Capítulo 7|| El luto

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Tiempo pasaba desde que la joven Daella había fallecido, meses incluso. Todo transcurría con normalidad de nuevo por las zonas del castillo menos una, la habitación de Lady Laena Targaryen.

Al parecer la joven no había podido superar la pérdida de su tía. El dolor parecía ser más que cualquier pérdida que había tenido, como la de sus propios hermanos difuntos. Pero esto era distinto pues con su tía había crecido, aprendido y había sido querida como una hija.

Su propia madre Alyssa quiso tratar con su hija, por su dolor Laena siempre quitaba importancia para no afectar a su madre. No quería que sus sentimientos le quitaran tiempo y le dieran mal estar innecesario.

Aunque eso era obvio que su madre no se lo iba a tragar, Alyssa era madre y sabia perfectamente cuando sus hijos mentían o estaban mal. Fue por eso que decidió comentarlo con su madre la reina Alysanne quien tuvo la idea de llamar a su hija, la septa Maegelle.

Maegelle viajó de Antigua hasta el castillo donde el resto de Targaryen vivía. Al oir el reclamo de su madre no tardó para acudir a ayudar a su sobrina.

Laena fue llamada de que la esperaba en la capilla de los Siete en la que ella acudió pero sorprendentemente con un vestido negro de luto y su cabello recogido justo como su tía Daella lo llevaba.

Maegelle cuando la vio se sorprendió por su aspecto pues se parecían pero rápido sustituyó esa sorpresa por una sonrisa amable.

—Mi querida sobrina, que alegría al fin poder conocernos. Bueno yo ya te conocí cuando eras un bebé pero nunca tuve oportunidad de verte tiempo después.

Laena vio su vestimenta blanca que la cubría completamente menos su rostro dejando ver sus ojos violeta.

—Ojalá habernos conocido en un momento completamente distinta. —dijo con un tono monótono.— Pero supongo que los Dioses Valyrios tenían otros planes.

Ella asintió con una sonrisa y le indico a la niña que se acercara con ella en las zonas de las velas. Le extendió una vara de incienso para que Laena la tomara.

—Bueno si los dioses lo quisieron así, será por algo.— contesto Maegelle.

Laena la miro con seriedad y pena mientras encendía la vara de incienso con las velas que llenaban la mesa para rezar.

Nunca había venido a este lugar antes pues sus creencias se basaban en los dioses Valyrios y no los de la Fé de los Siete. Le parecía que era una creencia de lo más vulgar y que esa religión había hecho mucho daño a las mujeres.

Se arrodillo junto a su tía observando las grandes esculturas delos siete dioses que tanto creían, la verdad es que la joven le resultaban curiosos pero ahora toda su mente se enfocaba en una sola cosa. Su tía Maegelle pudo notarlo y le miro con aquella dulce sonrisa que estaba caracterizada.

—Debéis dejar de pensar en Daella

—Habláis como si fuera fácil para vos cuando usted debería estar como yo o peor, después de todo mi tía es su hermana.

Maegelle suspiro pesadamente mientras sostenía un libro, probablemente de la estrella de siete puntas, en sus manos.

—Crees que es fácil para mi saber que mi adorada hermana ya no esta con nosotros? Crees que u madre no siente la misma o mas tristeza que tu tienes?— se detuvo mirándola y prosiguió.— Todos lloramos pesadamente la perdida de Daella pero todos debemos mostrarnos fuertes y seguir, aun tenemos vida por delante y gente por la que luchar.

𝘽𝙡𝙖𝙘𝙠 𝘽𝙚𝙖𝙪𝙩𝙮 || 𝑳𝒂𝒆𝒏𝒂 𝑿 𝑽𝒂𝒆𝒈𝒐𝒏 𝑻𝒂𝒓𝒈𝒂𝒓𝒚𝒆𝒏Où les histoires vivent. Découvrez maintenant