v e i n t i c u a t r o

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Babe se despertó con un gran antojo por comer hamburguesa, miró el reloj en la mesa de noche y se dió cuenta que eran apenas las cinco de la mañana. Claro que eso no lo detuvo de salir de la habitación, bajar las escaleras y meterse a la cocina para husmear lo que había para comer.

Estaba preparándose un sándwich cuando escuchó el crujir de unas ramas por la parte de la terraza, su instinto le dijo que se alejara y subiera al segundo nivel. Pero Babe no es un cobarde, así que con su sándwich en mano salió hacia la terraza y giró su cabeza hacia los laterales de la casa para ver lo que había provocado ese ruido, pero no encontró nada.

La casa se encontraba a las afueras de la ciudad, casi internada en un pequeño campo y que a su espalda tenía un hermoso lago, claramente lo que había sonado pudo ser algún pequeño animal que se encontraba por la zona, nada nuevo. Volvió a entrar a la casa cerrando la mampara con seguro esta vez y volvió a su habitación para dormir con tranquilidad.

Tranquilidad que no tal vez no habría sentido si tan solo se hubiese dado cuenta que en realidad el ruido no había sido provocado por algún animalito curioso, sino por un hombre que escondido entre unos arbustos lo espiaba con una aterradora sonrisa en el rostro.

Tranquilidad que no tal vez no habría sentido si tan solo se hubiese dado cuenta que en realidad el ruido no había sido provocado por algún animalito curioso, sino por un hombre que escondido entre unos arbustos lo espiaba con una aterradora sonri...

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Charlie revisó su teléfono por novena vez en el día, sabía que Babe estaba bien ya que el señor Reval se lo había comentado, porque por alguna razón su novio no quería contestarle sus llamadas ni sus mensajes.

— ¿Otra vez te ignoró? —preguntó Kim mientras se sentaba a su lado—.

— Si —suspiró—. No sé que le sucede, no recuerdo haber hecho algo mal...

— Tal vez son las hormonas —se encogió de hombro—. Dicen que en los primeros meses de los embarazos en omegas, solemos volvernos muy irritantes y más con nuestros alfas...

— Pero Babe es un alfa...

— Con características de omega, recuerda que al ser enigma mutaste su género —lo golpeó en el hombro—. ¿Sabes algo de tu padre? Todo parece estar tan calmado que comienza a darme miedo.

— Definitivamente ambos perdimos la comunicación desde que me secuestró —bufó—. Yo también temo que esté planeando algo más aparte de la subasta.

— Falta una semana —murmuró mientras jugaba con sus dedos—. Tenemos que tener todo listo para el gran día.

— Pete se está encargando de conseguir los pases para Alan, North y Dean —Charlie volvió a ver su teléfono—. Los demás entraremos de infiltrados como parte de la seguridad.

— ...

— Por cierto, ¿Kenta no se ha comunicado contigo?

Speed of love ~ CharlieBabe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora