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Kevin llegó a su casa del trabajo exhausto. Le dolía todo el cuerpo y sentía que estaba a nada de llorar. Tenía una sensación horrible en el pecho, solo quería tirarse en su nido y quedarse ahí hasta que naciera su bebé.

Se tiró en el sillón cuando sintió un aroma nuevo. Era como una mezcla entre chocolate y café. Le gustaba bastante.

— Hola, tú debes ser Kevin — habló el alfa apareciendo en la sala.

Kevin levantó la mirada y observó al chico. No era muy alto, algo bronceado y muy lindo. Algo dentro de él se emocionó. Kevin supuso que tal vez solo era su bebé feliz por estar cerca de un alfa.

— Si, si soy Kevin. Tu debes ser Diego.

— Si. Pues es lindo conocerte en persona.

— Igualmente.

Ambos se quedaron en silencio sin saber que decir. Estaban nerviosos y algo incómodos.

— ¿Quieres ir a cenar? Ósea creo así podemos hablar y conocernos mejor — sugirió el alfa. — Yo invito.

— Me encantaría, pero ahora estoy algo cansado. El embarazo hace que esté todo el tiempo agotado.

Fue en ese momento que Diego miró el vientre de Kevin. Apenas se notaba abultado, en especial por la ropa holgada que usaba el omega. Además, no percibía su aroma, solo un poco a leche materna, pero no el del omega. Había investigado y la falta de feromonas de alfa llevaban a cosas como el cansancio y la pérdida del aroma.

— Es por las feromonas, ¿verdad? — preguntó Diego. — Ósea no es por ser entrometido, solo se que por la falta de feromonas los omegas embarazados se pueden sentir cansados y así. Ósea entiendo que tal vez es otra cosa. Solo era algo que se me ocurrió.

Diego estaba nervioso. No quería incomodar al omega.

— Si, es lo de las feromonas, pero estoy bien.

— ¿Seguro? Si quieres puedo liberar feromonas o darte alguna prenda mía. Si tú quieres.

A Kevin le pareció tierno el chico. Se veía tan nervioso por estar ahí.

— No tienes que hacerlo, Diego.

— No, pero ósea quiero ayudarte. Y si te presto una chamarra y vamos a cenar y después pues te ayudo con eso.

— ¿Tantas ganas tienes de invitarme a cenar? — preguntó Kevin bromeando.

— No ósea era una idea. Ósea podemos quedarnos aquí o...

— Estaba bromeando — dijo Kevin mientras reía. — Iré a cambiarme y después vamos a cenar.

Diego observó cómo Kevin se metía en un cuerto y cerraba la puerta. De verdad se sentía como un idiota. ¿Cómo por qué se sentía tan nervioso junto a ese omega? No podía ni hablar.

En lo que esperaba a Kevin fue a su cuarto a buscar una chamarra para él. La que traía se la daría a Kevin ya que estaba llena de su aroma. Mientras buscaba en sus maletas le llegó una llamada de su mejor amigo, Edson.

— Dieguito, ¿Cómo estás? ¿Cómo te va en la ciudad?

— Increíble — contestó Diego sarcástico mientras seguía buscando una chamarra. — Apenas llegué y ya la estoy cagando con mi roomie.

— ¿Pues que le hiciste o que?

— Te juro que parezco idiota. Ósea siento que nada más lo estoy incomodando pero no sé qué hago.

— ¿Te gusta, verdad?

— ¿Cómo me va a gustar? Apenas lo conocí.

— Pero te lo quieres ligar, ¿verdad?

— Claro que no. Además, está embarazado.

— ¿Y eso qué? Aún te lo puedes coger.

— No voy a hacer eso. Voy a salir, luego hablamos.

— Adiós, Dieguito. A ver si la próxima que hablamos no sales con que vas a ser padrastro.

— De verdad no se como Sebas te aguanta.

— Si yo también te quiero mucho.

—  Adiós.

Después de colgar la llamada se apresuró a seguir buscando. Mientras tanto liberaba feromonas para que su sudadera quedara bien impregnada. Al final, encontró otra sudadera negra y se la puso. Salió de su cuarto y vió al omega sentado en la sala viendo su teléfono.

— Ten, Kevin. — le habló el alfa dandole su chamarra.

Kevin la olió discretamente; le encantaba el aroma del alfa. Se puso la chamarra, que apenas le quedaba, y sonrió. Se sentía feliz y a salvo.

— ¿Nos vamos?

— Claro. Tu eres el que conoce. Vamos a donde quieras.

















690 palabras.

No se porque pero siento que esta algo aburrido :( . Por ahora serán cosas bonitas entre Diego y Kevin y después vendrá más drama. Si les gustó voten y comenten <3.

YOU ARE IN LOVE | DievinOnde as histórias ganham vida. Descobre agora