Raziye Turhan Sultan, El Sultan del mundo.

RAZIYE TURHAN SULTAN 24

CAP 24. ¡IBRAHIM PAŞA!

Península balcánica,Serbia 1543.

Llegué a mi casa con la joven aún inconsciente, me bajé y luego la tomé en mis brazos para bajarla, camine hacia mi casa con ella en brazos y la recosté en mi cama, mi madre entró y vio a esa joven en mi cama...

- ¿Qué haces hijo?
- ¡Madre! Está mujer estaba tirada inconsciente entre algunos arbustos, la ví y decidí ayudarla no podría dejarla ahí...
- Pero... se ve que es una mujer fina
- ¡Lo sé! Pero necesitaba ayuda
- ¡Dale tantita agua para que reaccioné!

Me acerqué y la senté, sosteniéndola de atrás, mi madre se acercó con un poco de agua, lo inclinó y con mucho cuidado se la dio a beber.

La volví a recostar y salí de mi habitación para que mi madre la revisará y si fuera necesario la curará.

Salí hacía afuera y llevé mi caballo al establo tome un balde con agua para darle a mi caballo, cuándo me di la vuelta y levanté mi mirada, vi a lo lejos a una mujer cabalgando hacía acá, no les voy a mentir ella brillaba cuál sol, era tan hermosa, su cabello volaba con el aire, quedé flechado ante bello ángel, se me callo el balde y reaccioné.

Levanté la mirada y ella se detuvo a unos cuántos metros de mí, me intenté acercar pero cada paso que daba ella retrocedía con él caballo...

- ¡Tranquila! No te haré daño...

Parecía no entenderme, se veía confundida...

- ¿Hablas Serbio? ¿Qué idiomas hablas?

Me miraba confundida, miré a todos lados buscando cómo explicarle...

- ¡Impe...rio oto... otoma...no!
- ¿Impe... qué?

Me quedé pensando y en ése momento me di cuenta...

- ¿Entiendes el Turco?
- ¡Poco!
- Preguntaste por el Imperio Otomano...

Ella asintió con la cabeza...

- ¡Estás un poco lejos pero...
- ¡Ayúdame!

Miré su rostro y noté qué estaba asustada, preocupada, lo pensé por un momento y lo decidí...

- ¡Te llevaré hasta allá!
- ¡Gra...cías!
- ¡No hay de que! Ven te ayudó a bajar, deja descansar a tu caballo será un viaje largo...
- ¿Largo?
- ¡Si!

Me acerqué a ella y extendí mis brazos para tomarla de la cintura y bajarla, cuando bajó la tenía cerca de mí, sus ojos brillaban aún más de cercas, dio un paso hacia atrás, tomé las cuerdas de su caballo y lo llevé al establo para que descansará, mi madre salió y vio a esa joven parada a unos cuántos pasos de mi...

- ¡Mahmud! ¿Quién es ella?
- ¡Ella es..! ¿Cómo te llamas?
- ¡Cecilia! Cecilia Venier Baffo...
- ¡Cecilia!
- ¿Qué hace aquí está joven?
- Ella se dirige al palacio Otomano, la llevaré hasta allá...
- ¡No! Tu no irás hasta allá
- ¿Porqué no?