Capitulo 10

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El viaje de vuelta a casa había estado lleno de risas, estupideces y promesas. ¿Me las creía?, una parte de mi cerebro, la sensata, me gritaba que fuera con cuidado, que había escuchado esas promesas demasiadas veces antes. La parte insensata de mi cerebro, se había lanzado y ya estaba planeando la boda perfecta con Liam.

Cuando llegamos a mi casa, paseamos tranquilamente desde el coche hasta la entrada agarrados de la mano. La gente nos miraba, o esa era mi impresión, y sinceramente me encantaba.

Tenía agarrado de mi mano al que mis compañeras de trabajo habían catalogado como el abogado baja bragas, y me dolía la cara de tanto sonreír porque estaba conmigo. Aquí y ahora Liam era mío.

Subimos en el ascensor con Harper y Dan, que hablaban sobre la cena, hasta que el teléfono de Dan me sacó de mi burbuja por el ruido atronador que tenia de tono.

—Hola Danny. —Silencio —. ¡Claro!, pasaros en un rato y pedimos cena. —Más silencio —. Si acabamos de llegar de hacer pádel surf, y Cassie y Matt se han ido a casa y quedamos Liam, Harper, Blue y yo. —Desvía su mirada hacia mí y supe al momento que estaba siendo criticada —. Escucha venir a cenar. Os esperamos.

Cuelga el teléfono y resopla haciendo que el pelo que le caía sobre la frente se moviera.

—No quieren que este en mi propia casa.

—No exactamente. —Apoya su cabeza contra el espejo del ascensor —. Pero no entiende que solo estemos nosotros cuatro.

Mantengo la boca cerrada esperando a que alguien dijera algo. Danny y yo nunca hemos sido amigas, de hecho, nunca nos hemos llevado bien. Teníamos lo que se puede denominar como diferencias irreconciliables.

Ella no entendía porque Liam estaba conmigo cuando en su pueblo a las afueras de Los Ángeles, tenía a todas las chicas que quisiera, y lo mejor es que ella las conocía y las podía manejar, cosa que conmigo no. Salí del centro de Los Ángeles y nunca le gusté por mi forma de ser.

—Me cansa este tema con Danny y David. —La voz de Liam sale en un susurro bajo —. No son nadie para decirme con quien estar.

—Sabes que siempre han visto a Blue como una niña mimada. No va a cambiar. No les gusta y seguirán intentando convencerte de que te alejes de ella.

Salgo del ascensor casi llevándome por delante a Dan, y abro la puerta del apartamento conteniendo las lágrimas de rabia. Sabía lo que pasaba, pero era la primera vez que el propio Liam y Dan lo confirmaban tan abiertamente. Logro llegar al baño para ducharme antes de que nadie me viera llorar y me encierro con el seguro de la puerta echado.

Era una auténtica estúpida si pensaba que esta vez las cosas serían diferentes. Liam tenía un entorno muy cerrado. Básicamente se resumía a Danny, David y Dan. Dan me aceptaba porque se había molestado en conocerme, y Danny y David me odiaban porque pensaban que iba a volver a Liam un estirado y estúpido de capital, cosa que ni se me pasó por la cabeza. Me gustaba Liam como era y quería a Liam como era, no necesitaba cambiarle.

Me desnudo lentamente echando al cesto de la ropa sucia la camiseta de los Bulls y el bikini, y abro el grifo para que el agua se calentara mientras me quitaba las trenzas ya deshechas por el agua, y ponía música en el móvil.

Entro en la ducha, y cuando cierro la mampara, me aíslo del mundo exterior. Solo escuchaba la música salir del altavoz del móvil y el agua caer sobre mi relajando mis músculos.

Intentaba entender desde hacía años, el motivo por el que Danny me odiaba. Tenía claro que David me odiaba por cercanía a su novia, aunque en alguna ocasión fuimos capaces de mantener alguna que otra conversación y resultó una persona agradable, pero Danny, ella me odiaba desde el primer minuto y no tenía ni idea de que había hecho para ello. Al principio pensaba que era porque le gustaba Liam, pero cuando empezó a salir con David descarté la idea y ahora después de los siete años que llevaban juntos, me parecía una posibilidad aún más remota.

BluebirdWhere stories live. Discover now