tus viejos para mí eran cómo los míos,y ahora te enteras porque hago lo que hago, porque hay gente más grosa atrás de esto, que dan lo que sea por vengarse.
- Pero Candela no tiene nada que ver en todo esto.
- No importa uruguayo, ¿querés vengar a tu familia o no? Vo' nos podés ayudar porque sos menor de edad.
- No sé.
- Bueno, pero acordate, es por tus viejos, a los que yo consideraba los míos.

Me estaban pasando muchas cosas por la cabeza en ese momento. Resulta que mis viejos no murieron en un accidente y fue todo culpa de los viejos de Candela.
Cochi en ningún momento me menciono que le quieren hacer a Candela, capaz nomás le quieren sacar información de algo, pero ella ni siquiera nacía en ese momento, tenía que hacer algo para hacerla safar.

𝐒𝐎𝐋𝐎 𝐏𝐎𝐑 𝐕𝐎𝐒  | Danilo Sánchez Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ