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Volar.

¡Si le pones una mano encima te juro que te matare! - grité molesta

Apreté mis puños y él seguía con el mismo semblante.

Jimin.- Entonces vayamos fiore - me dijo completamente tranquilo 

No se como lograste mi información pero si es cierto que lo tienes - hablé sin apartar mi mirada sobre él - Quiero que en este momento hagas una videollamada

Jimin.- ¿Me estas dando ordenes fiore? - preguntó alzando una ceja 

No respondí y el solo sonrió levemente. Comenzó a teclear y hablar en italiano, unos segundos pasaron cuando extendió la pantalla en frente mío y lo pude ver con una enorme sonrisa en su rostro.

¡Soeur! - gritó emocionado

¡¿êtes- vous ok?! - pregunté preocupada

¡Odio que hables en francés! - hizo un leve puchero - ¡Y respondiendo a tu pregunta estoy bien!

Una parte se alivio que este bien, por la forma que se esta expresando se que esta diciendo la verdad.

¿Desde cuando estás ahí? - volví a preguntar 

Desde ayer - respondió emocionado - ¡Muero que vengas ya! - miró detrás de él - ¡Llámame cuando estén en Italia, iré a jugar con mi nuevo amigo!

¡E- espera! - grité 

Pero era demasiado tardé, terminó la videollamada, gruñí molesta.

Jimin.- ¿Lista para irnos? - me preguntó 

Si tiene algún rasguñó lo lamentarás - lo fulmine con la mirada 

Solo sonrió y me pidió que lo siguiera, los dos salimos del apartamento para caminar por el pasillo; no miraba nada sospecho de él o de las personas que están detrás de nosotros. Entramos al elevador y escuché que esas personas le hablaban en italiano y cada palabra me estresaba demasiado.

Eso es algo que me molesta en estos momentos, mi imaginación se esta sobrepasando. ¿Y si era una trampa?, ¿En estos momentos podría lastimarlo? ¿O matarlo?, mi respiración comenzó acelerarse.

Jimin.- Él esta bien - murmuró cerca de mi oído 

Me asusté y lo giré a ver, sonrió un poco y por alguna razón me sentía un poco aliviada antes de tener una crisis de ansiedad por mis pensamientos en estos momentos; las puertas se abrieron y salimos, algo que nunca me había percatado que por esta zona, es una zona de mucho dinero.

Realmente pasaba por la calle pero nunca me di la tarea de observar a mi alrededor, mi vida cotidiana era de trabajo, casa y trabajo; esa es mi rutina de todos los días, no salía muy seguido pero los constantes berrinches de mi amiga para que disfrute mi vida era algo que me veía la necesidad de salir, por ella.

Salimos de recepción y una gran camioneta nos estaba esperando, abrieron las puertas y los ojos están puestos en mi.

¿Tengo algo en la cara? - pregunté confundida

Jimin.- Las damas primero - me dijo 

Caminó unos pasos hacia la camioneta pero se puso a lado, me extendió una de sus manos y al aceptarla, me subí a la camioneta seguido de él. Las puertas se cerraron y el conductor comenzó acelerar para alejarnos de aquí.

Entre Balas Y SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora