Pequeños Cupidos →ᴍᴇᴀɴɪᴇ/ᴍɪɴᴡᴏɴ←

Capitulo 34

Mingyu

Daehyun corre en dirección contraría,tan rápido que apenas pude percibirlo.

—No te vayas muy lejos Daehyun— grito alto, con ambas manos en mi boca para hacer más eco. Lo veo asentir con la cabeza antes de unirse a unos niños para bajar por la resbaladilla.

Me ofrecí para cuidar de Dae mientras Wonwoo asiste a una reunión de maestros y su madre está fuera de la cuidad.
Haru pasará la tarde con Hari ,asi que estaba totalmente libre para cuidar del pequeño demonio.

No suelo venir a los parques,pero Wonwoo me pidió que sacará a Dae para que gastara energías. Es algo que no tengo que hacer con Haru,ella es muy tranquila.

Hari se llevó a Haru por cuarta vez,eso aún no me deja tranquilo. Haru aún no sabe que es su madre,pero empieza a sospechar,es una niña inteligente y no se está creyendo mucho el cuento de que es solo una amiga mía. Le pedí por favor a Hari que no abrirá la boca,que dejara que yo mismo hablara con nuestra hija sobre su parentesco,ella también está ansiosa y tengo miedo de que suelte la noticia. Así que me estoy mentalizando para poder sentarme y contarle todo a Haru.

Jadeo cuando veo que Daehyun se desliza de panza,si termina sano después de esta salida será un milagro.
Siempre anhelé tener un niño,no lo malinterpreten,amo a Haru pero desde que era joven siempre pensé que sería mejor padre de chicos,así que Daehyun es mi conejito de indias para confirmar o negar esa teoría.

Me siento en una banca donde pueda tener vigilado a Dae, Wonwoo prometió unirse a nosotros al terminar la reunión,solo espero que Daehyun no se parta la cabeza antes de que él llegue.

Juro que siento kilos de arena en mis zapatos y no ha pasado ni diez minutos desde que llegamos.

—Hola— una voz femenina me hace levantar la cabeza— Está libre aquí?— apunta con su dedo la esquina contraría de la banca.

Asiento con la cabeza,no voy a negarle que se siente.

—Gracias— deja su bolso junto a mi café y la botella de agua de Dae— Odio venir aquí porque no hay suficiente lugares para sentarse,pero a mi niña le fascina.

—Eso es lo malo— digo.

—Cuál es tu niño?— pregunta sonriendo.
Tiene cara de no pasar los 25,de esas mujeres que se pasan las mañanas en el yoga.

—El de lentes— señaló a Dae. No lleva zapatos,mierda.

—Oh que lindo— halaga— Se parece a tí,mi niña es la de vestido azul.

—Bonita— comento con amabilidad. Ni siquiera me voy a poner a negar que Dae no es mío,no necesita saberlo.

—Vienes aquí seguido?— pregunta después de unos minutos de silencio.

—No— niega— Es la primera vez.

—Yo vengo aquí todos los sábados...

—Daehyun ten cuidado— la interrumpo gritando. Al demonio se le ocurrió ponerse de pie en el columpio— Te sientas bien o sales de ahí.

Daehyun me saca la lengua antes de seguir mi orden.

—Que simpático— murmura— Que edad tiene?