Los demonios que te acechan

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Adara:

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Adara:

Me encontraba aterrada, sabía que venía por mí, no podía respirar del miedo, vi los ojos de sus cabezas y todos estaban en mí; mostraba sus colmillos con rabia y la saliva goteaba de sus hocicos, golpeó la camioneta y esta se sacudió, gritamos asustadas. El animal se detuvo y se giró, algo llamó su atención, nos dio la espalda y avanzó unos pasos hacia adelante. Eunice y yo, nos miramos al verlo alejarse y nos acercamos a la ventana. Mi corazón saltó cuando mis ojos se enfocaron en aquella escena, me sentía confundida, abrí la puerta para salir del vehículo y comprobar lo que veía, era él, era Dante.

Una energía luminosa lo envolvía. Su cabello era muy largo y se esparcía alrededor de su cabeza, como un hermoso abanico negro que se ondeaba con él suave movimiento del viento. Sus ojos no estaban en su lugar, solo había energía, una fuerte luz que no dejaba distinguir sus pupilas.

Él, dirigió su mano hacia el animal, lanzó un rayo de luz, lo golpeó y cayó, una de sus cabezas explotó como un globo, salpicando de sangre y piel, a su alrededor, se levantó y corrió hacia él, se lanzó encima y lo hizo caer de espaldas. Vi las dos cabezas intentar morder su rostro, pero él las mantenía alejadas, apretaba su cuello por debajo de donde nacían. Sus manos se iluminaron, el animal soltó un chillido y las cabezas restantes de igual manera estallaron en mil pedazos, bañando su rostro y pecho. Por fin cayó aún lado muerto.

Él se levanta, lo veo mirar hacia la neblina espesa que hay entre los árboles. Una figura se hace más visible, otro perro infernal, aún más grande, poco más que un caballo. Un hombre rubio de piel muy blanca, con alas como las de un ángel, lo montaba; llevaba una especie de lanza en su mano; como los caballeros de los cuentos medievales. Desde la distancia observaba a Dante, en el lugar solo se escuchaban los ladridos y gruñidos de las cabezas rabiosas de aquel ser monstruoso.

El animal se dio la vuelta con su jinete y con toda la tranquilidad del mundo regresaron a aquella neblina y poco a poco se perdieron de vista hasta desaparecer.

Todo a nuestro alrededor volvió a la normalidad, los autos comenzaron a pasar cerca de nosotros, ya que estamos a la orilla de la carretera, el animal había desaparecido excepto por la sangre que cayó sobre Dante. Siento mi corazón que late muy acelerado y el aire me falta. La energía que lo envolvía desaparece y solo se queda ahí parado, sus ojos se enfocan en mí, al verlo dar unos pasos, me doy la vuelta y me echo a correr, pero él me sigue más rápido y yo caigo, me giro para verlo y me doy cuenta de que tiene un semblante lleno de preocupación.

—Tranquila Adara, soy yo, Dante. No tengas miedo de mí, por favor, te lo explicaré todo.

Sabía que él era especial desde el primer momento en qué lo vi, pude sentir su energía, era diferente a la de cualquier ser humano o espiritual.

—¿Qué es lo que eres? ¿Eres un demonio? —Rápidamente niega con la cabeza y se arrodilla frente a mí.

—No, digamos que poseo magia gracias a los dioses.

La Reencarnación De LilithWhere stories live. Discover now