Capitulo 25 /prt2

1.7K 172 74
                                    

Miel Vogrincic

Los días siguieron pasando, uno más lento que el otro, uno más doloroso que el otro, pero los chicos jamás me dejaron caer.

Me costó mucho convencer a Enzo de que se devolviera a Uruguay, pero lo logré, no quería que me siguiera viendo asi de mal.

Malena y Matías se volvieron locos comprando cosas de bebé por internet, las mandaban a su casa que está ubicada en Capital Federal.
Simón y yo estábamos cada vez más cercanos el uno con el otro, y Juani con Felipe parecían dos nenes compitiendo por quién eres mejor jugando en el play.

Ahora mismo nos encontrábamos todos en la playa viendo el atardecer mientras tomamos Mate.

—Salgamos de joda— Juani propuso.

—No puedo— Malena negó con la cabeza.

—¿Y si te cuidamos?— Juani se puso insistente.

—No puedo, no me quiero arriesgar. Pero vayan ustedes, yo me quedo—

—Yo no pienso dejar sola a Malena— negué con la cabeza.

—Vayan, yo me quedo— Matías asintió con la cabeza.

—No amor, anda con ellos, en serio—

Simón y yo compartimos miradas y luego miramos a Pipe. Él nos miró y asintió con la cabeza.

—Yo me quedo acá con Malena, Vayan ustedes—

—No, Pipon. Yo me puedo quedar sola posta—

—No no, me quedo con vos y no se discute más—

—Bueno pero los vas a buscar y a dejar, así estoy tranquila de que estarán en buenas manos—

Y así fue, con los chicos nos fuimos a poner fachero y luego Pipe nos fue a dejar hasta un boliche que no quedaba a más de 4 Kilómetros de distancia.

—Juani, vos controlate— Matías lo miró

—Sí, por favor— Asentí con la cabeza.

—Vos también—

—¿Yo?, Si yo no tomo—

—En vaso chico— Juani pasó caminando directo a la barra.

Felipe González Otaño

El camino de vuelta no estuvo malo, me gusta pasar tiempo con Malena, es re copada y tiene los mismos gustos musicales que yo.

—No podés escuchar Miranda! Si no sos trolo— Me sonrió.

—Me parece que soy trolo— me encogí de hombros.

—Yo también—

Nos miramos y seguimos cantando.

♪♪Eramos tan buenos amigos hasta hoy♪♪

Una vez que llegamos esperamos a que la canción terminase para poder bajar del auto.

—¿Querés venir a mi pieza?— Me sonrió —Tengo papitas—

—Yendo no, llegando—

A lo que Malena se iba a poner cómoda fui a la cocina, después pasé por mi habitación para ponerme pijama y luego fui a la pieza de Matías y Malena, yo le llamo la suite presidencial.

—Traje helado— Sonreí mientras me acostaba boca abajo a lo largo de los pies de la cama.

Malena puso sus pies en mi espalda.

—Le voy a poner papas... ¿Puedo?—

—¿Puedo ser el padrino de tu hijo?—

—Mmhh... Bueno—

Vení conmigo || Felipe Otaño Donde viven las historias. Descúbrelo ahora