—¿Cómo que tu esposa Francesco?
El hombre el cuál ahora se que se llama Donaletto Bianchi no oculta ni por un momento la molestia hacia su hijo. Y mis ganas de encararlo y que sepan quien es para luego pegarle un tiro me conmueven.
—Eso dije papá.
—¡No puedes estar con ella!—Exclama con indignación y fingiendo decepción.
—¿Por qué? Nos ama...
—Ni se te ocurra decir una barbaridad como esa, tú no puedes amar a una maldita oportunista como ella.
—Ya no estoy entendiendo, haber, primero me hacen casarme con ella y ahora que la amo quieres que la deje.—Francesco niega.—Eso no va a pasar, es y será mi mujer.
—Eres un blandengue, te faltan pant...
—¡Cállate!—Francesco empuja al insecto que es su padre, si me he mantenido callada es porque quiero saber que más dirá de mi, y por supuesto, la reacción de ellos.—No voy a permitir que me faltes el respeto a mi y mucho menos a Fabiana.
—Mi amor llevas mucho afuera y hay cosas que no sabes.—Dice Leah.
—Me doy cuenta.—Contesta sin quitarme la mirada de encima con semejante descaro.—Ver a mi hijo siendo un monigote de esta zorra...
—No insultes a Fabiana.—Dice Leah poniéndose en medio de Francesco y Donaletto evitando más problemas.—Ella es mi nuera.
—¿Qué te hizo esa mujer en la cama para tenerte así?—Por suerte no exploto porque aun en mi sistema hay algo de droga que me mantiene tranquila esperando el momento preciso para hablar.—Y tu Leah, te creí más inteligente.
Una solitaria lágrima baja por mi mejilla.
—No te respondo como quisiera, por que eres mi padre.—Dice Francesco.—Pero si quieres matame a golpes, igual con eso no vas a conseguir que me aleje de Fabiana.
—Yo si tengo algo que decirle.—Hablo por primera vez.
La atención de los tres recae en mi y puedo ver cierto miedo y confusión en los ojos del hombre que destruyó mi vida y ahora si no me queda duda de que es el, todo lo delata, su forma de hablarme y reacciones hacia mi.
—¡Tu no tienes nada que decir maldita cagna de mier...!
—¿Qué pasa? ¿Tienes miedo a que ellos lo sepan verdad?
Se calla abruptamente ante mis palabras y su pecho sube y baja con exasperación, Francesco me mira con interrogantes en la cara al igual que Leah y yo solo dejo salir una risa condescendiente ante la situación.
Que quede claro que mi actitud es culpa de la droga.
—¿De qué hablas Fabiana?—Inquiere Francesco.—¿Saber qué?
—Le dices tú o le digo yo.—Mi mirada queda fija en el hombre que destruyó mi vida años atrás dejándome en un limbo del que creí que no podría salir.
—Habla Fabiana, que quieres decir.—Dice mi suegra.
—Tengo una pregunta para ti Donaletto.
No responde pero se que esta esperando que hable.
—Mataste a mi marido para robarle sus tierras o por el mero placer de hacerlo frente a mis ojos.
Mis palabras suenan como una bomba que acaba de estallar y ya no hay vuelta atrás.
—¿De qué hablas?
—Eres una mentirosa, hijo, no se que esta hablando esta mujer.
—¿Ah no lo sabes?—Las lágrimas pican mis ojos cuando recuerdo esa noche.—La razón por la que no quieres que este con tu hijo, no me conoces de nada pero me dices zorra porque no tienes ningún insulto coherente hacia mi al no conocerme.—Digo con tranquilidad.—Sin embargo, yo si conozco tu parte más jodida...Mataste a mi marido y eso es algo que no se olvida ni con una bala en el pecho.
—Fabiana estas drogada en serio.—Francesco hace que lo mire.—Estás hablando cosas que no son, ¡Vamos!—Intenta sacarme del lugar pero lo aparto.
—¡No! ¡Esto!—Me señalo a mi misma.—Es solamente una consecuencia de la dictadura de la basura que es tu padre, no soy más que los restos de una mujer consumida por lo que este miserable hizo.—Grito segura de mis palabras señalandolo, no se de donde me sale la voz pero es justo en el momento en el que la necesito más fuerte que nunca.
—¿Pero de qué hablas? Tu marido se murió en un accidente en su camioneta, Maria me lo confesó.
—¡No!—Replico.—Eso fue un montaje, la policía del pueblo apoya a tu padre porque la tiene comprada, y armaron todo eso para que pareciera un accidente cuando pensaron que yo estaba muerta en el río.—Lo miro.—¿No es así Donaletto?—Miro a Francesco.—Tu papá lo mató frente a mí.
—Mi papá no tiene por que hacer algo tan retorcido, Fabiana por dios, estas drogada.
—Pero se lo que estoy diciendo.—Digo.—Querías saber mi pasado, pues este es.
—Mijo no la escuches.—Donaletto se le acerca.—Esa mujer solo quiere ponerte en mi contra date cuenta por favor, no caigas en su juego.
Agarro a Francesco alejandolo de el.
—No lo toques.—Francesco queda a mi lado.—¡No lo toques!—Siento la mirada de mi esposo sobre mi.—Tu hijo es lo único que tienes, lo único LIMPIO.—Grito, la sangre me hierve y me siento aliviada por sacar la verdad por fin.—Y nisiquiera se parece a ti, se parece a Leah.—Su cara de frustración la amo.—A la que le debes todo.
—El es mi hijo.—Lo agarra arrancando de mi lado y el queda en el medio de los dos.—Y yo no necesito de nadie para ser lo que soy.
—¡Claro!—Lo señalo.—Es eso lo que te duele Donaletto Bianchi, no ser nadie a pesar de tanta opulencia y de tanta riqueza y por eso quieres más y más y más y eso solo puedes conseguirlo matando.—Aseguro, me arden los ojos por las ganas de llorar que siguen en mi.
—¡Cállate!—Grita Donaletto y hace el intento de lanzarse sobre mi pero Francesco lo retiene evitando que se me acerque.
—Si no fuera porque Leah te cree todas tus mentiras seguirías siendo un pobre diablo con aires de grandeza.—Digo entre dientes.
Donaletto levanta la mano e intenta safarse del agarre de Francesco para llegar a mi y su mano alzada me da a saber que quiere golpearme.
—¡Noooo!!—Grita Francesco y lo empuja, para luego señararlo con el dedo.—¡No te atrevas!—Grita y Donaletto baja la mano pero no deja de mirarme con furia en sus ojos.—¡No, la toques!—Advierte en un tono más bajo pero eso solo hace que Donaletto se detenga unos segundos.
Francesco vuelve a agarrarlo cuando intenta acercarseme.
—Te vas a tragar tus palabras.—Amenaza, y sigue intentando que Francesco lo suelte mientras que el solo lo empuja intentando que no llegue a mi y me golpee.—Te vas acordar de mi, lo que te quede de vida.
—¿CÓMO?—Grito cansada de toda esta mierda y con ganas de que se sepa todo de una maldita vez.—¿ME VAS A VIOLAR OTRA VEZ?
YA SE PRENDIÓ ESTA MADREEEEE!!!!!!!!!!!!!
Alv.
Alguien se esperaba algo así?
Jeje
A que no?
Bueno bien, cada vez estamos más cerca de concluir con esta historia..
¿Habrá final feliz?
Que piensan ustedes?
Se los dejo ahí, jeje
Mueranse de la intriga.
....
*Sube los pies cruzados sobre la mesa recostandose en su silla y sorbe su jugo*
*sonido de cajita de juguito*
*tambores de suspenso*
Tendrán que seguir leyendo hasta el final si quieren averiguarlo jeje.
Los quiere su patroncita llena de estudio y sin tiempo por culpa de los exámenes de la escuela
YOU ARE READING
Entre el amor y la venganza
RomanceSaga: Vida mafiosa #2 Traiciones, Odio, Secretos, Venganza, rencores y secretos del pasado. Dos reyes herederos y una princesa. Un error del pasado la llevará a cumplir una venganza prometida hacia una persona que está tres metros bajo tierra. U...