Maroon. | Joe Burrow. (L2)

Capítulo 39.

We can't be friends, but I'd like to just pretend
You cling to your papers and pens, wait until you like me again

Joe bajó las escaleras, después de la charla con Joshua quería dejarlo descansar, al menos había podido charlar con él unos pocos minutos. Su corazón se había sentido tan feliz y acogido cuando charló con su hijo, y es que nada podría arruinar esa felicidad que tenía.  De sólo imaginarse compartiendo la felicidad de esos pequeños momentos con su hijo era algo que cambiaría por completo su vida.

Al llegar al pie de la escalera, encontró a Elisse sentada en el sofá, con la mirada perdida en algún punto del suelo, lo que le preocupó. 

- ¿Qué pasa? - Preguntó Joe. Elisse levantó la mirada, tratando de forjar una sonrisa tranquila.

- Nada importante.- Respondió ella con un tono que no lograba ocultar del todo su angustia.

Joe frunció el ceño, estaba notando la tensión en la voz de Elisse, se sentó a su lado en el sofá. 

- Eso no suena como nada importante.- Insistió. - ¿Estás segura de que estás bien?

Elisse exhaló lentamente.

- Sí, Joe, estoy bien.- Respondió, tratando de mantener la calma.

Pero Joe no parecía convencido. Su mirada estaba buscando cualquier indicio de la verdad detrás de las palabras de Elisse, la conocía como la palma de su madre y sabía que había algo que ocultaba.

- ¿Estás segura? - Preguntó nuevamente, con su tono más firme esta vez.

Elisse bajó la mirada, sintiendo la incomodidad crecer dentro de ella. 

- Joe, de verdad, no es nada.- Dijo tratando de desviar la conversación.

- Elisse, te conozco.

- Nada importante.- Respondió ella de inmediato.

- ¿Estás segura? - Preguntó, su voz suave pero insistente.

Elisse asintió con la cabeza, intentando mantener la compostura, no tenía mucha paciencia y no se sentía bien.

- Sí, estoy bien.

- Elisse, estás pálida, parece que estás a punto de desmayarte.- Él tomó su mano y le apretó con suavidad, haciéndole saber que estaba ahí.- Te escuche vomitar.

Ella mantuvo la mirada baja y no supo que responder, con nervios acumulados comenzó a rascar su nuca, no sabía que decir.

- Elisse.- Habló Joe con voz temblorosa.- ¿Estás embarazada?

Sus palabras causaron un eco en la sala, Elisse sintió un nudo en la garganta mientras enfrentaba la pregunta directa de Joe. Sus ojos se encontraron, él sabía los nervios que ella podía tener, pero sabía que estaba ahí para ella.

- No.- Respondió con un susurro apenas audible, pero la expresión de Joe decía que no estaba convencido. - Joe, en serio, no estoy embarazada.

Agregó rápidamente, tratando de calmar sus preocupaciones.

- Entonces, ¿qué está pasando? - Preguntó Joe de nueva cuenta, pero eso sólo aturdía a Elisse.

Elisse bajó la mirada, incapaz de sostener su mirada. 

- Es solo que me siento un poco mareada últimamente.- Admitió ella.

- ¿Quieres que llame al médico? - Volvió a cuestionar Joe.

- No, no es necesario. - Dijo Elisse rápidamente.- Solo necesito un poco de tiempo para mí misma.

Hubo un silencio, lo único que apenas era audible eran sus respiraciones pesadas, los suspiros que soltaban de vez en cuando. Pues ninguno era capaz de hablar, hasta que Joe decidió romper el silencio entre ambos. Joe respiró profundamente antes de hablar, consciente de la gravedad de sus palabras. 

- Elisse, creo que sería mejor si consideramos la posibilidad de ser amigos por ahora. Las cosas entre nosotros son complicadas y necesitamos tiempo para procesar todo lo que ha sucedido.

Elisse sintió un nudo en la garganta al escuchar sus palabras. Quería gritarle que no quería ser solo su amiga, que lo amaba y quería más que una simple amistad, pero las palabras se quedaron atrapadas en su interior. Parecía que se había quedado sin habla. 

- Lo siento, Elisse.- Dijo Joe, su voz llena de pesar. - No quería lastimarte.

Después de unos minutos pasados, ella decidió hablar, a pesar de la forma en que su voz estaba a punto de quebrarse por el impacto.

- No te preocupes.- Respondió ella con una sonrisa forzada.- Lo entiendo.

Pero por dentro, Elisse estaba destrozada. Sabía que ser solo amigos con Joe sería una tortura para ella, pero también sabía que no tenía otra opción más que aceptarlo.

(...)

- Entiendo tus preocupaciones, Zac.- dijo el entrenador con seriedad.- Joe es un activo valioso para nuestro equipo, pero necesitaríamos algo a cambio.

Zac estaba en la oficina del estadio, se encontraba con su teléfono en mano charlando con el entrenador de los Carolina panthers, lo llamarían loco, pero no podía permitir que Joe estuviera cerca de su hija y de su nieto, nadie sabía porque lo hacía, sólo él. Así sería la única solución a sus problemas. ¿Estaba siendo egoísta? Tal vez, pero necesitaba un plan, y no había nada mejor que alejar a Joe de su hija. 

- Estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para fortalecer nuestro equipo. Joe es un gran jugador, pero necesitamos garantizar el éxito futuro.- Respondió Zac, disimulando sus verdaderas intenciones. 

El entrenador asintió, no tenía la menor idea del repentino cambio del equipo.

- Entiendo tu punto de vista, Zac. Haré todo lo posible para negociar un acuerdo que beneficie en ambas partes.