Entre Balas Y Secretos

18

No Angel

Caen, Francia

Ivo.- ¿No piensas despegarte de ahí? - preguntó a mis espaldas

Giré levemente y pude observar que dejó un plato con estofado sobre la mesa de madera, nuevamente giré mi cabeza y seguí observando a través de la ventana.

Pude escuchar sus pasos acercarse, el piso de madera rechina por cada paso que uno da. Se sentó aún lado mío y solo miro detalladamente las personas que pasaban.

Ivo.- Él estará bien - me dijo

Hace días que no llama - hablé - Él no es así

Ivo.- Sabes que su trabajo siempre es así - dijo - Debe seguir con su trabajo y eso implica no estar llamándote

No me convencía, él no es así. Lo conozco demasiado bien, aunque esté ocupado siempre hace una llamada de tres minutos solo para decirme que todo está bien.

Pero está ocasión no es así, su viaje a Australia sería de varias días pero por alguna razón ver el semblante en su rostro antes de irse de la casa, logró inquietarme.

No le gusta decirme, pero está ocasión me inquieta su bienestar. Pude ver como las nubles bloquearon el sol, la lluvia comenzaría dentro de poco.

Mi estómago rugió desde que llegué de la escuela no he comido, solo esperar su llamada; me levanté de mi lugar y fui a la mesa para comer. Ivo de igual manera se levantó y se sentó en frente de mi para comer.

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Acomodaba mi ropa, la música de Madonna sonaba, La Isla bonita, sonaba en mi habitación.

Escuché los ladridos de los perros, detuve lo que estaba haciendo y caminé a la puerta, con cuidado me detuve. Los ladridos se detuvieron y me extraño demasiado.

Once de la noche, caminé con pasos sigilosos y al asomarme y ver por la puerta. Espere unos segundos para que se escuchará los toques de Ivo, mi mirada está fija en la perilla de la puerta.

Pude ver como se movió y mi corazón se aceleró.

No es Ivo quién está detrás de la puerta.

Retrocedí rápidamente y fui a su habitación por una arma y antes de que tomara una, escuché el sonido de la puerta abrirse.

Los truenos comenzaron al igual que la lluvia torrencial, el piso de madera rechina por cada paso que daban.

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El niño no se despegaba de mi durante todo el camino, el silenció y sus sollozos son los únicos sonidos que se escuchan dentro del auto. Su pequeño cuerpo temblaba y con mi mano intentaba tranquilizarlos.

Logré ver la villa y poco a poco nos acercamos. Una camioneta negra paso de nuestro lado, iban donde están los cuerpos.

Las puertas se abrieron y me sorprendí lo rápido que todo volvió a la normalidad, incluso hay varias ambulancias. Algunos paramédicos atendían a los heridos.

Cuando apagaron el auto, yo fui la primera en bajar con el niño, todas las miradas están sobre nosotros pero escuchamos un fuerte grito femenino y una mujer se acercaba a nosotros rápidamente.

Era su madre y detrás de ella, venía su padre, ellos al llegar a nosotros, abrazaron a su hijo, la mujer lloraba mientras que su padre solo guardó silenció.

Miré la escena por unos segundos y me alejé de ellos para darles privacidad.

Luc.- ¡Hermana! - gritó

Al girar mi cabeza una vez que escuché su voz, pude ver como se acercó a mi y al llegar, lo abracé sin lastimarlo.

¿Estás bien? - pregunté

Luc.- Yo estoy bien - respondió - ¿Tu estás bien? Tienes el vestido roto

Si - respondí - Estoy bien

Sonreí aliviada de verlo sin ninguna herida, detrás de él, venía la familia de Jimin.

Areum.- ¿Segura que estás bien? - preguntó preocupada

Si lo estoy - respondí - Gracias por cuidarlo

Ji eun.- A ti por saber lo que iba a ocurrir - agradeció

Sung Hoon.- ¿Detuvieron a esas personas? - preguntó

Yoonho.- Oh más que eso - sonrió emocionado - Logramos presenciar una de las mejores y candentes escenas de toda mi jodida vida

Rose.- ¿A qué se refiere? - levantó una de sus cejas

Jimin.- Fiore se encargó del hombre personalmente - respondió tranquilo

Luc.- ¿Qué es "candente"? - me miró confundido

Miré de reojo a Yoonho y solo sonrió nervioso para después alejarse de nosotros.

Candente significa - hablé pero no encontraba la palabra correcta

Jimin.- Acción pequeño - se acercó a él - Yoonho quiso decir acción

Luc.- ¡Vaya! - gritó sorprendido

Pude ver como los demás rieron y solo suspiré cansada, las heridas de mi cuerpo siguen doliendo y al levantarme pude ver como esa pareja se acercó a nosotros; pero al observar mejor pude identificar a uno de ellos.

Ese hombre al verme, me reconoció, me sorprendí y él solo sonrió.

Angel - habló

No dije ninguna palabra y mi mirada se poso en su pequeño hijo, los mismos ojos verdes de su padre al igual que su esa fina nariz.

Jimin.- ¿Se conocen? - pregunto secamente

Mucho diría yo - respondió y yo seguía sin poder decir alguna palabra

Ha pasado tiempo - hablé - Joseph...

Joseph.- Mucho tiempo Angel - dijo tranquilo

Los dos nos miramos fijamente y los recuerdos aparecieron y sobre todo lo ocurrido en Hungría.