part 19

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Aquélla noche durante la cena, la señora Dubois observó que su hija parecía muy deprimida.

No quería entrometerse en sus asuntos, pero estaba empezando a preocuparse de verdad, al ver que Helena estaba perdiendo peso.

- Helena, cariño, ¿hay algo en lo qué pueda ayudarte?.- le preguntó.

Su hija alzó el rostro y se sonrojó.

- Eh... No, pero gracias de todos modos.

- Pero, te pasa algo, ¿verdad?.- insistió su madre suavemente.- ¿Ha hecho San algo qué te haya molestado?.- inquirió.

- No mamá, no ha sido San.

- ¿Mingi?.

Helena se sonrojó, y su madre suspiró.

- Debería haberlo imaginado. Ha ido a verte a la galería, ¿no es asi? Y supongo que te comentó acerca de la acompañante que San llevó el otro día al teatro en Houston...

Helena la miró sorprendida.

- ¿Cómo lo sabes?

- Porque antes vino a verme a mi.- contestó su madre esbozando una pequeña sonrisa.- Para avisarme que San te estaba siendo infiel.- añadió.- La verdad es que resulta contradictorio, qué tenga una actitud tan protectora contigo, cuándo jura y perjura que no está interesado en ti.

Helena se sonrojó más aún, y la señora Dubois entornó los ojos sospechosa.

- Hizo algo más qué hablar contigo, ¿me equivoco?

La joven bajo la vista y rodeó la taza de té con sus manos para disimular como le temblaban, pero su madre ya lo había descubierto.

-Si... me besó... me besó y... ¡Dios, mamá!, no debí permitírselo, ¡estoy comprometida!.

- Con un hombre que no te quiere.- replicó su madre con voz sería.- La verdad Helena, seré honesta contigo. Preferiria que tuvieras un romance ardiente con Song Mingi, a ese matrimonio con un hombre por el que tú tampoco sientes nada.

- ¡Mamá!.

- ¿Qué?, es la verdad.- murmuró su madre, mirándola a los ojos.- Al menos, Mingi te desea y te quiere, y no puedo imaginario saliendo con otra mujer si estuviera prometido.

- Él... es muy distinto a San.

- Claro que es distinto. Es apasionado, y cabezota... y también muy hombre.- le dijo la señora Dubois. A Helena se le escapó una sonrisilla. Nunca hubiera imaginado escuchar algo así salir de labios de su madre.- De verdad, te lo digo en serio, no es algo para tomarse a la ligera. He oído decir que en una ocasión, le hizo daño a una mujer en la cama.

Helena la miró atónita.- ¿Intensionalmente?.- inquirió en un hilo de voz

- No, por supuesto que no. Pero es muy fuerte, y un hombre no siempre puede controlarse cuando está excitado. Parece ser que aquélla mujer con la que estaba saliendo era pequeña, frágil y muy inocente. No sé si eso tendrá algo que ver con su actitud hacía ti, es posible que así sea.

- Yo no soy pequeña, ni tampoco fragil.- protestó Helena.

- Lo sé, pero si eres muy inocente para algunos hombres, la virginidad es un obstáculo difícil de superar. sobre todo si tienen miedo de no poder controlar su fuerza. No es algo para tomarse a la ligera.- repitió

- Pues esta mañana, a mi no me pareció que tuviera miedo a nada.- murmuró Blair torciendo el gesto

- Los besos son una cosa cariño, y el sexo otra muy distinta.-

Perfecta Para Él // Song Mingi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora