SIEMPRE TÚ

Anaconda

-Nos vemos, espera. -lo llamó antes de que diera media vuelta.

-¿Sí?

-¿Quieres ir a cenar algo? -preguntó y Bosco le regaló una mirada que no pudo descifrar.

-¿Tienes alguna duda? -cuestionó.

-Ahora mismo no, pero voy a cenar, si no tienes nada que hacer...

-Tengo cosas que hacer, gracias por la invitación, en otro momento será, nos vemos.

-Claro, buenas noches. -dijo Dallas mirándolo dar media vuelta para ir al elevador, suspiró poniéndose los audífonos para salir del edificio, antes de hacerlo miró al rubio entrar bajó la cabeza y salió apresurado, ahora entendía porque no aceptaba, se dio un golpe en la frente- ¿Cómo se te ocurre invitarlo? -murmuró mientras caminaba sin rumbo fijo, se detuvo cuando su celular sonó miró el nombre de su mejor amiga y no dudo en deslizar el dedo por la pantalla para responderle- Hola. -saludó en coreano no se preocupó por sonar animado.

-Hola ¿qué ocurre contigo?

-Me equivoque. -declaró.

-¿En qué? -quiso saber Nabi- No me digas que no está en la misma universidad.

-Si, está en la universidad.

-¿Ya lo viste?

-Sí.

-No me digas que no es gay, te lo dije, te dije que posiblemente no lo era, pero eres un terco de primera.

-No, no es eso.

-¿No? Entonces ¿qué sucede? ¿en qué te equivocaste?

-Pues si te callas y me dejas hablar tal vez pueda decírtelo.

-Estamos de mal humor, lo entiendo, guardaré silencio y te escucharé a partir de ahora. -declaró, Dallas no pudo evitar sonreír mientras se sentaba en los escalones de la entrada de la biblioteca principal de la universidad- estoy esperando a que hables.

-Me doy cuenta. -dijo suspirando.

-¿Qué ocurre? ese suspiro me preocupa.

-Creo que tiene novio. -declaró.

-¡¿Qué?! -grito- ¡¿ya lo viste?!

-¡Dios mío! No grites, te escuche hasta aquí y eso que estamos en diferentes continentes.

-Lo siento, lo siento, ¿Cuándo lo viste? ¿por qué crees eso?

-La primera vez que lo vi, fue ayer en la noche, tropecé con él, estamos en el mismo edificio de dormitorios.

-¡Omg! -exclamó y Dallas tuvo que despegar el celular de su oído- Lo siento, continua.

-Para mí mala suerte choque con él, así que fue un poco brusco, me dijo molesto que tuviera cuidado o saldría lastimado.

-Bueno es que chocaste con él, conociéndote se te cayó algo al piso, tus manos son de trapo siempre se te cae algo. -por eso era su mejor amiga, nadie lo conocía como ella, ni siquiera su padre.

-Se me cayeron los audífonos. -confesó.

-Ya ves, seguramente no esperaba tropezar con nadie, es normal que se molestara.

-Lo sé, pero creo que es así, porque hoy también se portó serio no tanto brusco, pero serio ¿O fue brusco? -se preguntó así mismo en voz alta.

-Yo que voy a saber ¿te dijo algo? Cuéntame los detalles que no entiendo nada.

-Sí te callas, podría contarte.

-Bien, guardaré silencio, pero empieza por el principio.

-EL principio fue ayer, tropecé con él, me dijo que tuviera cuidado de forma tosca, me disculpé y me fui a comer a una cafetería cerca del dormitorio, tiempo después entro con un chico rubio quien lo llama Darling.