12 - Siempre

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Cuando Enzo se despierta al día siguiente, está rodeado por un alfa y por un omega, sus cuerpos cálidos manteniéndolo seguro. Sus parejas, sus compañeros, sus amantes.

-Hola, precioso.

Levanta la cabeza ante el cariñoso saludo de su compañero omega. Agustín ya está despierto, por supuesto que sí, acostumbrado a despertar pronto e irse a entrenar. No es la primera vez que pasan la noche con él y despierta sólo con Matías, ni será la última. Esa mañana, sin embargo, es diferente.

Agustín está en la cama con él y no parece tener planes de salir de ella.

-Hola, lindo -corresponde el saludo, buscando sus labios y Agustín lo besa con ganas, sus manos deslizándose por su cuerpo en suaves caricias.

-Quiero mimarte -le dice- Quiero cuidarte, Enzo, precioso.

Asiente, dando su consentimiento para que Agustín lo toque y lo bese como desee. Sabe que su omega quiere cuidarlo y compensarlo de alguna manera por las cosas que les había confesado a él y a Matías la noche anterior, y dejará que lo haga. Nunca se perderá una oportunidad de ser adorado por su compañero omega.

Agustín es cariñoso, siempre lo ha sido, pero es selectivo y se siente orgulloso de recibir sus besos y caricias, de tener su amor.

-Mmmm Agus... -gime cuando el omega alcanza su cuello y reparte besos y suaves mordiscos allí, dejándolo con ganas de más.

-Quiero hacerte sentir bien -murmura Agustín, buscando sus labios de nuevo- Tengo unas ganas de follarte y hacerte gritar, mi amor...

Enzo tiembla ante sus palabras por primera vez en mucho tiempo. No suelen ser así, normalmente es él quien toma el rol activo cuando está con alguno de sus omegas, especialmente con Agustín, pero se deshace ante las atenciones de su compañero.

Quiere eso, quiere dejarse cuidar, y quiere...

-¿Cuidando a nuestro omega líder sin mí, Agus?

Matías, eso es lo que quiere. Quiere a su alfa y a su omega besándolo y cuidándolo, juntos. Quiere gemir en la boca de Matías mientras su omega toma su cuerpo, y al revés, pero también quiere verlos besarse y tocarse entre ellos, quiere que le enseñen lo enamorados que están y lo mucho que lo aman a la vez.

-Estabas dormido, alfa -dice Agustín, burlón- Y Enzo es tan delicioso, ¿cómo iba a resistirme?

Matías se ríe y tira de Agustín para besarlo, un beso que lo deja caliente solo de verlos. La mano de Agustín lo tantea y hace un ruido de satisfacción cuando puede introducir un dedo sin problema y Enzo gime ante esa intromisión.

-Ya estás tan listo, mi amor -murmura su omega- Tan listo para mí y para Mati.

-Vamos a cuidarte, precioso -dice Matías, inclinándose para besarlo y el gime contra sus labios cuando Agustín mete otro dedo, moviéndolos lentamente- Hueles tan bien hoy, tan dulce, Enzo...

Le encanta como lo tocan, como lo besan y como de amado lo hacen sentir. No tiene nada que ver con todas las veces que ha tenido sexo como forma de intercambio, un mero trámite frío y sin sentimientos, incómodo, sin buscar su propio disfrute y sintiéndose mal después. No, estos son su alfa y su omega, sus compañeros, y los ama tanto que no puede explicarlo. Se siente deseado y amado y le encanta, nunca quiere que paren de tocarlo, no quiere que se detengan.

-Agus... -gime entre los besos que le da Matías- Más, quiero más...

-¿Me querés dentro, hermoso?

-Sí, lo quiero... Te quiero dentro -gime en respuesta, con Matías besando y lamiendo su cuello.

-Un omega tan dulce y precioso, Agus -murmura su alfa- Y es todo nuestro.

Paint the town red [Matienzo/Poliamor]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora