Capitulo-1

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Pov. Kiara


Lo último que recuerdo es la fiesta a la que fui ayer con mi hermana a las afueras de Newhaill ignorando las advertencias de nuestra abuela de nunca acercarnos al bosque. Cómo si ahí residieran los monstruos que nos contaba de niñas. La cosa fue que bebi como nunca antes al descubrir a mi hermana pasándosela rico con mi novio en una de las habitaciones; y en vez de gritarle como quizás lo debería haber hecho o golpearla, baje las escaleras con los pedazos de mi corazón roto e intenté reparar mi dolor bebiendo todo lo que encontraba en la fiesta. Incluso vire parte de una botella en mi traje de Caperucita, para luego salir por la carretera en busca de mi lobo.

En mi filosofía de mente borracha eso tenía sentido, pero no las luces, el recuerdo de un lobo negro gigante y luego nada.

Mi cabeza quiere estallar e intento mover mis manos pero una superficie fría me lo impide. Se me escapa un gemido, con el roce de algo cálido en mi intimidad, una y otra vez como si estuviera en un sueño erótico. Y no puede ser porque soy virgen a penas me he masturbado en mi vida, pero esto se siente tan delicioso. Abro los ojos de golpe cuando muerden mi clítoris.

Y se me atasca el aire en los pulmones al ver a un tipo como sacado de una revista con su cabeza entre mis piernas, lamiendo y chupando con avidez.

Sus hombros son anchos, con músculos definidos a penas puedo ver su cara debido a su pelo. Y compruebo con horror o más exitación que estoy completamente desnuda y a su Merced. Encadenada a una especie de cama y mi boca amarrada, por lo que a penas puedo hablar y mis gemidos son amortiguados por el sabor de la cuerda. Mis ojos van de mi captor hacia el cielo estrellado que es testigo de esta locura con una luna roja.

- Sabes tan rico mi luna- gruñe en una voz completamente masculina que electrifica mi piel, incluso cuando sus ojos impactan en los míos en un perfecto dorado con un halo azul con mucha intensidad- No sabes cuánto tiempo desee tenerte así, toda mía.

Esto es una locura, yo no llamo luna. Y no soy de nadie. Intento protestar y luchar pero su lengua vuelve a mi zona palpitante creando una ola de placer, una de sus manos llega con perfecta facilidad hacia uno de mis pechos y le da un apretón, sin delicadeza alguna. Y retuerce el pezón entre sus dedos, creando una mezcla de sensaciones acumulativas.

Su lengua se sumerge en mi vagina penetrandome después de tomar todo de mis labios de una manera animal, para introducir un dedo invasor en mi canal, me tenso sin poder creer que valla a tener mi primera vez con este desconocido y borracha.

- No te preocupes mi luna, no sabes cuánta satisfacción me da ser el primero y te prometo que seré el último en tú vida- dice el loco sexy al notar la reacción de mi cuerpo y sube con besos húmedos por mi cadera para tomar mis pechos en sus rosados labios.

Por un momento detallo su cuerpo entero desnudo y juro que nunca ví un hombre asi de hermoso y perfecto. Hasta su miembro era la definición de perfección, erecto grande con venas , de color moreno como su piel y músculos correctos en cada parte de su anatomía. Qué me hacía preguntarme si eso realmente cabría dentro de mí.

Mis dudas fueron calladas cuando sus labios tomaron los míos, en un beso que nunca antes había tenido comparado con los que me daba con el infiel de mi novio. Esto si era un besazo de los que leía en los libros de romance que te consumían la vida. Sus manos callosas me recorrían los costados hasta llegar a mis nalgas y tomarlas entre sus manos para acercarnos, pegando su virilidad a mí.

- Pronto estaré dentro de tí mi luna- gruño en mi oído mordiendo mi lóbulo al abandonar mis labios para bajar a mi cuello.

Ya yo estaba tan mojada que entre el alcohol y está burbuja de excitación me encontraba en el punto de rogarle que me hiciera suya.

Y el lo sabía ya comenzó un Vaivén levantando mis pies hacia sus hombros y rozando nuestras intimidades en una danza peligrosa, sin llegar a penetrarme completamente. Era algo tortuoso, enfermo, pero a la vez como un juego de expectaccion que se acabó cuando sonrió y se introdujo en mí de golpe.

- Ahhhh- grité con todas mis fuerzas entendiendo al fin porque muchos decían que la primera vez dolía.

Y dolía como los mil y un demonios, al punto que me sentía en una bajada de realidad, de qué demonios estoy haciendo que se vió opacada por los movimientos de mi captor que dejó de estar quieto para entrar y salir de mí sin piedad como si a penas fuera una muñeca de trapo entre sus manos. Una muñeca que cobró vida entre sus gruñidos animales o como coloco sus manos en mi cuello asfixiandome mientras me penetraba y ya podía sentir su propio placer en mi cuerpo. Llegando a un vínculo mucho más allá.

- Joder mi luna qué apretada eres- gruñó y por un momento sus ojos se volvieron azul pero luego retomaron a dorado acelerando sus embestidas mientras me situaba de lado estirandome lo máximo que daban las esposas en distintas posiciones.

Yo no paraba de morder la cuerda como si fuera mi salvación entre gemidos y gritos, como una cascada chorreante. Cuando sentí su calor en mi cuello y se derramó en mí en el más puro éxtasis clavando dos agujas que me hicieron preguntarme si  había estado con un vampiro cuando se apartó de mí al fin y me abrazo la oscuridad del sueño.

Quizás todo si fue un sueño o una pesadilla.


"Encadenada al Rey Alfa" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora