uno

264 26 7
                                    


" sé que tengo pinta de negro, igual te la pinto de rosa "

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

" sé que tengo pinta de negro, igual te la pinto de rosa "


- ¡FELIZ AÑO! -chocamos las dos copas de vidrio que contenian sidra y brindamos, rapidamente nos abrazamos mientras que la rubia dejaba un tierno beso en mi frente.

- Te amo amiga -dijo ella y yo la abrace más fuerte.

- Yo más - respondí.

Ya estabamos un poco bastante pasadas de copas, dentro de todo estabamos conscientes, pero luego de unos 30 minutos boludeando y comiendo las cosas dulces, ya teniamos que partir hacia el boliche.

No teniamos problema en caminar hasta allá, probablemente si, era peligroso el ver a dos chicas detonadas por el alcohol y caminando en las calles oscuras de Buenos Aires, pero eso no iba a impedir nuestro festejo del nuevo año.
Luego de unos minutos bastantes largos caminando y diciendo boludeces llegamos al boliche, todavia estaba vacio pero no tardaba en llenarse, eran la 01:00 am y 20 abrian las puertas.

Dejé mi cartera a un lado guardada y pasé por debajo de la madera que me permitia pasar del otro lado de la barra, tratando de no tentarme tras ver las diferentes botellas de alcohol que habian en las repizas de madera detras de mi, solamente me serví un vaso de agua con hielos para bajar un poco, seguido de eso me prendí un cigarro.

Miré a Lola que habia copiado mi acción prendiendose un cigarro y me miro haciendome una mueca.

- Me aburro -dijo mirando la pista vacia para luego volver a verme a mi, yo amablemente le compartí mi vaso de agua.

- Toma, vos estas peor que yo -hablé y ella asintió riendo.

Luego de una hora de espera las pistas ya estaban llenas de gente y cada vez llegaban más, con Lola ya nos habiamos rescatado un poco del pedo pero una vez que nos dimos cuenta que ya estabamos sanas otra vez, no tardamos en volver a tomar, yo tomaba muy de vez en cuando pero el estado de la rubia era algo dudoso.

- ¿No vas a tomar conmigo? -preguntó mirandome extrañada.

- No puedo gorda, tengo que estar consciente para preparar bien los tragos -respondí y ella sin rendirse aún me miraba con esos ojos de perrito mojado tratando de convencerme.

Lo bueno de haber empezado a trabajar en un boliche era que ademas que podia agarrar lo que quiera de la barra, también mi amiga venia a hacerme el aguante, aunque aprovechaba que tenia barra gratis ella tambien al tener una amiga bartender.
No me quejaba de este trabajo, fue el primer laburo que me salio y no me molestaba para nada trabajar en un boliche, de hecho una de mis cosas favoritas son salir a bailar.

𝐍𝐎𝐂𝐇𝐄 𝐃𝐄𝐋 𝟐𝟑 felipe otañoWhere stories live. Discover now