Premio o Castigo

29.

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Llamo a la puerta de Pedri y pasan unos pocos segundos antes de que Fermín abriese la puerta. Al ver a Bianca se quedó embobado haciendo que apretase mi mandíbula celoso.

Hago pasar a Bianca delante mía y me acerco a Fermín para susurrarle.- La vas a asustar si no hablas.

Fermín asiente y cierra la puerta detrás nuestra. Me acerco junto a Bianca y veo que está con Pedri sentada en el suelo mientras ambos miran el teléfono de este.- ¿Qué hacéis?

Pedri mira hacia arriba y me enseña su teléfono.- Ya que Bianca ha venido le he pedido que me ayude a elegir fotos para subir a Instagram, ella sabe mejor que cualquiera de nosotros.

Ambos nos reímos, no era mentira que nosotros teníamos menos idea que ella. Aproveché para sentarme al lado de Bianca y Fermín hizo lo mismo a su otro lado. Pedri podía notar la tensión entre nosotros dos y de vez en cuando me miraba preocupado.

Nos pasamos la mayoría del tiempo riendo de las bromas que hacía Pedri. Sin darnos cuenta, ya era la una y media de la tarde, eso significaba que en menos de tres horas, estaríamos acompañando a Bianca a conocer a sus compañeras de equipo.

Me levanto del suelo limpiándome el pantalón y Bianca copia mi gesto.-Tenemos que comer para luego llegar antes al partido.- Digo mientras los cuatro poco a poco salimos de la habitación.

Cuando llegamos al comedor la mayoría de nuestro grupo ya están sentados en nuestra mesa y hablando de cualquier cosa que se les venga a la mente.

Pedri y Fermín salen delante nuestra y hacen que Bianca y yo caminemos solos en silencio. Cuidadosamente intento mirarla pero fallo en el intento y consigue verme.- Te he visto Pablo.- Dice entre risas.

Me río también y la miro bien.- Me has pillado.- Digo cogiendo un plato para ella y otro para li.- Toma.- Digo pasándole su plato.

Veo como sonríe y se piensa durante unos minutos que coger para comer. Hago lo mismo que ella y ambos nos quedamos mirando a los platos llenos de comida donde escoger. Siendo honestos, teniendo el paladar de un niño de cinco años, se me complica siempre comer.

Después de pensar duramente que coger, mi ojo capta unos nuggets de pollo al final de la mesa, al parecer hoy no todo era sano. Sonriendo me acerco y cojo varias nuggets y las coloco en mi plato. Veo como Bianca me mira sonriendo y se acerca a mi.- Sé que si tengo que llevarte a cenar a algún sitio, tengo que procurar que tengan nuggets, te emocionas como un niño pequeño.

Asiento con la cabeza y cojo dos nuggets dejándolas en su plato también.- Son mi debilidad.- Ambos nos reímos y termino de coger mi comida con una pequeña ensalada y un yogur natural al parecer para el postre.

Dejo a Bianca mientras continúa cogiendo su comida y camino hacia la mesa.- Hombre, el enamorado.- Dice Ferran a modo de broma.

Señalo con la mano que baje la voz y el se ríe.- No hables tan alto, no tiene por qué enterarse todo el mundo.

Ferran levanta las manos al aire indicando que no me preocupase y vuelve a hablar.- No grito más, pero dime, alguna novedad?

¿Como se lo cuento sin que griten él y todos los de la mesa? Echo un suspiro y lo miro directamente a los ojos.- Nos besamos.

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Después de reírme del paladar de niño de cinco años de Gavi, él se alejo para ir con los chicos a la mesa y yo seguí buscando algo que me llamase la atención para comer.

Mi ojo al parecer había captado la atención del salmón hecho, así que cogí un trozo mediano y lo acompañé con un poco de arroz blanco.

Mientras buscaba que postro elegir entre todos los que había, escuche un grito desde la mesa de los chicos. Me giré lentamente y vi como Pedri tenía su mano sobre la boca de Ferran. Me reí ante la escena y supe lo que había pasado, sabía. lo de mi beso con Gavi.