El camino de la desafortunada luna

compromiso

Esa mañana de invierno, había amanecido con mucho dolor en el vientre, aquellas palpitaciones le lastimaban y limitaba sus movimientos por lo que no salió de su habitación a la hora del desayuno. Cuando fue notificado la situación de la primogénita  de la casa Tsugikuni, su madre fue a inspeccionar su condición y en la que describía como si tuviera muchas ganas de ir al baño. Su madre la tranquilizó informando que cuando viera sangre en sus partes nobles, le informara y ella podría explicarle con mayor profundidad.

Una semana después, la sangre entre sus piernas se hizo presente, lo que solo indicaba una cosa. Michiko ya era toda una mujer. 

Cuando sus padres se enteraron de ello, y mientras su progenitora se dirigía a las habitaciones de su hija para poder continuar con su charla pendiente, su progenitor envió diversas cartas fuera de sus tierras. 

Los siguientes días madre e hija tuvieron varias charlas sobre como debe actuar ahora que su vientre comenzaba a dar señales de vida. Sobre como evitar que sus prendas de vestir no se manchan de sangre y como poner las diversas compresas sobre su ropa, como combatir los dolores que algunas veces su cuerpo le daban y sobre todo, a partir de ahora tenía que proteger su dignidad a cualquier costo. Su madre, Akeno, le habló de que ya ha florecido, comenzarían a llegar algunas propuestas de otras casas que buscarían comprometer a sus respectivos herederos a su casa, por lo que su labor ahora sería prepararse para un próximo futuro matrimonio con un heredero, en unos cuantos años más. 

La pequeña escuchaba eso, pero su mente no se encontraba conforme con su próximo futuro, ella al menos quería conocer a sus posibles prometidos, pero ya sabía que eso era imposible, al menos esperaba que su futuro sea tan brillante como su madre le hablaba.

Michiko estuvo encerrada en sus habitaciones por una semana hasta que pudo salir; justo cuando iba terminando su encierro, su padre convocó a toda la familia e informó sobre el matrimonio de su hija con un poderoso señor. Madre e hija quedaron sin palabras mientras su hijo, Yoriishi, como siempre, no dijo nada; su padre le informó que en las próximas dos semanas tendrían que asegurar que Michiko se presentara como la más hermosa de las novias para su futuro marido. 

Fue la primera vez que la madre de los gemelos explotó, ordenó a los sirvientes que sacaran a sus hijos y no los dejaran salir. Ellos obedecieron y los retiraron, apenas se cerraron las puertas del salón que comenzaron los gritos entre el matrimonio. Michiko apenas logro escuchar las reclamaciones de su mamá sobre como pudo haber concertado un matrimonio para su hija siendo apenas una niña y su padre reprimiéndola por levantar la voz a su marido.  

Los siguientes días, los infantes no escucharon nada, apenas vieron a su padre que estaba en el peor de los humores y su madre no hacia acto de presencia por ningún lado, cuando su padre la hizo llamar, le hablo de que su matrimonio seguiría en pie, que su futuro marido y familia llegarían hasta la siguiente semana, por lo que tenía que comportarse como ula futura señora que sería.  

Michiko acepto, pero en su mente solo rogaba a dios que su futuro traiga la gloria que su padre tanto ansiaba.