Capitulo XVI

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Ambos aún seguían esperando la comida de la chica, pues se estaba demorando mucho. Mientras esto sucedía, ____ le estaba contando algunas cosas que vió durante sus misiones como kinoe.

— Después de la última misión que tuve como Kinoe, recibí el mensaje de que se me invitaba formalmente hacia la finca de Oyakata-Sama — Dijo recordando esos momentos — El me dijo que me habían ascendido a pilar.

Giyūū solo escuchaba mientras tomaba un poco de té, le parecía curioso todo lo que le contó la joven y le prestaba mucha atención.

— ¡Caw caw, ____-san misión misión! — Exclamó el cuervo fuera del establecimiento — ¡Al noroeste, al noroeste, al monte Sheicho!

____ se levantó y se disculpó con Giyūū al tenerse que irse repentinamente, salió del establecimiento para encontrarse con su cuervo. Dejando atrás al pelinegro confundido pues la joven se había ido sin comer nada.

— Pero no a comido. . . — Dijo mirando que la chica se iba corriendo y luego de unos minutos llegó la mesera con el pedido de la joven pero esta ya no estaba — Llegas tarde.

— ¡Lo lamento mucho! — Dijo apenada la pobre chica haciendo una reverencia — ¡Pero si quiere puedo empacarlo para su pareja!

¿Pareja?. Eso dejó atónito al ojiazul, ¿Acaso esa chica piensa que ____ es su. . . sin saber que responder a continuación, inconscientemente el muchacho asintió sin decir nada, aún estaba confundido por aquella palabra pero no quería que la comida no sea consumida por la chica que la pidió, se la daría cuando regrese de su misión.

— Aquí tiene y lamento mucho haberme demorado — Dijo con pena la joven trabajadora dejando el bento en la mesa — No se preocupe por pagar, déjelo así.

Giyū asintió y salió del lugar con la comida en manos, ¿Que haría ahora?, al parecer la peliblanca ya se había ido pues no la veía. Lo más seguro es que tenga que esperar a que ella regrese para poder entregársela, el pelinegro miró el bento y una muy pequeña sonrisa se asomó por su rostro.

— Tendre que esperar a que venga — Y sin más que decir se dirigió a su finca para dejarlo e ir a su misión.

El muchacho caminaba tranquilamente de regreso a casa, sin embargo pasó por la finca mariposa, de donde salio Shinōbu encontrandose con él.

— Ara Ara, Tomiōka-san — Dijo la menor caminado a él con su característica sonrisa — ¿Y eso?

— ... — Giyū no dijo nada y solo trató de volver a caminar, sin embargo la voz de la chica lo detuvo otra vez

— ¿Es un bento? — Preguntó extrañada — ¿Para quien es? Para ti no creo, ¿Para alguien?

Tomiōka asintió y dejó sorprendida a la pelinegra, quien para fastidiarlo solo dijo.

— ¿Pero a quien se lo darás? — Pregunto con cierta burla — Si a ti todos te odian.

Eso dejó algo asustado al chico, miró el bento y le entró la seguridad de que la peliblanca no lo aceptaría, primero porque el no habló y la dejó hablar sola, la segunda porque seguro lo hizo por compromiso y tercero porque el le gritó en una de sus misiones, por esas razones el piensa que ella lo va a rechazar. Con una mirada sería, Giyū le extendió el bento a la pelimorada quien sorprendida lo tomó.

— ¿Para mi? — Dijo alzando la comida — ¿Enserio?

Giyū asintió y se fue de allí sin decir nada, se sentía algo mal porque esa comida no era para Kochō, sin embargo ya no podía hacer nada, más que solo lamentarse no haber dicho ni una sola palabra.

(•••)

La peliblanca seguía corriendo para llegar a su destino y terminar con ese demonio, el lugar era algo alejado de donde ella se encontraba por lo que tenía que apurarse si quería llegar a tiempo.

•[Gélido]• || «Giyūū Tomiōka Y Tú»Where stories live. Discover now