Dina Sang ✓

3. ¿Quién es? (disparador wattpadsuspenselp)

—¿Eso es todo? ¿Cinco kilogramos de mineral? Bueno... Supongo que no necesitamos más. Misión cumplida, paladines. —dijo el maestro de la logia ante Dina, Uxío y Milo, los tres paladines magullados y sucios que habían arriesgado sus vidas por apenas cinco míseros kilogramos de mineral absenta en una misión para la logia.

Descansaban en una sala de curas en los subterráneos de la academia Alejandría, mientras un sanitario enmascarado analizaba sus heridas y cosía las más preocupantes bajo la mirada del maestro de la logia, su jefe.

—Vaya... La próxima vez podría avisarnos si alguien quiere convertirnos en un colador, o si los caracoles de esa selva son mutantes calcinadores. Tal vez hubiéramos ido más preparados. Gracias a Milo, nos hemos salvado —mencionó Dina Sang con sarcasmo, para luego quejarse por el ardor del antiséptico en su piel al ser aplicado por el sanitario.

Milo sonrió agradecido por el reconocimiento que Dina le había dado, mientras que Uxío la miró con reticencia. Dina tenía razón, le gustaba llevarle la contraria, pero era imposible en ese momento.

—Tampoco sabíamos que había otro grupo protegiendo la zona. Investigaré sobre ello —mencionó el maestro con desinterés—. La próxima misión será más segura con un grupo más grande. Y hablando de eso, tenéis una misión con otro equipo de paladines de la logia.

—¿Hay más paladines? —preguntó Uxío con desgana. Ya era suficiente haber tenido que trabajar con dos, aunque al final no le había disgustado tanto su equipo.

—No pensarías que la logia se arriesgaría a poner su futuro en mano de tan solo tres adolescentes —rió el maestro—. Por supuesto, están por todas partes. Esta labor implica muchas bajas, así que necesitamos tener muchos activos.

El maestro consultó su reloj y chasqueó los dedos con una sonrisa, al instante, aparecieron dos chicas y un chico. Dina los reconoció, aunque no sabía sus nombres, estaban un curso por encima de ella.

—Maestro. —dijeron, mostrando la perfección y precisión militar que se esperaba de ellos.

—Clio, Aurora y Atlas os presento a Milo, Dina y Uxío —presentó el maestro. Las tres chicas y el chico saludaron al grupo con una corta inclinación de cabeza, demostrando una perfecta coordinación—. Tenéis una hora para recuperar fuerzas y comer algo. El equipo de Clio os explicará la misión, ella está al mando. Que la logia os proteja bajo su manto.

—Y que la logia se extienda como la noche —repitieron los paladines.