Capitulo 8

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"Francia he aquí mi esposa"

Marinette

Los regalos del Rey a mi persona se hacen cada vez más costosos, las joyas y los privilegios que gano yo por dejarlo cortejarme.

Los empleados se preguntan sobre mi cercanía con el, no tengo a nadie a quien pueda confiar todo lo que cargo, Adrien ya no está y ya han pasado cuatro semanas desde su partida a Inglaterra.

No nos escribimos pero no desaprovechamos el tiempo que viene aquí, ya sea un día o dos, nos quedamos juntos.

Su hermana lo envenena contra mi, diciéndole que quiero el poder de Francia en mis manos, que porque no nacie en medio de la nobleza yo no merezco estar entre ellos.

Talvez tenga razón en algo pero no dejaré que lo ponga en contra.

No soy de la nobleza pero puedo actuar como una, después de todo aprendí de la Reina.

La gente puede decir y pensar lo que quiera pero quien reina en la cabeza y corazón del príncipe soy yo.

La última visita que me hizo Adrien fue hace dos días y me regaló otro collar, ahora entiendo de donde viene la costumbre de regalar joyas.

Ahora me encuentro en la biblioteca tratando de leer algún libro en inglés.
Se supone que Adrien lo sabe y me gustaria aprenderlo para escribirme con el príncipe.

Un beso en mi mejilla me toma de sorpresa y al mirar a un lado el Rey se encuentra ahí.

-Marinette

-majestad-le sonrío, soy el recuerdo más cercano que tiene a su esposa, pasar tanto tiempo junto a ella a hecho que yo adquiera comportamientos que al Rey lo tienen pensando en mi-

-si me permites hoy quisiera llevarte a ver la iglesia de San Luis, esta expuesta y ya la terminaron.

-claro majestad, iré con usted he escuchado que el pintor que hizo los murales ahí adentro es un pintor reconocido.

-aunque me adelantaré para ver al cobrador de impuestos.

-lo espero aquí.

-lo más favorable para ambos sería verte allá.

-¿el carruaje me llevará?

-todas las comodidades para ti.

Sale de la biblioteca y me voy a mi habitación, me he mantenido bonita y siempre causando sensación entre las de mi edad, soy afortunada por vivir en el palacio sin ningún título más que el de una costurera ya que es lo que siempre me han recalcado.

Me cambio de vestido para el paseo, las empleadas me ayudan con los detalles y vuelvo con el vestido celeste y blanco me ajustan bien el corset realzando atributos que aún no me han crecido totalmente, una de las joyas adorna mi cuello, pero de las que me regaló Adrien.

Me levantan el cabello dejandomelo rizado como me gusta, cuando estoy lista salgo del palacio y el carruaje me espera para llevarme con el Rey.

La gente no deja de observarme a parte del carruaje soy yo quien es la extraña.

Cuando llegamos a la iglesia me ayudan a bajar, hay mucha gente entrando y saliendo del lugar y debo admitir que es hermosa, el decorado y la pinturas de las paredes me dejan sin aliento.

Pero lo que me sorprende más que todo eso es el Rey, quien se encuentra al final del pasillo con el Arzobispo de Reims, lleva su peluca y luce una capa que solo la usa cuando hay celebraciones importantes.

Hablan y me quedo quieta hasta que el Rey viene a mi lado extiende la mano y la tomo, los murmullos aumentan la gente se acerca y me cabeza vuela con todo y las suposiciones que me creo.

-el Rey Gabriel Agreste presente aquí hoy...

Me detengo mientras el arzobispo sigue hablando.

-no hay poder más grande el de el Rey de Francia-el Rey continúa caminando y me obligo a caer en la realidad.-

-mi deber no es más que poder unir en matrimonio al Rey a la mujer que ha escogido para que viva a su lado.

-majestad-me posiciona frente a él, el Arzobispo me bendice y todo lo que empieza a decir me deja muda-

Ya que... no pensé que haría esto, fue inesperado pero ahora esta sucediendo y no haré nada para evitarlo.

La sonrisa no me la quita nadie, pensé que tardaría más en proponermelo y no que tendría todo preparado para mi.

Dos monaguillos se acercan con las Coronas reales, unas monjas me quitan las joyas y evito que me quiten el collar.

-así pues como el Rey lo desea venimos a contemplar su unión, la realeza y el pueblo de Francia están aquí para presenciar desde hoy un nuevo comienzo que se escribirá en la historia del país.

La gente empieza a entrar pues el Rey está aquí y es de sorprenderse pues se está casando.

-Gabriel Agreste ¿Quieres tener a esta mujer como tu esposa para vivir juntos según la ley de Dios en el santo estado del matrimonio? ¿La amas, la consuelas y la mantienes en la salud y en la enfermedad, y renunciando a todo lo demás, te quedas sólo con ella mientras ambos vivan?

-lo haré e...Marinette.

Toma mis manos y me pregunto ¿soy yo a la que realmente está viendo ahora mismo? O solo soy...

-Marinette Dupain, ¿Quieres tener a este hombre como esposo para vivir juntos, según la ley de Dios, en el santo estado del matrimonio? ¿Quieres amarlo, consolarlo, honrarlo y cuidarlo en la salud y en la enfermedad?-al unico que quiero amar toda mi vida es al principe-Y renunciando a todo lo demás-no-¿mantener la relación con él mientras ambos vivan?

Todo eso y más... se lo prometo a Adrien, lo que cuenta está en el corazón y Dios sabe lo que hay en el y lo que realmente quiere.

-así lo haré.

-"En la presencia de Dios, y ante los ojos de Francia el Rey Gabriel y su esposa Marinette han dado su consentimiento y se hicieron sus votos de matrimonio el uno al otro.

Toma el anillo que tenia listo para mi y yo tomo el de el, se arrodilla y deja que el arzobispo le ponga la corona, lo imito y el peso que trae la Corona lo sentiré en cuanto ejerza mi papel.

-Ellos han declarado su matrimonio por la unión de sus manos y por la entrega y recepción de los anillos. Por tanto, los proclamo marido y mujer".

El Rey pone ambas manos en mi rostro y besa mi frente, toma mi mano y me obliga a girar para ver al gentío de frente.

-pueblo de Francia he aquí la mujer que ha robado mi corazón, Francia te presento a mi esposa, Marinette te presento mi Reino.

Levanto la cabeza, observando que y aceptando que ahora soy parte de la realeza, soy del pueblo, mi corazón es de ahí pero mis deberes serán para ambos.

Sonrío admirando lo que he logrado y voy por más, por que el titulo de esposa no me llena.

Me hago una promesa a mi misma y es por mi, por mi pueblo que, el titulo de Reina mi esposo me lo otorgará por que si no tengo su poder estaré atada de manos.

Caminamos juntos por el telón rojo y la gente aplaude y tiran pétalos, me ayuda a subir al carruaje y dan el paseo por las calles centrales de Francia, las noticias corren y de seguro sus hijos van a enterarse mañana temprano de la boda del Rey.

Y me habré ganado sin duda el título de "aprovechadora".


Tengan en claro que solo dijo esposa, no la declaró como Reina... aún.

Ese capítulo será más emocionante se los juro.

Y pues lo que nos tenia preparado Gabriel.

Cual será la reacción de Adrien?

Habrá pelea u otra cosa?

La imagen lo grita todo.

Amante RealWhere stories live. Discover now