La verdad de la mentira

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Danilo Sánchez

Me había quedado un re cargo de conciencia con todo lo que había pasado hace dos días, porque ya no era que nos habíamos peleado o alguna de esas boludeces, esta vez era algo posta que no sabía cómo asimilar, va, si sabía, metiéndome más en las drogas, pensando que era la solución de todo, pero ya no tenía a nadie que me saque de ahí.

Pensé en irme de apache, a otro lado, y no volver a ver a Candela nunca más, olvidarme de todo lo que pasó y seguir en la mía. Pero sabía que antes tenía que ir a verla, porque lo que estaba pasando era culpa de los dos.

Me lavé un toque la cara en una canilla que había encontrado al lado del hospital dónde estaba candela, me escondí las bolsitas de falopa que tenían y entré.

- Hola, ¿Candela Olivera? ¿La puedo ver?
- Hola - Me respondió una enfermera - Tenés que tener autorización de la persona que está a cargo de la menor.
- ¿La puede llamar?
- Si, te podés sentar si querés - La gente que estaba en el hospital me miraba mal, estaba un toque falopeado, pero consciente, nomás me senté a esperar en la silla a que venga Candela.

- ¿Que haces vos acá? - Me respondió la tía, o la vieja, ya ni sabía que era de ella.
- La vine a ver a Candela - Le dije.
- ¿Ahora la venís a ver a Candela?
- Bueno, no me trate así que yo tampoco quiero hablar con usted, no se si se acuerda pero mato a mi hermano - Le dije en la cara.
- Cállate - Me dijo agarrándome del brazo y llevándome a otro pasillo - Vos de eso no tenes que decir nada, o si no, no la vas a ver nunca más a Candela.
- Déjeme verla - Estaba intentando no faltarle el respeto, pero en algún momento lo iba a hacer por cómo me estaba hablando.
- Mirá querido, vos no la vas a ver, no sé si sabes pero la embarazaste, y encima le mataste a su hijo, que también era tuyo por si no sabías, nos metiste en un re quilombo - Hubo un silencio incómodo - Escúchame, cuando Candela se recupere, las dos nos vamos a ir de acá a Capital.
- ¿Que? Usted no se la puede llevar así porque.
- ¿Sabes que si puedo? Porque ahora es mi hija, y ella ya lo sabe, así que te traigo papel, lápiz, y le escribís que no querés saber nada más con ella, y que no sé, que te fuiste, que le quede en claro que no la querés ver.
- Usted no le puede hacer eso a su hija.
- Si, puedo, así que lo haces, o hago que te echen a patadas de acá.

No podía desafiar a su vieja después de todo lo que había pasado, yo ya no le quería hacer problemas, quería que todo quede bien, pero que cada uno siga por su camino.
Cuándo Catalina volvió con la hoja y el lápiz escribí cómo pude lo que ella me pidió, me dolía, pero era lo último que podía hacer por Candela.

- Toma - Le dije dándole la hoja.
- Gracias, ahora te podés ir - Me respondió.
- ¿Entonces no me dejas verla?
- No, andate uruguayo - La fulmine con la mirada y me fuí.

Candela Olivera

Me desperté a la noche, ya no me dolía la herida de la bala.
En ese momento todavía no caía en que había perdido a un bebé, a un bebé que iba a tener con Danilo, pero sabía que después me iba a afectar más, porque todavía estaba en estado de shock, y hubo una noticia que no ayudó en nada.

- Cande, ¿cómo te sentís? - Dijo mi vieja entrado a la pieza del hospital.
- Bien - Le respondí desanimada.
- ¿Por qué no comiste nada?
- No tengo hambre.
- Te tengo que dar algo que te dejó Danilo.
- ¿Danilo? - Le pregunté contenta.
- No es algo bueno, Cande.
- ¿De que hablas?
- Toma - Me dió un papel.

Candela

Te escribo esta carta para despedirme de vos para siempre, no quiero saber nada más con vos, y perdón por todo lo que pasó, me voy a ir de apache para empezar una nueva vida, no me busques, estando separados vamos a estar mejor, Danilo.

Cuándo leí eso no me entraba en la cabeza, no podía creerlo, o va, ya podía creer todo de lo que estaba pasando, me gustaría estar soñando y que todo esto sea una pesadilla más.

- ¿Es verdad esto? - Le pregunte.
- Si Cande, es verdad - Los ojos se me pusieron llorosos - No estás mal.
- ¿Cómo querés que no esté mal después de todo lo que pasó? No es fácil.
- Ya sé que no es fácil, pero pasado mañana ya nos vamos a capital, y nos olvidamos de todo lo que pasó hija.
- Quiero ver a Danilo - Fue lo único que dije.
- Pero el ya no te quiere ver a vos.
- El sería incapaz de escribir esto.
- Bueno pero lo hizo hija, así que ahora deja de pensar en el y anda a descansar. Voy a ir a hablar con la enfermera al piso de arriba, ya vengo.

Mi mamá se había ido a hacer unos papeles con la enfermera a la parte de arriba del hospital, y yo me quedé pensando en la carta de Danilo, pero un sonido irrumpió mis pensamientos.

- ¿Danilo? - Dije sorprendida, el estaba subiéndose por la ventana.
- Hola Cande - Se pudo tirar al piso y levantarse.
- ¿Que haces acá? - Le dije con una sonrisa.
- Vos sabés que tenemos que hablar de todo lo que pasó.
- Danilo, ¿me podés dar un abrazo? - Le pregunté, el correspondió y me lo dió. El tenía un olor horrible, los dientes todos podridos y se notaba que no se cambiaba la ropa hace un tiempo, pero en ese momento las cosas no importaban.
- ¿Y el bebé? - Me preguntó.
- Se murió - Le respondí bajando la cabeza.
- Fue mi culpa, mate a mi propio hijo - Dijo shockeado.
- No hablemos de eso ahora, no es momento, quiero que me hables de la carta.
- Si, la carta - Danilo no pudo terminar de hablar que alguien empujó la puerta.

- El, el es el chico que está persiguiendo a mi hija - Era mi mamá, venía con dos policías atrás de el, haciendo un escándalo.
- A ver pibe, te voy a pedir tus documentos - Dijo el policía.
- ¿Que es esto mamá? - Pregunté confundida.
- Es por tu bien Candela.
- ¿Qué? No tengo documento' - Respondió Danilo preocupado.
- ¿Cuántos años tenés? - Preguntó el policía y Danilo se quedó en silencio.
- dieciocho - Respondió.
- Bueno, vamos a la comisaría y ahí te vamos a revisar.
- ¡No, no se lo pueden llevar! ¡Tiene diecisiete!
- No Candela, hoy cumplo dieciocho, ya no hay nada que pueda hacer - Dijo mientras el policía le ponía las esposas en la mano, y nomás nos mirábamos con esa mirada, llena de tristeza, no podía reaccionar.

Feliz cumpleaños, mi amor.

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HOLAAA, ya se que no actualice por mucho tiempo, pero estoy pensando como terminar el fic, y además estoy empezando el colegio, igual tranqui que no lo voy a abandonar, los amoooo 💞

𝐒𝐎𝐋𝐎 𝐏𝐎𝐑 𝐕𝐎𝐒  | Danilo Sánchez Where stories live. Discover now