Capitulo 43

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POV Tyler

Mi erección no podría estar más dura aunque quisiera, era una verdadera tortura ver a Lucas montar aquel dildo sin misericordia de ninguno de los tres.

Sus mechones marrones rebotaban en su frente, su ceño fruncido por el esfuerzo, su abdomen mostraba su delicada uve llevando inevitablemente nuestra mirada a su pecaminosa polla humedecida por el lubricante.

Estabamos todos absortos en alcanzarlo en su persecución por el clímax, mis dedos se perdían en el interior de mi estrecha entrada la cual se había humedecido con mi saliva y mientras montaba mi mano sin descanso causaba un sonido de chapoteo por el constante movimiento.

Sentía mi piel arder y mi alma estaba tocando el cielo, mis ojos se entrecerraban por el cosquilleo tan placentero que me recorría y me costaba ya mantener el ritmo, estaba tan cerca del borde.

Adam jalaba furiosamente su longitud con los ojos oscuros perdidos en el deseo a la par de Roberto, sus durezas meciéndose frente a la pantalla tentándonos a meterla en nuestras bocas. El saber sus sabores, sus olores y las sensaciones que conllevaban el tenerlas a mi disposición hacia aún más grande la tortura bajo la que nos encontrábamos.

Adam tensaba los músculos de sus piernas y brazos follando su mano sin descanso, su piel bronceada invitandonos a lamerla y haciéndonos desear estar ahí.

Los tatuajes de Roberto danzaban sobre su piel a la par de sus movimientos, amaba la forma en que se contoneaba frotando de la base a la punta de su longitud sin dejar de mirar cada uno de nuestros movimientos.

Los dedos de mis pies cosquilleaba a la par que la tensión se acumulaba más en mi abdomen bajo al escuchar los jadeos y gruñidos saliendo de boca de mis novios, quería, anhelaba con todo mi ser estar ahí y probar el dulce elixir que pendía de las puntas de sus pollas, quería deslizar mis lengua por todo la piel expuesta y sobre todo, quería sentirlos profundo dentro de mí.

Los músculos de mis piernas ardían por el esfuerzo y el sudor ya corría por mis mechones, estaba cerca y ellos también.

-Juro que jamás había sentido tanto deseo por alguien hasta que los conocí- murmuró agitado Roberto. Lucas gimió con necesidad dejándose caer una vez más en el dildo que montaba.

-Carajo, sus movimientos son demasiado adictivos- gruñó Adam rodeando con más firmeza su base tratando de posponer su corrida.

-Estoy... estoy al límite- gimió Lucas y fué mi perdición.

Sentí la tensión acumulada explotar en mi interior mientras mi entrada se contraía alrededor de mis dedos, la pantalla del celular se manchándose de mis chorros de semen al ser liberados.

Estaba flotando en una bruma de placer al escuchar la sinfonía que creaban ellos al alcanzarme cada uno desatando su climax y soltando su escencia en sus manos.

Una risa ronca me hizo dirigir la mirada a la pantalla mientras sacaba los dedos con suavidad y los limpiaba con la camisa que había usado.

Roberto sonrió con perversión lamiendo sus dedos.

-Desearia poder teletransportarme justo en éste momento y poder estar con ustedes- suspiró Adam y limpió su escencia con unas toallitas húmedas.

-¡Ese pensamiento ha estado rondando mi cabeza desde hace rato!- exclamó Lucas sacando el dildo con cuidado. -No me malinterpreten, amo a mi mami pero ¡Por todos los cielos! Nunca había extrañado tanto a alguien y en tan poco tiempo- susurró acercándose a la pantalla como si su madre estuviera con la oreja en la puerta de su habitación.

Una sonrisa llena de malicia surcó mis labios.

-Talvez tenga que acusarte con mi suegra la próxima vez.

Internado para ninfomanos (En Edición)Where stories live. Discover now