Aemond Targaryen

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Nadie creyó que Jamie Lannister moriría en una cama bajo los efectos de una fiebre y una lesión en su estómago, su muerte no era digna para un Lannister.

Aenyra cerró los ojos evitando que las lágrimas cayesen, Jamie la comprendía, mimaba y complacía, aunque sexualmente jamás lograron unirse, eran el cómplice del otro y su muerte no le trajo más que dolor.

Había ido a Casterly Rock ante el llamado de su padre y había regresado quejándose de un dolor agudo debajo de su pulmón, los maestres habían intentado ayudarle, pasó toda la noche alucinando y quejándose de la fiebre hasta que en la mañana ya había fallecido.

Aenyra miraba como el cuerpo de su esposo estaba siendo enterrado en las profundidades de las rocas, la Familia Real estaba allí, inclusive los niños de Aegon y Helaena.

—Tyland Lannister bajó la mirada al ver que el ataúd que tenia el cuerpo de su hijo ya había bajado completamente y no le quedaba más que un sucio juguete de cuando era niño. —ten. —murmuró. —para el heredero de Jamie.

—Mi lord, con Jamie acordamos tener niños hasta que volviese de Casterly Rock. —aquello bastó para que Tyland se echará a llorar. —perdón... —murmuró al ver como el rubio seguía llorando y se había marchado.

Suspiró sin poder seguir allí, decidida a salir completamente del hogar de los Lannister, sus ojos castaños chocaron con unos orbes azules.

—Princesa Aenyra, lamento su pérdida. —murmuró Aemond un vez que había anochecido en el Castillo.

—Gracias, príncipe Aemond.

—Hmm.

—Princesa, el rey desea verla.

—Gracias, permiso príncipe Aemond. —llegó a los aposentos del rey. —abuelo.

—Mi niña. Lamento la muerte de Jamie.

—Gracias.

—Pero necesitas apoyar a tu madre con su reclamo al Trono.

—No comprendo, mi unión con Jamie era una alianza.

—Jamie murió.

—Lo sé, apoyo a mi madre y le consigo abanderados. ¿Qué más deseas qué haga?

—La línea Targaryen necesita prevalecerse pura.

—Era pura.

—He notado la distancia entre nuestras familias, la brecha que se rompió, el Extraño respira en mi nuca, deseo irme y qué todo esté bien.

—¿Qué insinúas?

—Es una tradición casarse entre familia, hermanos, primos, tíos, sobrinos, para prevalecer la sangre, Rhaenys y Aegon, Aegon y Helaena, Laena y Daemon, Rhaenyra y Daemon, tus hermanos y primas están prometidos...

Los únicos que quedaban eran ella y Aemond.

—No, no por favor.

—Cariño...

—¿Insinúas qué me casé con Aemond?

—Mi niña...

—¡Mi esposo murió no hace menos de un día! ¿Y me exiges un matrimonio? ¡Tú esperaste medio año!

—¡Pero yo soy el rey!

—Aemond no va a herederar nada. ¿Para qué quiere descendencia? Yo tampoco heredaré algo.

—Es mejor tener a Aemond a tu lado y el de tu madre, tener a Vaghar a tu disposición y no en tu contra.

—Cuando nombraste a mi madre heredera lo hiciste sin tener otro hijos, pero tú mismo has debilitado su reclamo dando una línea varonil que se creen aspirantes al Trono.

HOTD OS PT.2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora