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Al pasar de los días Agustín y Martina eran solo besos y abrazos, ninguno se había hecho la gran pregunta.. un día todo cambió.

16 de Junio

Eran las 6 de la mañana y Martina se encontraba preparándose para ir a trabajar, hace una semana que ella y su enamorado no hablaban, ella le escribía pero él no mostraba interés en responderle.

Martu le preguntó a todos sus amigos qué estaba pasando pero ellos tampoco sabían. Ella estaba demasiado triste y casi que le costaba levantarse de la cama.

Le pidió a su mejor amiga que le haga compañía y ella se quedó por toda la semana, Martu se cansó y decidió ir a trabajar pero esta vez con ganas.

Llegó y comenzó a interactuar con sus compañeros; ella se había olvidado de todo lo malo, estaba riéndose y disfrutando, aunque extrañaba a su mejor amiga.

Narra Martina

— Hoy llega el chico nuevo – decía su mejor compañera de trabajo.

— Eh? – Martina se dió vuelta y pusó una cara de confusión.

— Sí, el nuevo ese del que hablaron ayer.

— Cómo se llama?

— No sé, algo de Agustín.

— Lain?

— Eso! Lain!

— Ah..

No comprendía el por qué trabajaba si él era streamer y en una semana se iba a hacer un cortometraje, quizá necesitaba plata o algo pero.. ¿por qué no me pedía?

Seguí con mis cosas y comencé a acomodar, limpie la mesa y cuando termine todo me dí cuenta que no llegaban más clientes.

Me senté en un banco que había cerca del mostrador y comencé a navegar por Twitter, después de aburrirme abrí Instagram y noté que Camila había subido una historia.

Mi corazón se partió de a poco y lo único que sentía era bronca, tenía ganas de pegarle una trompada a ambos y llorar demasiado, el odio que le tenía crecía cada vez más

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Mi corazón se partió de a poco y lo único que sentía era bronca, tenía ganas de pegarle una trompada a ambos y llorar demasiado, el odio que le tenía crecía cada vez más.

— Gorda, podes limpiar ahi porfa? – me dijo Lucas, un compañero mío de trabajo, es pelirrojo, tiene ojos verdes y pecas, muy lindo y tierno – Gorda? – notó que estaba petrificada mirando el celular – Martina! – gritó – Qué pasó?

— Eh? – me dí vuelta a mirarlo – no, nada, nada, qué me pediste?

— Que limpies ahi – me miró extraño y se fue a cocinar, yo me quedé limpiando donde me había dicho y cuando terminé acomodé un poco los cupcakes.

Al poco tiempo después llegó el "nuevo compañero", no hace falta que lo describa, era un envidioso, idiota, pelotudo, inútil y bobo, pero también era precioso, tierno, compañero y copado.

𝐌𝐘 𝐄𝐍𝐄𝐌𝐈𝐄 || Agustín LainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora