Desire Noche Inmoral (+19)

Capítulo 2

Swan Lake

Capítulo 2

Rehyz, el malvado rey se ajustó en la espalda la ballesta mientras cabalgaba seguido por Fausto; Su paje.

—Majestad, ¿Cree usted que encontraremos una presa tan lejos del palacio? Esas criaturas ya han de haberse comido todo lo que toca este valle.

—Es probable...

Sus agudos ojos estaban en el camino. Cazar se había vuelto un deporte para él. Disfrutaba del miedo y la adrenalina que provocaba el adentrarse en los peligros del bosque.

—¡Draco! ¡Stolas! ¡Flauz! —Los tres canes de tamaño descomunal miraron mientras daban paso altivo —¡Vayan!

Se dispersaron en el bosque para alertar de peligros y presas.

Se dirigían al lago, al sitio donde todo terminó la última vez y fijaron su vista en los cisnes que habitaban allí.

La capa negra le cosquilleo las mejillas y sus anillos le apretaban la carne al igual que el chaleco tipo corset que servía como una protección menor.

Al estar cerca, alzó su puño desnudo y no el que llevaba un guante para sostener las riendas. Se detuvieron y él desmontó la bestia; Un caballo negro llamado Caliope.

Piso como una pluma a pesar de su monumental estatura y conforme a eso su peso.

Vio a las formidables criaturas en el lago. Los cisnes se movían silenciosos. Apuntó a una hembra cuando sus ojos se posaron en la lejanía.

Era...Cabello negro, el cabello de la familia real. Había una posibilidad de que fuera Odette. Su única hija.

Disparó la flecha contra ella como si fuera un animal. Así no escaparía.

Ella no debía estar ahí. No todavía.

Se encaminó a su presa para acabar con la agonía de aquella joven.

Era ella, era Odette. No tenía dudas cuando vio su rostro infantil.

La levantó al ver que estaba perdiendo el conocimiento.

—¡Majestad...!—. Fausto miró a la joven. —¿Qué hace ella...?

—Hay que atender su herida—. Intervino Sahed; el guardia real.

—¡Es la princesa, Odette! —Anunció el Paje.

Sin decir nada le arrancó la flecha del abdomen lo que la hizo chillar de dolor. Con sus manos le rasgó el corset para ver la herida.

Sus hombres se giraron de inmediato, ya que sin importar la circunstancia nadie debía posar sus ojos pecadores sobre la tierna piel de la señorita.

Para ellos no era la sirvienta de un burdel, sino la hija de Rehyz Von Rothbalt. Sin su consentimiento no tocarían ni un solo cabello de Odette.

Lo lamentable era que no eran los seguidores de Rothbalt lo que le preocupaba. Era él... él era el terrible tirano que había conquistado aquella tierra al asesinar brutalmente al anterior gobernante.

Le rasgó parte del vestido de la parte inferior de su faldón, una larga tira que le ajustó en el abdomen. Logró hacerla retorcerse con la fuerza que apretó la venda para evitar el sangrado.

—Si eres mi hija vas a poder aguantarlo —. Soltó con una voz lánguida concentrado en salvarle la vida.

Se quitó la capa negra y espesa para envolverla en ella y se la puso al hombro.

—¡En marcha! —. Gritó el paje advirtiendo que estaban listos para partir. Que era seguro mirar.

Sin embargo, el rey subió sobre su corcel y con las espuelas golpeó con fuerza el abdomen de Calíope que salió disparado hacía el palacio.