Capitulo 37 ¿En serio?

22 4 0
                                    

T/n Miller

Desperté con una ligera capa de sudor, las pesadillas seguían y parecían no tener un fin, ¿Que es lo que me pasaba? Necesitaba controlar esto. Y hoy había pasado lo mismo que ayer, mis malditas pesadillas no me habían dejado dormir por lo cual estaba despierta temprano. Estaba empezando a odiarlo por no dejarme descansar en paz. Ayer me la había pasado en vela toda la noche por conciliar el sueño, para solo dormir algunas horas.

Me levante de la cama, no tenía caso que siguiera aquí viendo el techo cuando sabría que no podría volver a quedarme dormida. Abro la ventana de mi habitación para ver una pequeña raya de sol a lo lejos, aun faltaba para ver el amanecer.

Salí de mi habitación para irme directo a la cocina, tenía algo de hambre y no creo que hubiera muchas opciones a estas horas. Empiezo a buscar por todas partes para no encontrar nada como lo había sospechado. Ayer Kim y yo habíamos ordenado comida mientras veíamos películas, optamos por quedarnos en casa.

Me quedo un momento pensando en que comer, quizas era bastante temprano pero podía empezar a hacer el desayuno. Abro la nevera para quedarme viéndola un rato.

— Bien, ¿Que puedo hacer? — me dije así misma — Para que pienso demasiado si voy a terminar escogiendo panqueques. Si panqueques serán.

Tomo las cosas necesarias para preparalos, sería un gran reto que salieran ricos, no era muy buena en ello. Pero tenía hambre y Kim estaba dormida tenía que ser independiente con mi comida una vez en mi vida.

Comenze a prepararlos sin tener en cuenta el ruido que podía generar haciéndolos. Vaya pero por primera vez me estaba divirtiendo haciéndolo. Me tomó mi tiempo haciendo las cosas para darme cuenta de que el sol ya habia salido por completo, al parecer ya era un poco más tarde y yo ya me estaba muriendo de hambre.

Seguí con mi trabaja sin darme cuenta de que Kim estaba enfrente de mí con cara de molestia. Creo que la había despertado.

— ¿Por que cocinas tan temprano? — pregunto molesta quitándome la batidora.

— Tenía hambre y tu estabas dormida.

— Estaba, hasta que tu batidora me despertó — la agito haciendo que la mezcla se regara por todo el mesón.

— Lo siento, hago panqueques — me disculpe dándole una sonrisa inocente.

— ¿Pero por que tan temprano?

— ¿Que tiene de malo? Ayuda con las ansias.

— Nada, pero haces demasiado ruido.

— No te quejes y mejor ayúdame si quieres que esto sea comestible.

— Bien.

Ella se metió a la cocina conmigo para continuar cocinando, no tenía la más mínima idea de que es lo que estaba haciendo hasta que ella llegó. Ahora entendía porque teníamos el trato de que ella cocinaba y yo limpiaba. Prefería que se mantuviera el trato así, no era lo mío.

— Oye tienes algo aquí.

Mire a donde me estaba apuntando para caer nuevamente en otra de su bromas manchandome de harina.

— De esta no te salvas Townely — alege para tirarle un poco de la harina.

Creo que si no terminaba en una pelea de comida nuestro desayunos, no estarían completos. El sazón dices tu.

Después de nuestra pequeña pelea procedimos a recoger un poco el desastre para sentarnos ambas a desayunar en el mesón. Tendríamos que parar este tipo de peleas por toda la comida que llevaba a ser tirada.

ENAMORADA DEL CHICO DE LOS OJOS VERDESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora