CHICAGO ━━Isaac Garcia

10 | panic

—Esto se te va a ver muy lindo. Toma, pruebatelo— Grace le extendió un sombrero se vaquero a Jackie y ésta se lo puso—. Madi, dile algo.

—Resalta tus ojos— Grace le dedicó una mala mirada. Madison se encogió de hombros —. No se nada sobre halagos, Grace.

—No quiero ir— comentó Jackie mientras se ponía de pié y se dirigía a su espejo de cuerpo completo.

—Tienes que ir. Escucha, la feria del condado es parte de tu asimilación a la vida en Silver Falls. Tienes que verte bien— comentó Grace.

—Exacto— apoyó Madison.

—No creo que a Alex le importe si mi atuendo parece de vaquera o no— Jackie se quitó su sombrero —. Creo que tiene cosas más importantes en mente.

—¿Como qué?— preguntó la pelirroja.

—Pues, competir— respondió la neoyorquina obvia —. Y que sigue enojado conmigo.

—¿Acaso no sabe cambiar de página?— preguntó Madison mientras soltaba un suspiro.

—¿Sigue enojado contigo? ¿Desde la cena de gala? Eso fue hace años— exageró la rizada.

—Y todo es por Cole, que es tan... tan horrible.

—Los ebrios dicen cosas horribles— argumentó Grace.

—Ja, dímelo a mi— exclamó Madison al recordar como su madre la trataba cada vez que tomaba.

—No, dicen cosas sinceras— contradijo Jackie.

—Sinceras y que duelen— acotó Holland.

—Exacto, es por eso que Cole dijo que quisiera que nunca hubiera venido aquí.

—Si. Bueno tal vez esto es... no sé, cuando los niños te jalan el pelo porque en realidad le gustas— sugirió Grace mientras se sentaba en la cama de Jackie.

—Mjm— murmuró la pecosa.

—Odio ese concepto. Y como sea, estoy con Alex— recordó Jackie.

—Pero pensando en Cole— recalcó Madison. Jackie en más de una ocasion había contado sus extraños sentimientos hacia Cole, no le gustaba el hecho de que esté con uno, pero pensando en el otro, pero tampoco la iba a cuestionar porque no era su vida.

—No. Ya te lo dije, estoy con Alex... o eso creo.

—Tienes que hablar con él— sugirió Grace.

—Lo intenté.

—Otra vez— insistió la pelirroja. Jackie suspiró.

—Lo haces sonar tan fácil— bufó la morena —. Ojalá lo nuestro fuera como lo de Isaa y tu— Madison sonrió, se sentía halagada ante ese comentario.