𝐌𝐀𝐃 𝐖𝐎𝐌𝐀𝐍| 𝖲𝗈𝗄𝗄𝖺 ✎

💧 ➪ 𝐔𝐧𝐨

────. Milú.

────. Ah, hola, colibrí ──── la pelirroja le sonrió al niño, dejando en el suelo al lemur que había estado abrazando ────. ¿Cómo te va? ¿No tenías entrenamiento hoy?

────. Sí ──── la sonrisa apenada de Aang la hizo soltar una carcajada ────. Pero quería escuchar la historia del colibrí y los niños de nuevo, ¿puedes, puedes, puedes?

────. Claro que sí, Aang ──── el cariño podía verse en los ojos de Milú, ambos caminaron hasta una banca y se sentaron ahí, viendo a lo lejos a todos los monjes llendo de un lado a otro ────. Hace muchos años, en el Temblo Aire del Sur, dos pequeños niños corrían por ahí jugando juntos; uno de ellos se cayó, raspando sus rodillas. La niña, que lo acompañaba, se detuvo y regresó a él para ayudarlo. En ese momento, en el que ella se agachó para ayudarlo, un colibrí pasó frente a ellos. Deteniéndose en la cabeza del niño, su amiga entonces sonrió ampliamente.

Esa era la leyenda que Milú le contaba a Aang todas las noches desde que se conocieron, cuando Aang tenía tan solo 4 años. Desde ese día, Aang le pidió que lo llamara así: colibrí. Y ella estuvo más que de acuerdo. Fue así que Aang se ganó el apodo, la única persona a la Milú había llamado con un apodo.

────. Y luego fueron amigos toda la vida, ¿cierto, Milú? ──── preguntó Aang, recibiendo un asentimiento de cabeza por parte de la pelirroja ────. Como nosotros.

────. Exacto, colibrí, como nosotros ──── acarició su cabeza, dejando que el niño se recostara en su hombro ────. Pero sabes que debes ir con los demás ahora, Aang. Y yo debí seguir cuidando niños.

────. Milú, ¿te vas a ir pronto? ──── la pelirroja dejó de observar a los monjes y fijó sus ojos en él, con el ceño fruncido por la confusión.

────. Aang, ¿por qué me preguntas eso? ──── cuestionó de regreso.

────. Porque... ya has pasado mucho tiempo aquí y sé que tu prometido te espera, entonces imagino que prontos vas a irte y formar tu familia y... olvidarte de mí ──── Milú estaba mirando a la nada, sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas solo por la mención de su prometido, y luego estaba el hecho de que Aang tuviera miedo a ser abandonado por ella, cuando claramente la única razón por la que seguía viva era por él.

────. Aang, yo nunca voy a olvidarme de ti, ¿oíste? ──── lo abrazó con fuerza, aprovechando el hecho de que Aang estaba aferrado a ella y no la veía llorar ────. Y, colibrí, hay algo que yo debo decirte.

────. ¿Qué es?

Se preparó mentalmente para soltar la bomba. Sintiendo como Aang se separaba de ella para mirarla.