Premio o Castigo

24.

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Al llegar delante de la habitación de Pedri, toqué suavemente la puerta y a los segundos Ferran la abrió.- Pasa.

- Tenemos que hablar.- Dice Pedri mientras me siento en su cama.- Ana no puede seguir haciendo estas cosas, mira como ha terminado la noche hoy.

Yo echó un suspiro y me dejo caer hacia atrás en su cama.- ¿Y qué más puedo hacer? Estoy cansado ya, está obsesionada conmigo.

- Lo que tienes que hacer es hablar con ella las cosas directamente, si eso no funciona, simplemente por una orden de alejamiento contra ella.- Yo niego con la cabeza.- ¿No qué?- Pregunta Ferran.

- No puedo, al ser futbolista se crearían muchos rumores y podría afectar en mi carrera..- Vuelvo a sentarme derecho en cama de Pedri y los miro a los dos.- Lo único que me importa ahora es que Bianca esté bien.

Veo como Pedri y Ferran se miran y comienzan a sonreír.- ¡Vivan los novios!- Gritan los dos saltando por la habitación.

- No somos novios, somos amigos.- Digo poniéndome de pie.- Así que callaos antes de que os escuche todo el mundo, sois unos locos.

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Abrí un ojo lentamente y pude ver como la luz del día comenzaba a entrar en la habitación. Abrí lentamente los dos ojos frotándomelos y estirándome un poco antes de mirar hacia mi lado y ver que la cama de Gavi estaba vacía y hecha como ayer por la noche. Seguramente se había quedado a dormir con Pedri y Ferran.

Caminé hacia mi armario y cogí unos cargos negros junto con una camiseta del brasil con el nombre de Vinicius, pues el me la había regalado cuando aún estaba jugando en el Real Madrid juvenil femenino.

Salí por la puerta de la habitación ya vestida y caminé hacia la habitación de Pedri. Toqué a la puerta tres veces y escuche unas risas al otro lado, un minutos después vi como Pedri me habría la puerta.- Pero mira quién está aquí, nuestra querida Bia, pasa!.- Dice haciéndose a un lado.

- Buenos días chicos.- Digo entrando completamente a la habitación y viendo como Gavi y Ferran estaban sentados en la cama de Pedri mirando sus respectivos teléfonos.

Gavi notó mi camiseta y hizo un giro con su dedo en señal para que me girase. Riéndome lo hice y al volver a girarme vi su cara de asco.- ¿Vinicius? ¿No había ninguna mejor?

- No, además es suya, es un recuerdo especial.- Al decir eso vi como apretó su mandíbula celoso haciendo que sonriese para mi misma.

- Pues no me gusta, ya te daré yo una mía, es mucho más bonita, y además llevarías mi nombre.- Pedri se acercó a mi y paso su brazo sobre mis hombros.

- Buenooo... ibas ya a desayunar?- Pregunta Ferran cambiando el tema de la conversación.

-  Tenía pensado hacerlo, pero quería que vinieseis conmigo.- Ferran se levantó rápidamente de la cama y Gavi hizo lo mismo.

- Vamos.- Dice Ferran acercándose a al puerta.

- ¿No tenéis pensado poneros algo más que solamente vuestro pijama?- Pregunto riéndome.

- Nos han visto así muchas veces, no sabemos lo que es la vergüenza ya.- Responde Gavi saliendo de la habitación a mi lado. Pedri y yo nos reímos y juntos, caminamos todos hacia el ascensor.

Inconscientemente me empiezo a reír y Gavi me mira confuso.- ¿Qué pasa?

- Es que...- Digo entre risas.- Me parece increíble que Ferran sea capaz de ir a desayunar con su pijama de tiburón.

Ferran se ríe y se pone la capucha de su pijama/ mono.- Y tiene aleta.- Dice sacudiendo su cabeza.

Todos nos empezamos a reír a más no poder mientras caminábamos hacia el comedor para el desayuno.