" él se parece mucho al cielo y yo luciendo como infierno "
- ¡DALE MADI, DESPERTATE! -gritó la rubia interrumpiendo mi sueño, tirandome una almohada. - Son las dos de la tarde mamita, tenemos que ir a comprar las cosas para la noche.
Me habia olvidado completamente que hoy era 31 y se festejaba año nuevo, iba a ser la primera fiesta sin festejar con mi familia ya que la tenia un poco lejos, pero al menos la tenia a Lola y nuestro plan de hoy era ponernos bien en pedo y recibir el año de esa manera, lastima que tenia que trabajar.
- La puta madre -putee en lo bajo y me tape la cara con la manta, rápidamente mi amiga volvio a destaparme. -Déjame.
- No, cámbiate y vamos a comprar -dijo -Te hago un café y unas tostadas, ¿querés? -asentí sin decir ni una palabra.
Luego de unos minutos disociando antes de levantarme de la cama, por fin tomé fuerzas y me separé de una de mis cosas favoritas ahre exagerada.
Ya en el baño me lavé la cara y finalicé poniendome mis cremas, los dientes me los lavaria despues de desayunar. Me dirigí al comedor y ahí me esperaba Lola sentada mientras tomaba unos mates, frente a mi silla habia un plato con dos tostadas con queso y una taza de café.
- ¿Ya estas más despierta? -asentí. -Re cargosa, pero tenemos que comprar todo ahora antes de que se llene más de gente, no te desperté más temprano porque tenia miedo de comerme una piña.
Reí -dejame desayunar que despues me cambio y vamos -dije y le dí un sorbo al café, haciendo una mueca al saborear lo amargo que estaba y luego agregarle unas dos cucharadas más de azúcar.
Viboreabamos de todo mientras que cada una desayunaba, lastimosamente nuestra charla tan entretenida fue interrumpida por unos golpes provenientes de la puerta.
- ¿Esperas a alguien? -pregunté yo y ella negó confundida, sin más me acerqué a la puerta y la abrí.
- ¿Que manía tenes con abrir la puerta sin antes preguntar quién es? -dijo el pelinegro alto del lado de afuera de la casa.
- Ah, sos vos -dije sin expresión alguna -¿Que te trae por acá?
- Que ortiva, ¿lo esperabas a el otro? -bromeó él pero para mi yo recién levantada no le causo nada de risa -Bueno che, perdón.
- ¿Que querés? -pregunté nuevamente.
- Me voy a pasar año nuevo a la casa de mi mamá y me quedo un par de dias ahí, la gata no puede viajar conmigo asi que queria ver si me la podias cuidar -dijo él señalando con la mirada a la gata de manchitas naranjas que estaba dentro de una jaulita, la miré para luego volver mi vista hacia él.
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𝐍𝐎𝐂𝐇𝐄 𝐃𝐄𝐋 𝟐𝟑 felipe otaño
Fanfiction𝟐𝟑 | a felipe lo que menos le importaban eran los códigos. ©enzowachiturro 2024