Capítulo 2.

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En esta situación, tumbado sobre la cama con el hombre atractivo besándole el cuello y sintiendo su erección como una roca rozando la parte interior de su muslo, a Martin le daban igual las manchas de humedad en el techo.

Los dos estaban desnudos completamente en ese punto de la noche.

Cuando el hombre deja de besarle el pecho, levanta la cabeza y se vuelve a poner de rodillas. Los ojos del hombre automáticamente recorren la piel suave y bronceada, mientras Martin echa todas las mantas de la cama. Su aliento queda atrapado en su garganta cuando observa sus pequeños pezones rosados, su delgada cintura y la pequeña curva de su estómago.

Viendo como Martin se remueve bajo su mirada, agarra su muñeca derecha, agachándose hasta que todo lo que puede ver son sus ojos marrones, aquellas largas pestañas y sus suaves labios rosados. Baja más su cuerpo hasta estar encima de Martin, deslizando una mano para acunar un costado de su rostro e inclinar su cabeza para tener mejor acceso.

Este beso sabe diferente, sabe a dulzura y promete una noche placentera, para ambos.

Haciendo un sonido suave, Martin se deja moldear fácilmente. Sus labios se abren y el hombre lame instintivamente, como si estuviera persiguiendo un néctar en lo profundo de su boca con la lengua. Y Martin solo puede decir, joder. Su sangre se siente caliente, su corazón retumba en sus oídos mientras el hombre toma el labio inferior de Martin en su boca y traga su gemido.

Rompiendo el beso para respirar, el hombre exhala. Martin luce aturdido, sus ojos parpadean perezosamente y sus labios están rojos e hinchados. Martin tentativamente lleva sus manos hacia arriba y enreda los dedos en su pelo corto, acercándolo hacia él.

El chico mayor agarra sus caderas desnudas, sintiendo la suave piel en sus manos. Martin nota como al chico le está tomando toda su fuerza de voluntad no mover sus manos de su cadera a su trasero, apretar y amasar su culo y tal vez deslizar un dedo en medio de sus mejillas.

- ¿Quieres que te prepare, o quieres hacerlo tú mismo?

- Yo puedo hacerlo, tranquilo.- Martin ve como el hombre asiente, frunciendo los labios. Puede ver la decepción en sus facciones.

El caso es que para Martin habían algunas cosas que eran algo más íntimas a la hora de tener sexo. Habían posturas sexuales que no se sentía cómodo haciendo ni siquiera con una pareja sexual constante. Y la preparación antes del sexo con un desconocido o una persona con la que no tuviese un vínculo emocional, le daba inseguridad, desde sus primeras veces.

El sonido de la tapa del lubricante caer al suelo se escucha fuerte en el silencio de la habitación. Martin se desliza hacia la cabecera de la cama, se inclina y abre sus piernas. Le parece casi automática la manera en que la mirada del otro chico cae en los muslos abiertos, quedando sin aliento cuando se revela el rosa de su agujero.

Martin cierra los ojos después de cubrir sus dedos con lubricante, llevándolos entre sus piernas. El hombre aparta su mirada repentinamente, sus dedos empiezan a retorcerse entre ellos.

Aunque tenga la mirada fija en el suelo de la habitación y no pueda ver, aún puede escuchar alto y claro como Martin se mete los dedos, respirando con dificultad. Deja escapar suaves y bajitos "Oh"s, que van directos a su polla.

Minutos después Martin habla. Su voz es suave y entrecortada, filtrándose bajo la piel del hombre.

- Ya casi estoy, solo- joder, dame un segundo.- Martin siente la mirada del hombre en su cuerpo. Siente la pesadez de ser observado, en una situación que le hace estar tan indefenso.- No se,- Martin tarda unos segundos en acabar la frase- No se si es suficiente.
El desconocido traga saliva, lamiendo sus labios.

Don't you know that I am right here?Where stories live. Discover now