Otro pasado, otro futuro (Itanaru)

Capítulo 37

-Bastardo, muévete -Genma negó -no cariño, Hokage-sama me ordenó no moverme de aquí y no dejar a nadie entrar, lo lamento, yo tampoco he podido verlo hermosa- Anko apretó el ceño- lo nuestro terminó hace tiempo, resígnate idiota- kakashi llegó, apretó el ceño bastante al ver al bastardo encerrar a Anko contra la pared -puedes dejar de ser un bastardo Genma?, déjanos pasar, tengo permiso de sensei para nosotros dos- Genma mordió su senbon con molestia -te sientes un héroe, no es así kakashi?- guardaron silencio retándose un momento- no, pero no has dejado de joderla desde que terminaron- Genma vio a su ex novia ignorando al Hatake- hablemos, he cambiado, te lo prometo, dame una oportunidad-

Un pequeño abrió la puerta de la habitación, Genma se enderezó a la defensiva al verlo, no sabía qué estaba dentro -Qué haces aquí?- abrieron sus ojos bastante al ver al niño exigir respuesta con seriedad- pequeño Itachi, Genma cuida la habitación- el Uchiha negó a kakashi, apuntó al guardia -te dije hace años que te alejaras de Naruto, no te he olvidado -abrieron sus ojos bastante al ver al menor retar a Genma -de qué mierdas está hablando Itachi, Genma?, qué le hiciste a Naru-chan?- el jounin suspiró con fastidio al escuchar a su ex novia- un malentendido, por favor preciosa, piénsalo -Itachi se movió dejando pasar a los chicos, cerró la puerta en la cara de Genma, el Shiranui tensó con molestia el senbon -tch idiotas-

Naruto giró su mirada, sonrió a Itachi quién se sentó a su lado, Kakashi y Anko sonrieron al verlo de regreso- hasta que te dignas a volver bastardo- el rubio sonrió ligero -me da gusto verlos también bastardos- la pelimorada lo abrazó con cariño, besó su rostro con emoción -estaba muy preocupada por ti, tuve que torturar a muchos y nadie hablaba de tu ubicación- una gota cayó por todos- gracias Anko-chan- kakashi despeinó su cabello rubio con diversión, Naruto abrió sus ojos bastante -sensei chiquito, creció mucho!- el peliplata sonrió -y tu te quedaste enano, tengo frío en la espalda, cuando regresarás a seguir tu trabajo de koala?- Naruto sonrió con cariño, se sentía apreciado- te estuvimos buscando todo este tiempo bastardo, los chicos también, cada que teníamos misión intentábamos averiguar un poco, fue bastante difícil -

Naruto sonrió ligero -pensé que habías vuelto, ya sabes?, de dónde vienes, Rouran -el rubio levantó su mirada con sorpresa a Kakashi entendiendo a qué se refería -Minato-sensei y Kushina-san se negaron a creerlo- Itachi y Anko escuchaban con duda al peliplata, no eran claras sus palabras; el pequeño Uchiha apretó el ceño, Naru tenía que volver a su lado, lo abrazó posesivo, lo vieron con diversión, era evidente el enamoramiento del pequeño con Naruto, pero al parecer el Namikaze no se había dado cuenta, sin contar que lo veía como su pequeño amigo.

Anko vio el abdomen del rubio con cuidado -perdón por preguntar, pero lo tendrás?, bien puedes… -guardó silencio un momento -ya sabes?, nadie te juzgará si lo haces- Naruto mordió su mejilla- no lo sé, es difícil todo esto para mí, aún tengo dudas- Kakashi lo veía con duda -te lastimaron de ese modo?- Itachi giró con miedo hacia su amigo esperando también su respuesta, el rubio abrió sus azules con terror al entender la pregunta del peliplata sobre si abusaron de él, negó con velocidad -no, me trataban como un robot, como un arma, en ese lugar inhiben los sentimientos y deseos de todos, nos tenían bastante drogados- Anko talló su rostro con coraje- ya sé que hokage-sama dejó mal al bastardo de Danzo, pero regresaré y lo violaré con un palo Naru-chan, te lo juro- Naruto sonrió con diversión -por favor, te lo agradecería bastante-

Anko levantó sus cejas con diversión, Kakashi puso su mano sobre la cabeza de la pelimorada, la despeinó -suéltame bastardo- el pelíplata sonrió ligero de ojos- se te calienta muy rápido la cabeza, pide permiso a sensei- Anko volteó los ojos- lo haré demonios, lo haré- rieron al escucharla, Naruto los veía con cariño, tomó la mano de Itachi, la apretó suavemente, el Uchiha sonrió ligero abrazándolo posesivamente, dejándose mimar.