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Narrador Omnisciente

Martina se acercó a Enzo y pasó su mano por la cara, él simplemente actuaba mientras que ella estaba muy triste, por su cabeza pasaban muchas cosas y una de esas era el conflicto con Agustín.

— Estás bien? – susurró el alto, preocupado.

— Sí – tartamudeo y miró a los labios del otro.

— No estás actuando, no? – rió – Sabes que estoy saliendo con Lucía – se alejó – tenes novio, Mar.

Martina notó como este se alejaba, mientras que su mejor amiga la miraba, confundida. La pelinegra corrió hacia donde estaba Enzo.

— Qué pelotudeces decis, Enzo? – se aproximó a él.

— No son pelotudeces – se acercó a ella – noto en tu cara todo lo que está pasando – pasó su mano por la cara – pero Mar, tenes novio.

— Pero.. no soy ni siquiera un gramo de linda para vos? – se atrevió a preguntar.

— Te das cuenta lo que decis? – la miró a los ojos y quedaron hipnotizados.

— Perdón – bajó la cabeza. — Sí

— Qué?

— Sos hermosa, Mar – subió la cabeza de la otra – pero códigos son códigos – la besó cerca de los labios y se dió vuelta. Ella quedó parada en el mismo lugar mientras lo miraba.


Martina se retiró del lugar, literalmente se fue a la naturaleza. Se sentó en un lugar cerca y miró la gente que pasaba. Una nena chiquita, agarrada de la mano de su madre. Ella simplemente deseaba ser aquella niña y disfrutar de su infancia, cuya cosa no pudo hacer.

"Pero códigos son códigos" era lo único que pasaba por la mente de la pelinegra, mientras miraba como las personas pasaban cerca de ella, se daba cuenta que pase lo que pase, el mundo no se había acabado.

— Me enteré – dijo su mejor amiga aproximándose al asiento de al lado.

Martina la miró confundida – Qué cosa?

— Sé que te atrae Enzo, siempre lo supe – rió – desde el día que hablaron esa noche, supe que algo pasaría con él – la miró – cuando empezaste a salir con Agustín, creí que ya no había más de eso – miro hacia un perro que justo pasaba por allí – supongo que me equivoqué.

— Hay algo en lo que.. – dirigió su mirada hacia Lucía – hay algo en lo que yo siempre pienso, sabías?

— Qué cosa?

— El beso que hubo entre vos y Agustín.

— Eso no significó nada, Mar.

— Por qué si creías que Enzo me atraía, fuiste con él? – dijo, enojada – Por qué le terminaste a Felipe "por la distancia" pero sin embargo, sin saber que Enzo vendría a Argentina, con él si lo quisiste intentar? – se levantó del asiento – creo que el estorbo en toda mi vida fuiste vos – Martina entró y agarró su bolso, como acto seguido volvió al hotel, donde agarró sus cosas y buscó otro lugar en donde quedarse.

Lucía permaneció en aquel banco, destrozada por lo que su "mejor amiga" acababa de decirle. Carol se aproximó a la morocha y se sentó a su lado.

— Qué pasó? – sujetó el mentón de la otra e hizo que la mirara.

— Nada – dijo, mientras alejaba su cara de la otra.

— Contame, quizá puedo ayudarte.

— No, no podes hacerlo – se levantó y se limpió las lágrimas, empujó a Enzo que justo pasaba por ahí y siguió de largo, sin disculparse.

Carol miró como ella se iba rápidamente y Enzo la miraba confundida, se levantó y se fue de ahí, lo unico que pensó fue que estaban todos locos; y un poco de razón tenía.





Narra Agustín


Me encontraba tirado en la cama sin saber nada de Martina, ella se rehusaba a responder mis llamadas y mis mensajes, había pegado un poco más de onda con Clara, nos hablabamos más, pero eso no significa que yo no amara a mí novia.

No sabía que estaba pasando en España, mucho menos qué hacían o cómo les iba, como conté antes; Martina no quería hablarme ni contarme de ella.

Mi puerta sonó y me levanté de la cama, abrí sigilosamente y noté que del otro lado se encontraba Clara.

— Qué pasa?

— Hola tonti – abrió la puerta y me besó rozando los labios, me corrí y me miró, extraña – qué pasa..?

— Qué haces, loca? – la empujé.

— Para Agus! – exageró.

— Qué haces aca, Clara? – escuché como Juani abría la puerta, de chismoso.

— Te vine a ver gordo.. Pipu me contó que estás mal.

— No estoy mal, andate! – le cerré la puerta en la cara.

Se escuchaban las quejas de Clara del otro lado mientras que Juani la boludeaba, él se ofreció a abrirle la puerta y por mucho que le costó la sacó de casa.

Apenas ella se fué salí a la cocina. Agarré una Coca Cola normal que tenía en la cocina y me la subí a la habitación. Me tiré a la cama y tiré el celular a un lado. Ahogué mi cara en mi almohada y me dormí de la bronca que tenía.

Narrador Omnisciente.

Nadie sabía dónde se encontraba Martina, desde aquella "pelea" entre Lucia y ella se había desaparecido por completo. A la morocha no se le veía importante, no le importaba si su mejor amiga literalmente acababa de desaparecer. En cambio, Carol se veía muy preocupada, estaba buscando por todos lados y preguntando si alguien había visto a una chica pelinegra y con los ojos enchinaditos.

— Cómo? – dijo un chico alto – Sí, se fué por allá – señaló una calle medio cerrada, pero que tenía una hermosa vista.

— Gracias – Carol guardó rápidamente su celular y salió corriendo.

Cuando llegó al final de aquella calle comenzó a escuchar sollozos, aunque no veía a Martina o alguna chica parecida a ella.

Busco por todos lados, incluso gritó su nombre, pero ella no apareció.

PERDÓN Q TARDÉ MUUCHOO
clases y la rptm

espero les gussteee

𝐌𝐘 𝐄𝐍𝐄𝐌𝐈𝐄 || Agustín LainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora