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La mano fina y cubierta de un guante negro de el rey del infierno tocaba la puerta del hotel en el cual estaba trabajando su hija para redimir las almas de pecadores en el infierno, el ángel caído espero un poco y escuchó la puerta abrirse, y en un pestañeo ya estaba siendo abrazado fuertemente por los delicados brazos de su hija, la cual estaba al punto del llanto.

—Papá! Pensé que te ibas a volver a ir y que ya no me querías volver a ver! No me vuelvas a abandonar así!

Dijo la princesa del infierno derramando ligeras lágrimas y sus palabras eran rápidas al punto de inentendibles. El rey estaba siendo aplastado por su hija y realmente se estaba quedando sin aire, pues si hija también tenía un gran poder, correspondió el abrazo cuando ya había sido levantado del suelo hasta que sintió unas manos más masculinas y peludas retirar a Charlotte del abrazo doloroso.

—La princesita con más daddy issues

Dijo el gato sin alguna gracia en su tono de voz mientras separaba a la rubia del rey y la dejaba que llorará con su pareja, que estaba a un lado lista para recibirla en un abrazo y calmarla.

—Pasé su majestad, es bienvenido siempre

Dijo una voz particular, ya que tenía una estática de radio en su voz, de tan solo escuchar una palabra de ese demonio, el rey no estaba tan cómodo allí, aunque aún así, llevo su presencia adentro del hotel renovado.

Allí los integrantes lo miraban con asombro y algunos bastante felices de su regresó.

El resto del día la princesa del infierno le mostró a Lucifer las actualizaciones del hotel, desde una nueva habitación creada por los sirvientes de el demonio de la radio, hasta la eliminación del detalle incómodo de las cucarachas, claro dando sus créditos a la maravillosa Niffty, que había sido la encargada de la exterminación de todas las posibles plagas, no eliminando completamente todos las posibles plagas de insectos que podrían habitar en el hotel, pero eliminando la mayoría y más importantes.

El rey solo siguió a su hija con una sonrisa, la cual se notaba a kilómetros que no estaba cómodo, más bien una sonrisa bastante fingida, ya que pues aún sentía bastante arrepentido y culpable de desaparecer durante un tiempo y preocupar a su querida hija y a algunas personas más.

Después de un rato, su hija le dejo en la puerta de su habitación y se despidió para que se volviera a estar tranquilo, en paz y solo.

El rubio solo de adentro dentro de su habitación, mirándola como estaba tal cual la había dejado, tal vez no habían querido entrar ahí por una razón, vio su cama y de acostó tranquilamente encima de todas las sábanas, miro a su lado hasta que un objeto le dio un claro disgusto. Una característica radio estaba situada en su mesita de noche, un patito de goma se cayó de la misma mesita fe noche cuando el rey le dio una mala mirada a la radio, solo casualidad.

Lucifer solo tiro la radio al suelo, la radio cayó sobre el patito de hule y lastimosamente puro prender la radio, haciendo que se reproducirá la estación de radio de Alastor, escuchando su voz con su estática tan escuchada, pero fastidiosa para el rey del infierno, el rey solo jadeo de molestia, trataba de descansar y el venado no le dejaba estar en paz, se levantó de su cama y con rabia agarro la radio en sus manos, estaba a punto de apagarla hasta que lo que decía ese demonio le llamo la atención.

—Queridas damas y caballeros, estos días han sido helados en el infierno, es el castigo de nuestros pecados, sin embargo, ¿Por qué no aprovechar la ocasión para escuchar las músicas más heladas y cálidas a la vez?, varios demonios lo desean, ¡Y aquí es! El demonio de la radio en sintonía.

El rey del infierno se detuvo de sus acciones sin entender a lo que se refería ya que no era un escuchador habitual y no entendía las mecánica, hasta que escucho una melodía reproducirse en el objeto de sus manos, hasta que escucho la voz de Alastor, nuevamente, pero está vez, ¿Cantando? No sabía cómo pero el efecto de estática le daba más sentimiento y melodía a la canción que interpretaba, la voz que salía de la radio poco a poco llegaba al corazón de pollo que tenía el ángel caído, sentándose con lentitud y delicadeza aún con la radio en la mano.

Esa melodía le daba tantos recuerdos, tantos recuerdos que le atormentaban y algunos le daban una sensación de calidez, sus recuerdos en el cielo, de sus momentos con sus hermanos, hasta lo más profundo de su ser, cuando se dio cuenta se había tumbado en la cama mientras las lágrimas se escurrían de sus mejillas, hasta que procesó eso, la canción había tenido un final, cuando finalizó, la voz de él venado volvió a sonar primero suave y luego más animadamente, aún dejando al rey del mismísimo averno bastante tocado.

Las lágrimas hicieron que sus ojos se sintieran pesados, se acomodo bien y pudo pasar una noche de descanso en su habitación.

°•°•°

Las patas del felino sonaban lo más silenciosas posibles, caminaba con cuidado por las habitaciones de hotel con un objetivo en específico.

Los nervios estaban dentro de Husker, no sabía el por qué, pero realmente necesitaba hacerlo, sabía que si era descubierto tendría unas muy muy graves consecuencias con el dueño de su alma, sin embargo, trataría de salvar el trono, o más bien, trataría de advertirle al propietario del trono, que no cayera en la fachada del demonio de la radio, que tuviera el mayor cuidado al contactar con él.

Su objetivo estaba a una pata de él, cuando tocó la manilla aliviado sintió un jalón ahorcarlo y llevarlo para atrás, hizo un ruido molestoso al soltar la manilla de la puerta tan bruscamente. Sabía que todo se había ido a la mierda, que había acabado todo allí, al menos tendría una posibilidad si...

—Oh mi leal amigo Husker

Comenzó el demonio radio tomando las cadenas verdes abruptamente, haciendo jadear al felino.

—¿Se puede saber qué carajos haces?

Husker, estaba temblando como perro asustado, quería que palabras salieran de su boca, quería poder salvarse, poco a poco Alastor jalaba de la cadena, como un reloj de tiempo, que cuando llegara al venado, se acabaría, hasta que por una mirada de reojo, lo hizo hablar.

—¡El rey y yo habíamos quedado por patos!

El demonio de la radio sonrió más grande ante la confusión que le provocaba su viejo amigo, y la persona del pasillo, o mejor dicho, la araña, fijó su atención en la situación, pues escuchó gritar a alguien, al menos eso al felino le daba más tiempo.

Antes de que el venado pudiera continuar, Husker interrumpió.

—¡Quedó de hacerme patos para un regalo! E-es obviamente para Angel.

Tartamudeo tratando de salvar su cola felina, Angel en el pasillo parecía relucir de felicidad, el venado se había percatado de la presencia de Angel desde que había llegado, así que no podía hacer mucho, las cadenas se esfumaron tratando de disimular, Husker respiró aliviado, dando bocadas de aire por el anterior ahogamiento.

—Hablaremos esto tu y yo...

Dijo el demonio de la radio para luego poder esfumarse en su sombra característica.

Ángel venía corriendo hacia él, y el felino, aún temblando de terror por casi su muerte, se fue corriendo como gato asustado, lo más rápido que pudo al lugar más lejano que pudo, intentando controlarse después de ese suceso.

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Buenas tardes, días o noches, ignoren mi muerte, ya no prometo subir capitulos más seguido, está historia no tenía una trama definida pero ya la tiene, estén atentos.

Sin más que decir, hasta luego.

Atte: IamYeray, su estimado escritor.

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