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Pov Omnisciente:

Luego de dos días, el salón que Victoria había seleccionado para su cumpleaños se quedó sin luz por lo que eventualmente se quedaría sin agua, por lo tanto era imposible conseguir un lugar igual de bueno y en solo un día.

La castaña estaba estresada y malhumorada, ella había planeado con mucha anticipación esa fiesta; Tori cumplía diecisiete años y por alguna razón tenía un buen augurio con esa cifra. Su madre la ayudaba llamando por teléfono y tratando de acordar un precio justo con varios salones de la zona, pero ninguno empatizaba con su situación (ni con su bolsillo).

Era de mañana, aproximadamente las once. Su profesor Sikowitz's se había ausentado, por lo tanto ese día no iría a clases. Eso le dio más tiempo para llamar a más salones de fiestas, daba vueltas en su cuarto mientras hablaba con cierta desesperación.

Por otro lado, Beck Oliver limpiaba su piscina con un recoge hojas. Era el día libre del personal.

Beckett estaba descalzo en el borde de la misma haciendo equilibro para no tropezar. Sikowitz's era el único profesor con el que coincidían sus clases con Victoria, por lo tanto él tampoco iba a ir a la escuela. Alzó la mirada hacia arriba y efectivamente vio a una castaña dando vueltas en su cuarto mientras sostenía un teléfono rosa brillante. El chico se rió algo confundido.

-¡Hey, Tori!- Vociferó el chico amablemente intentando captar la atención de la chica.

Insistió dos veces más, la ventana estaba bien alto. Finalmente, ella lo vio y lo saludó con la mano. Oliver le hizo un gesto con los dedos pidiéndole que baje. Luego de tres minutos, se encontraron.

-Te ví girando como un trompo allí arriba, ¿pasó algo?- Preguntó el pelinegro señalando la ventana de Victoria con una sonrisa. La chica rió y guardó su teléfono avergonzada.

—No vas a poder creerlo, ¿pero viste mi fiesta de mañana? Creo que la cancelaré—. Sonrió deprimida la chica cruzando sus brazos.

—¿Qué? ¿Por qué, qué ocurrió?— Él imitó el gesto frunciendo el ceño. Dejó el recoge hojas en el suelo.

—El salón se quedó sin luz y no van a repararlo en algunos días. Estuve llamando a varios más con mi madre pero creo que no llegará a nada—. Resopló. Beck apretó sus labios curvándolos en una leve sonrisa.

—¿Por qué no lo festejas en mi casa?— Se ofreció.

—¿Qué?— Tori creyó no haberlo oído correctamente. Sonrió incrédula.

—Que por qué no lo festejas en mi casa—. Repitió. —Mira, es limpia, espaciosa y estamos a pocos metros, ¿qué dices?—

—¿Hablas en serio?— Su sonrisa se ensanchó más. —Pero será muy escandaloso, es mucha comida, más el equipo de música, más los invit...—

—Solo responde si quieres o no—. La interrumpió simpáticamente tomándola por el codo. Tori sonrió, mirándolo directamente.

—¡Sí!— Dijo eufóricamente mientras asentía con la cabeza varias veces. Se acercó a él y lo abrazó fuerte, Beck la tomó de la cintura riendo por su reacción. —Gracias, gracias, gracias—. Exclamó con la voz más aguda.


Los hermanos Oliver. (Jade y Tori)🖤Where stories live. Discover now