capitulo 18 /prt2

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Felipe Gonzáles Otaño

—Hola— Sofia me sonrió.

Le había dicho de juntarnos en la playa, así que después de media hora por fin llegó.

—¿Todo bien?— le di un beso en la mejilla.

—Sí, ¿Cuál es la excusa esta vez?— Sofía me miró divertida.

—No hay excusa— Negué con la cabeza y dejé suavemente en sus manos un pendrive —Ahí está el corto, no hay más para hablar—

—Eu que pasa, ¿Por qué me estás hablando así?— puso una mano en mi espalda y comenzó caminar haciendo que yo también lo haga —Pi, contame que pasó, no estoy entendiendo nada—

—Disculpa... Tengo muchas cosas en la cabeza y ya no sé que hacer, quiero cortar todo de raíz— la miré

—¿Muchas cosas o Miel?— negó con la cabeza de forma comprensiva —No quiero causarte conflicto con ella—

—Con Miel terminamos hace unos días, no tengo ganas de hablar del tema— dejé de caminar —Tengo la mente llena de cosas; el bebé, Miel, Enzo, mi relación, vos, el corto, la vuelta a la capital, Miel nuevamente... No doy más—

—¿Era Posta lo del embarazo?— Sofía no podía creerlo —¿Y por qué yo estoy en tu cabeza?, si es que se puede saber—

—Estoy muy confundido, no sé lo que siento por vos ni lo que siento por Miel—

—¿Por mi?— Sofia parecía no entender nada.

—Me gustas, Sofía... Pero amo a Miel, no de la misma forma que al principio Pero todavía hay algo acá— me puse una mano en el pecho —No sé que hacer, prefiero darme un tiempo de ustedes—

—Mira Pipe, yo tengo novio y a diferencia de vos, tengo las cosas claras. Obviamente nos vamos a distanciar, no puedo seguir viéndome con vos sabiendo tus intenciones... ¿Vos no te sentías infiel de mente?, pobre Miel— negó con la cabeza y me dió unas palmaditas en la espalda —Chau—

Fue una despedida bastante rara, pero no le di importancia, yo solamente quería ahogar mis penas en alcohol.

Me dirigí al bar más cercano y me pedí toda la lista de la coctelería, para poder degustar distintos sabores y quitarme el del fracaso.

De ahí en adelante solo tengo flashbacks; En la playa, con Miel en la playa, Juani en la casa, yo vomitando en el baño, Juani en el baño, yo acostado, Juani a mi lado y luego nada más.
No recuerdo nada en realidad, tengo casi todo muy borroso, ni siquiera recuerdo si hablé o me hablaron.

>>>

Desperté por el dolor de la cabeza, sentía que mi cerebro bailaba tango dentro de mi.

—Dios, no tomo nunca más—

—Despertaste, bella durmiente— Juani me miró, estaba acostado a mi lado usando el celular.

—Shhh, no grites... ¿Que hora es?—

—Pero no estoy... Olvídalo— negó con la cabeza —Casi las ocho de la tarde, que vida la tuya eh—

—Shhh, no doy más— negué con la cabeza.

Vení conmigo || Felipe Otaño Donde viven las historias. Descúbrelo ahora