Capítulo 11: Nuestro bebé no es un error

439 80 13
                                    

Tan pronto como Lan WangJi y Wei WuXian salieron de los sanitarios, un par de ojos aceitunados —que estaban parcialmente escondidos detrás de un abanico— los escrutaron con extrema lentitud para no perder de vista ningún detalle.

Lo sabía—, fue todo lo que dijo Nie HuaiSang mientras cerraba su abanico con un pequeño golpe contra su mano. —Me deben un regalo por asegurarme que nadie se diera cuenta de sus traviesas actividades.

Wei WuXian no pudo evitar reírse y asentir con la cabeza mientras veía a Nie HuaiSang girar sobre sus talones y avanzar sobre el pasillo hasta perderse de su vista y colarse entre los invitados del salón.

Finge nunca saber nada, pero realmente es tan astuto—, murmuró Wei WuXian dirigiéndole una sonrisa a Lan WangJi antes de que él empezara a caminar de nuevo.

Fue cuestión de segundo para que los murmullos del salón de fiestas se detuvieran y todos dirigieran su mirada hacia la pareja que caminó a través del salón, con las manos fuertemente entrelazadas.

Lan XiChen fue la primera persona en levantarse de golpe de su asiento, observando boquiabierto a ambos.

Wen Xu permaneció de pie junto a las personas con las que había estado conversando, pero su mirada también se centró en las dos personas que habían entrado.

Jiang Cheng estaba a punto de levantarse de su asiento, pero Jiang YanLi fue más rápida en sus movimientos, colocando su mano sobre su brazo para evitar que lo hiciera.

Lan QiRen y Wen RuoHan, se limitaron a observar a los recién llegados, mientras Lan WangJi y Wei WuXian se acercaban a ellos.

Tío—. Lan WangJi fue el primero en hablar, inclinando ligeramente su cabeza como muestra de respeto mientras acercaba más a Wei WuXian a ellos. —Me voy a retirar ahora, junto con Wei Ying.  

No hubo respuesta por parte de Lan QiRen, ya que, al igual que todos en esas cuatro paredes, estaba observando fijamente al omega, más bien, el muy notable bulto en su vientre.

Wei WuXian, serías tan amable de explicar qué sucede aquí —, pidió Wen RuoHan con una tranquilidad que era traicionada por su ceño molesto.

Señor Wen—. Lan WangJi tomó la palabra mirándolo fijamente para dejar en claro que no permitiría que su Omega fuera cuestionado y que él respondería cualquier pregunta que ellos tuvieran con respecto a esta situación.—Por favor, acepté mis disculpas, Wei Ying no podrá casarse con su hijo ya que, como todos lo habrán notado, está esperando un cachorro mío.

¡WangJi!—, grito Lan XiChen —ignorando las expresiones sorprendidas de todos y caminando rápidamente hasta ellos. —¿Qué es lo que pasa contigo? No puedes decir esto en serio—, se giró para enfrentarse al omega —Wei WuXian, ¿recuerdas lo que me dijiste antes? dile la verdad a WangJi, no puedes hacerle esto frente a su prometido.

La mirada de Wei WuXian pasó por encima del hombro de Lan XiChen, posándose en Mo XuanYu, y sonrió internamente al ver que su sonrisa burlona también había desaparecido de su rostro.

¿Estás seguro que quieres que diga la verdad XiChen'Ge? —, preguntó Wei WuXian con una voz burlona, retándolo.

Lan XiChen miró al Omega, aquellos ojos marrones prácticamente suplicaban por su silencio.

Wei WuXian suspiró, haciendo un puchero mientras su mano libre se posaba sobre su vientre y sus ojos se encontraban con los de Lan XiChen.

No me gustaría tener esta conversación aquí—, dijo Wei WuXian, con una voz frágil, perfectamente practicada —que solía utilizar para persuadir a su Alfa para hacer algo atrevido— que hizo que la tensión en los hombros de Lan XiChen se disipara. —Sin embargo...

Wei WuXian se rió mentalmente cuando vio aquella tensión regresar con tanta fuerza que hizo que el otro Alfa tragara saliva con dificultad.

Aquí, frente a todos y frente a Lan Zhan, rechazo tu propuesta —, Wei WuXian se interrumpió disfrutando de la manera en que Lan XiChen se ponía cada vez más nervioso —O para ser más claro, no me iré a Yiling en silencio, ya qué—, levantó su mano —reprimiendo una sonrisa cuando las miradas del otro Alfa y de Mo XuanYu se clavaron en el anillo alrededor de su dedo y siguieron sus movimientos hasta su cuello— para trazar con la punta de sus dedos la marca de reclamo fresca. —Esto demuestra que no soy una aventura y que nuestro bebé no es un error.

Wei WuXian no podía describir la satisfacción que sintió cuando un gruñido se escuchó de repente, mientras Lan WangJi envolvía las manos alrededor de su vientre de forma protectora y tiraba de él par acercarlo a su cuerpo, mirando a Lan XiChen de una manera que hizo que el otro Alfa diera un paso atrás.

WangJi—, llamó Lan QiRen colocando una mano sobre el hombro de su sobrino menor, tranquilizándolo. —Hablaremos de esto en privado.

Lan WangJi le asintió a su tío, pero su mirada no se apartó de su hermano, dejándole en claro que ahora lo consideraba una amenaza para él, para su Omega y para el cachorro en su vientre.

Lan QiRen se giró hacia Wen RuoHan, necesitaba terminar con todo esto de inmediato, sin que nadie saliera afectado.

A-Han—, empezó Lan QiRen, —espero que nuestros negocios, así como lo que tienes con la familia Jiang, no se vean afectados por este pequeño acontecimiento, tenemos que retirarnos ahora, pero me gustaría reunirme contigo pronto, podríamos hablar también sobre el proyecto de expansión que mencionaste.

Wen RouHan no podía negar que estaba ligeramente molesto por esta humillación, pero tener una oportunidad de asociarse con los Lan, no era algo de todos los días, definitivamente Lan QiRen sabía cómo jugar sus cartas para que no se hiciera un escándalo tan grande.

Y... ¿Quién era Wen RouHan para dejar pasar una oportunidad como esta?

Una alianza con los Jiang era buena, pero una con los Lan era mil veces mejor, además, aunque se opusiera, Wei WuXian ya estaba embarazado y reclamado por Lan WangJi, así que todo estaría en su contra.

No te preocupes, A-Ren—, dijo Wen RuoHan con voz tranquila. —Nadie fue afectado por esto, después de todo, está unión tenía como fin fortalecer nuestros lazos empresariales, y lo hizo, así que todo está bien.

Lan QiRen asintió antes de dirigir una mirada hacia la mesa donde estaban sentados los Jiang, para que supieran que asumirían la responsabilidad de lo que acababa de suceder con su hijo adoptivo.

Lan Zhan—, murmuró Wei WuXian girándose entre los brazos del alfa para poder mirarlo. —Quiero irme a casa.

Por supuesto—, dijo Lan WangJi, liberando la cintura del Omega para, en su lugar, tomar su mano entre la suya.

Y así, con las manos entrelazadas ambos se dirigieron hacía la salida, sin volver a mirar atrás.

¿Quién Mantendra Su Sonrisa Al Final?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora