Capítulo 32

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-¡Nuggest!-chilló con emoción Martin, cuando las recibió en la puerta.

No le dio a Chiara ni tiempo de saludarle, cuando se lanzó a sus brazos y se le colgó del cuello. La ojiverde empezó a reírse.

-Hola, Martin-dijo cuándo se separaron finalmente, mientras Chiara veía el brillo en aquellos ojos marrones.

Pero en pocos segundos el niño se separó de la morena , mirándola con el ceño fruncido para luego cruzarse de brazos. Chiara sabía que estaba en problemas. Tragó en seco.

-¿Qué... qué hice?-preguntó, mirando a Violeta y Miriam, que veían la escena muy entretenidas y se encogieron de hombros.

Martin la miraba con ojos amenazantes mientras daba golpecitos en el piso con la punta del pie.

-¿Por qué no has venido a visitarme, Nuggets?-preguntó acusando a la pelinegra, quien abrió los ojos.

-Bueno, yo no he podido porque estuve ocupada-dijo esa vaga excusa mientras se rascaba el cuello, el pequeño dramático la miró con los ojos entrecerrados.

-Pudiste haber venido igual, con mi hermana-replicó, señalando a Violeta, y Chiara negó con la cabeza.

-No podía... eh, mucha tarea.

-Podrías haberla hecho aquí. Mis hermanas te podían ayudar-dijo haciendo una mueca y Chiara no quería que le siguiera mirando con enojo.

-Te extrañé. Te extrañé mucho, Martin-dijo haciendo un puchero y el niño volteó el rostro con arrogancia, aunque intentaba contener una sonrisa.

-Te... te perdono si juegas a la Play, conmigo-dijo la condición, las ojiverde sabía que ese niño amaba jugar videojuegos.

-Jugaré todas las horas que tú quieras-acordó, acercándose a Martin y dándole un beso en la mejilla.

El pequeño la miró sorprendida, pero luego le dio un ligero golpecito en el hombro.

-¡Nuggets, no hagas eso! ¡Sigo enojado contigo! -dijo cruzándose de brazos y rodando los ojos al igual que lo hacía Violeta, era su copia.

-Dios, que lindo. Eres igualito a tu hermana-musitó cubriéndose el rostro con las manos, para luego lanzarse a abrazar al niño, mientras le daba besitos por toda la cara y él se reía.

-¡Nuggets... no... nooo!-suplicaba riéndose e intentando huir de Chiara, pronto reprendería a su pelinegra.

-¿Lindo?¿A qué hermana te refieres?-preguntó Violeta cuando se separaron, y Chiara sintió un vacío en el estómago, ya que había dicho aquello sin pensar.

Debía de hacer algo. Piensa, piensa.

-Pues a quién más-dijo guiñándole a Miriam quien se río en alto y le mostró la lengua a Violeta, la propia rodó los ojos-. Vamos, Martin.Quiero jugar contigo.

Martin, olvidando su enfado, tomó a la chica de la mano y la llevó hasta la sala. Las otras chicas fueron a la cocina para hablar y a Chiara le pareció perfecto, estaría a solas con el niño. Jugaron un rato con un juego de disparos en el cual el pequeño le pateó el trasero. Después vino un juego de dragones que fue asombroso, ya que hacían aventuras mientras las dos eran compañeros. En una había que pelear contra un villano monstruoso mientras la otra tendría que abrir la puerta del castillo. Martin le daba al monstruo, pero Chiara también tenía problemas para llegar a la palanca.

-¡Vamos, vamos, Nuggest! No tengo todo el día-reclamó mientras se levantaba y sostenía el mando, apretando los botones.

-¡No puedo, no puedo, me tiene acorralada!-se quejó la pelinegra de rodillas sobre la alfombra mientras veía la pantalla, habían tres demonios rodeándola mientras ella les echaba fuego.

RIVALES [Kivi ver.]Where stories live. Discover now