Me iré un poco rápido en algunos lapsos para evitar rellenó.
5 meses después...
Mi vientre había crecido bastante, ya era muy notorio así que todos podían verlo.
Este, era un día normal, tranquilo, pacifico y espiritual, al fin sentía paz, sentía alegría, después de tanto tiempo ya nada me mortificaba porque ya no dejaba entrar el odio en mi corazón, me concertre únicamente en mi familia, en mi marido, en mi bebé, en mi Sultana Hurrem y su esposo el Sultán, solo mi familia, solo nosotros, nadie más.
Meh met: Daysifer, vendrá Mahidevran Hatun hoy, la Sultana Hatice quiere que todos nos reunamos en el jardín principal y pasemos un día juntos como antes, vamos, hace poco le dije a mi madre que quería un vestido para ti, porque no te lo pones.
- Meh met, claro, vamos y usaré lo que tú quieras - tome su cara con mi mano poniendo su oreja entre mis dedos y lo bese dulcemente
Meh Met: me muero por qué todos se enteren de tu embarazo, aunque ya casi todos lo saben, bueno, Mahidevran no.
- no, ella no, yo también me muero porque se entere, que vea lo feliz y alegre que se ha vuelto el palacio con la pronta llegada de nuestro bebé. - acaricio mi vientre con sus grandes manos y dejándolas ahí me volvió a besar suavemente.
Sultana Mihrimah: hermano, Daysifer, no tarden mucho, algunos ya están abajo - dijo mientras mantenía la mirada abajo, podíamos notar su vergüenza.
- claro Sultana, no tardamos nada - reí un poco
Meh Met: vamos, vístete ya
- si si claro, ya voy, me vestí inmediatamente y salimos.
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Vestido que Meh met le obsequio
Entramos al jardín principal tomados de la mano, el Sultán al ver venir a su hijo se levantó de su trono y fue a recibirnos. La mirada de Mahidevran estaba llena de celos, de rencor, yo lo noté, pero poco me importó.
- Sultanas - me reverencie ante todas incluyendo a Mahidevran
Mahidevran: te dije que te quitarían tu gran puesto algún día Hurrem - le dijo en voz baja a la Sultana Hurrem quien estaba a su lado, pero alcance a escuchar.
Sultana Hurrem: de que me hablas Mahidevran? - le respondio sonriente, igual en voz baja
Mahidevran: ella está embarazada, le dará un nuevo heredero a su majestad y eso que era tu criada más leal, pensar que la escogiste tu desde que era una niña- continuo susurrando.
Sultana Hurrem: oh Mahidevran - le susurro al oído mientras se levantaba - Mahidevran y todos lo que aún no conocen a esta bella muchacha, ella es la favorita de mi hijo Meh met y lleva en su vientre al futuro de esta dinastía, el hijo de mi hijo el príncipe Mehmet - le dijo a todos los que se encontraban presentes.
Mahidevran me miro confundida, no sabía lo que ocurria.
Sultán: veo que decidiste adelantarte, Hurrem. Así es, ella lleva en su vientre a mi nieto - se acercó y puso su mano sobre mi bebé.
Mahidevran: pero mi Sultán esto es inaceptable, el príncipe aún no tiene una provincia, ese niño nacerá aquí? Lo tratarán como un príncipe, no sería correcto.
Sultán: es mi palacio y son mis decisiones Mahidevran, ese niño si nacerá aquí y si será tratado como un Principe, ahora quizá no lo sea, pero lo será.
Sultana Hurrem: como puedes cuestionar las decisiones de su majestad? No lo puedo creer - dijo susurrandole.
Mahidevran se quedó callada y mi Sultana solo río levemente.
Mahidevran: deseo salud y felicidad a ti y a tu bebé. - me dijo mirándome muy fijo.
-Gracias, Sultana.
3 meses después...
Meh met: Daysi, Daysi, despierta.
Escuché la voz de Meh met susurrandome en la cara
- que, déjame dormir, tu hijo está cansado.
Meh met: nonono, tendrá que hacer un esfuerzo por levantarse, anda, ya es de día, la mañana está preciosa, vallamos a cabalgar, porfavor
- bien, pero déjame despertar despacio - bostece
Meh Met: sisisi, como quieras - me dejó un sutil beso en la mejilla.
Después de un rato me levanté de la cama y me vestí, salimos juntos, de la mano, como tanto me gusta ir con el, llegamos a dónde estaban los caballos y me subió en el suyo, después se subió el y paseamos toda la mañana, después de eso fuimos a un lago, nos sentamos y pasamos la tarde ahí, por primera vez deje de verlo como un Principe y comencé a verlo como mi amado compañero de vida, yo me sentía su amada compañera de vida y ya todo se volvió perfecto.
-Meh Met, volvamos al palacio, ya es tarde y no emos aparecido ahí en todo el día, más aparte el bebé tiene hambre.
Meh met: pero si eres un comelon, lo devoras todo, me sorprende que no hayas obligado a tu madre aún para que se coma al caballo, o peor que me coma a mi - hablaba con mi bebé mientras lo acariciaba.
- Meh met, ya, ya es tarde, quizá estén preocupados, mira, ya hasta podemos ver el atardecer.
Meh met: es verdad, entonces vámonos - subimos al caballo y de camino al palacio observamos el atardecer.
La nostalgia me gano, derrame algunas lágrimas, pero eran de felicidad, estaba demasiado feliz, jamás había pasado un día tan lindo y cálido, Meh met era todo lo que yo quería, nada más.
