Capítulo 14: Contigo

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Samantha Montier Dalton

Llevo un buen rato esperando a que llegue el otro autobús, pero nada que aparece.

"Profesor Hutchinson, ¿por qué aún no llegan los demás?" aprovecho para preguntar al verlo.

"¿Ya te registraste?" ¿No es de mala educación responder una pregunta con otra?

"Sí, eso está listo", le confirmo.

"Perfecto, la otra máquina tuvo un desperfecto mecánico, viene muy retrasada. Lo mejor es que aproveches para conocer el lugar mientras llegan tus amigos", me responde y luego se va.

"Bueno, aprovecharé el tiempo", me digo a mí misma. El lugar es precioso, muy elegante para un paseo escolar. Al avanzar, me encuentro con el área de las piscinas estas son enormes y son varias, con reposeras por los lados, y el cielo está espectacularmente despejado, ideal para bañarse, pero extrañamente nadie está disfrutando de esta maravilla.

"Samantha, te estaba buscando". Doy un pequeño salto, por el susto.

"Alex, pensé que todos estaban instalándose, ¿para qué me buscas?" le pregunto con curiosidad.

"Es hermoso el lugar, ¿verdad?" me dice observando todos los detalles al igual que yo.

"Sí, maravilloso".

"¿Quieres dar un paseo? Creo que la playa está muy cerca. Podríamos bañarnos y conversar un poco". Si quiero pasear y conocer la playa, pero quiero hacerlo con mi sangui.

"La verdad, aún no quiero recorrer. Estoy un poco cansada".

"Ah, bueno. Entonces aprovecharé aquí para decirte...". Lo miro para prestarle atención a lo que dirá, pero comienza a mirar a todos lados. "Dime", lo presiono, solo quiero que me deje sola.

"He estado pensando, que bueno, sé que nuestras salidas han sido un poco interrumpidas, pero creo o, mejor dicho, estoy seguro de que..." Otra vez se queda callado, pensando en qué dirá.

"¿De qué?" pregunto, y acto seguido se abalanza sobre mí, pegando sus labios a los míos. ¿Me está besando? Él mueve su boca y yo solo estoy congelada. A mi cabeza se viene la conversación con Clara y el consejo de ella a que pruebe con alguien más. Así que intento responder a su beso moviendo mis labios. Es una sensación poco grata, con un sabor agrio, algo baboso y ligoso definitivamente muy desagradable. No puedo, no soporto el sabor. El introduce su lengua con fuerza, no aguanto más lo alejo de mí. Escucho risas a lo lejos.

Él me mira con ojos de orgullo y una sonrisa fanfarrona. "Te gustó, ¿verdad?" ¡No! Grito por dentro. No me gustó, fue asqueroso. ¿Cómo lo digo, cómo lo digo? Mientras pienso en cómo verbalizar lo que siento sin ser tan fría, él vuelve a lanzarse. Esta vez lo esquivo.

"Alex, para", le pido, él me mira sin entender.

"Perdón si te confundí con algún comportamiento, pero, verás, tú me simpatizas muchísimo, pero, uff, esto es algo incómodo", él ya no sonríe, solo me mira serio. "Verás, me gusta otra persona", le digo.

"¿Es en serio? ¿Quién puede gustarte más que yo?" Su rostro comienza a tomar un tono rojo y sus ojos se achican y brillan de lo que alcanzo a reconocer como rabia. "¿Me has visto? O eres ciega ¡Soy lo mejor que podrías haber tenido!"

"¿Eh, qué?" No creo lo que escucho.

"Eres una estúpida, engreída. No vengas a buscarme después", me dice a medio grito y se va. Mierda, jamás me había pasado algo así. ¿Qué onda este chico? Mejor iré a lavarme los dientes para sacar ese sabor asqueroso de mi boca.

"De seguro solo está descansando. No imagines cosas de las que no tienes certeza", me dice Paola, para que me tranquilice. Me siento como una estúpida por haber venido a este estúpido paseo para hablar con ella. Desde que llegó se encerró en la habitación con la estúpida de Jeanet. Llevan horas allí. "Seguramente están juntas. Ella siempre ha tenido interés en Catalina, y ella es... uf, qué rabia. Y yo que vine aquí. ¡Agh, qué rabia! No quiero estar en este lugar".

Un latidoTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon